La intención de voto en las campañas electorales tiene sus fluctuaciones en función de las estrategias generales y tácticas específicas que utilizan los candidatos y partidos políticos. Más allá de la validez que cada quien le dé a las encuestas en función de la credibilidad de quienes las aplican, lo cierto es que la campaña de Andrés Manuel López Obrador pasó las últimas semanas quizá la etapa más difícil que sembró dudas en algunos sectores que le habían expresado su simpatía; sin embargo, su candidatura ha tomado un nuevo aire para reposicionarlo.
1. La guerra sucia desatada por el PAN en contra de AMLO poniendo en duda su gestión en el Distrito Federal, señalando que hubo endeudamiento, que se incrementó la delincuencia, que los segundos pisos en el periférico y los programas sociales como el de adultos mayores y de apoyo en útiles escolares se financiaron con deuda, la comparación con Hugo Chávez presidente de Venezuela y la vinculación con René Bejarano para hacerlo aparecer como un peligro para México sembró la duda y temporalmente tuvo su impacto en los electores.
2. La forma en que AMLO se dirigió a Fox como una “chachalaca”, aún cuando tuviese razón no fue la más apropiada, pues Fox bien merecido se lo tiene por andarse metiendo en el ring de la contienda presidencial a favor de Calderón y abiertamente en contra de López Obrador; sin embargo todavía la institución presidencial independientemente de quien la ocupe es un valor que hay que cuidar en la cultura tlatoanica-presidencialista que subsiste en México.
3. La inasistencia de AMLO al primer debate con los demás candidatos presidenciales fue un desacierto, pues fue utilizado por los adversarios para arrinconarlo con el discurso de que rehuía a debatir con ellos haciéndolo aparecer como temeroso a confrontarlos y dejó un vació que benefició a Felipe Calderón. En realidad, aún cuando AMLO estuviese posicionado con diez o más puntos por encima de sus adversarios, asistir a dos debates no le representaba ningún riesgo, por el contrario, pues toda vez que abandera el mejor proyecto hubiese tenido la posibilidad de incrementar sus bonos electorales.
4. La presencia más frecuente de AMLO en medios electrónicos en especial en televisión, le ha permitido llegar a audiencias que no tiene en las plazas públicas para defenderse y explicarle a sus simpatizantes que los ataques en su contra han sido calumnias para desbancarlo del primer lugar de la simpatía electoral y volver a generar confianza en los electores indecisos que son quienes en definitiva inclinarán la balanza en esta elección.
5. Con este reajuste en su campaña, pues la guerra sucia tiene efectos temporales mientras el adversario aclara a los electores los infundios, AMLO se ha reposicionado en el ánimo de los electores que todavía no deciden su voto, o en quienes ya lo habían decidido pero la contracampaña los hizo dudar. Las últimas encuestas, en especial la de María de las Heras publicada en Milenio el lunes de esta semana, lo vuelve a poner en primer lugar de las preferencias electorales.
6. Faltan solamente cuatro semanas para la jornada electoral del 2 de julio y en medio de la fiebre del mundial de futbol el interés por las campañas por la Presidencia de la República va a disminuir, por ello el debate del martes 6 de junio será un factor decisivo en la inclinación del voto, ahí AMLO tendrá la oportunidad de consolidar su candidatura, el tiempo de que dispondrán los candidatos será breve, sus propuestas dichas en frases y mensajes cortos se imponen, la defensa y contraataque certero y contundente lo puede enfilar a convencer a los ciudadanos de que podemos confiar en él para que sea el próximo presidente de México.

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