EL-SUR

Viernes 26 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Lolita en las novelas escritas por mujeres

Adán Ramírez Serret

Abril 08, 2022

 

El mundo editorial ha sido felizmente invadido en años recientes por la literatura escrita por mujeres. Antes de que el mundo fuera políticamente de manera abierta pensado como feminista, era usual que las editoriales solo publicaran hombres, que en las ferias del libro sólo hubiera hombres o que los premios literarios sólo fueran dados a hombres.
Pero ha habido no sólo un cambio en la agenda de perspectiva de género. No sólo es que ahora se publique a más mujeres, a algunas y unas cuantas y eso sea suficiente. “Se terminó, ya hay cuota de género y sigamos cómo estábamos”, podemos pensar.
Pero al publicar, visibilizar y premiar autoras, no sólo se hace un mundo mas congruente, más justo, sino que se plantea otro planeta por completo. Porque leer literatura escrita por mujeres mueve el centro desde donde estaba pensado el mundo, transforma la literatura y lo que suponíamos de ella.
Se modifica no sólo el presente y el futuro, sino el propio pasado. Así, nos preguntamos sobre las obras canónicas qué hemos leído. ¿Aún debemos leer sin cuestionar con perspectiva de género novelas como Madame Bovary, Ana Karenina o La Regenta? La maravilla es que estas obras no sólo admiten una lectura feminista, sino que cada vez están más vivas según se las cuestione. Pero, dentro de esta familia, hay una novela polémica por naturaleza y que cada vez es más compleja y provocadora: Lolita.
La novela ha sido tan leída como interpretada, por lo que tenemos una película en donde la protagonista es una femme fatale. Portadas del libro en donde aparece una adolescente provocadora, publicada en una editorial pornográfica en Francia y citada en general, Lolita, como una novela en donde aparece una adolescente que desea a su padrastro y en donde se exalta la pederastia.
Hasta aquí, naturalmente sería un libro detestable, depravado que con el paso del tiempo se dejaría de leer. Pero hay una pregunta obligada, ¿sucede eso realmente en el libro? ¿En verdad hay una apología a la pederastia en Lolita?
El asunto de satanizar Lolita se complica por dos razones. La primera es que literariamente es espectacular, su autor, sin pensarlo dos veces es uno de los mejores de los últimos doscientos años. Y la segunda es que Nabokov dijo en entrevistas, y lo podemos leer en el prólogo del libro, que el narrador era un pedófilo, un enfermo y Lolita eran las confesiones de ese criminal.
Entonces nace una segunda pregunta, ¿por qué contar la pedofilia? La respuesta es que la literatura escrita por mujeres en el siglo XXI ha hecho un énfasis en los pederastas. Una manera de censura es decirles a las mujeres escritoras que no escriban sobre eso, y si lo hacen, que no sean explícitas.
Es un hecho detestable, pero sucede, por lo que no debe de ser silenciado. Al grado que es casi una poética por la cantidad de obras que hay sobre este hecho de violencia sexual. Entonces aparece de nuevo otro cuestionamiento a Nobokov, ¿por qué si se escribe sobre la pedofilia se narra desde la voz del pedófilo y no desde la víctima?
Por supuesto que no tengo la respuesta a esto, en lo personal no me gusta escuchar al agresor, pero hay toda una tradición literaria sobre asesinos y degenerados, ¿por qué? ¿Por qué pensar más en el agresor que en la víctima?
Para responder a esto me gustaría citar dos libros escritos por mujeres, El monstruo pentápodo de Liliana Blum, novela sobre un pedófilo cuyo título es extraído de Lolita. Y Degenerado de Ariana Harwicz, novela que es la confesión de un pedófilo.
Son novelas en donde se le da voz al agresor y son dos novelas extraordinarias, escalofriantes sobre la pederastia. Puedo decir que hacen aquello imposible: escuchar al otro, no caricaturizarlo, y así descubrir nuestras perversiones para saber qué hacer con ellas.
Ariana Harwicz, Degenerado, Barcelona, Anagrama, 2019. 124 páginas.