EL-SUR

Miércoles 24 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

LA POLÍTICA ES ASÍ

Los cambios que se avecinan

Ángel Aguirre Rivero

Julio 27, 2018

Mucha polémica ha generado en distintos círculos el anuncio hecho por el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, sobre la creación de coordinaciones estatales que vengan a suplir a las actuales delegaciones federales en los estados.
El argumento parte de que dicha medida generará ahorros importantes, evitará la corrupción y hará más efectiva la presencia del gobierno federal en los estados.
Sin pretender descalificar esta figura, vale la pena hacer algunas reflexiones al respecto:
A) ¿Cuántos ahorros reales se lograrán con la fusión de todas las delegaciones federales en una coordinación estatal? Si partimos del hecho de que los empleados de estas dependencias mantendrán su estatus jurídico y laboral, ¿en todo caso desaparecerían únicamente las figuras de delegados y subdelegados de la actual administración?
¿Cuál será entonces el monto de los ahorros de esta política pública que entraría en vigor a partir del 1 de diciembre? Me parece que muy poco.
Hay que advertir que quien funja como coordinador estatal no es todólogo, y por tanto tendrá que allegarse de funcionarios especializados, sobre todo en aquellas áreas técnicas como son la Comisión Nacional del Agua o la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, sólo por dar un ejemplo.
Es evidente que el perfil de quienes se designe como coordinadores o coordinadoras estatales es eminentemente político en todos los casos. Se trata de personajes a quienes se pretende promover para ser candidatos a gobernadores en los próximos procesos electorales, lo que generará un malestar del resto de los partidos políticos, pero también al interior de Morena, por considerar que se trata de bolas cantadas. Si es así, es mejor reconocerlo y si no, que se nos demuestre lo contrario.
Es evidente también que al disponer de la mayoría de los congresos estatales y del Congreso de la Unión, se deduce que hoy por lo que van es por la mayoría de los gobiernos estatales, lo cual, desde la óptica de AMLO, les garantiza gobernar el país más allá del 2024.
Esperamos de buena fe que se analicen todas las aristas antes de tomar una decisión de esta naturaleza, sobre todo no perder de vista que los gobernadores fueron electos democráticamente y que resulta obligado mantener la debida coordinación y respeto a la soberanía de las entidades federativas.
Otra de las medidas anunciadas, y que está generando una gran incertidumbre en la burocracia federal, es el tema de la descentralización de las distintas secretarías a las diversas entidades de nuestro país.
En el caso de la Secretaría de Salud, que se propone llevarla a nuestra capital, Chilpancingo, lo cual me parece una magnífica noticia, no sólo por los beneficios que se lograrían en términos de derrama económica ya que dicha dependencia cuenta con más de 9 mil empleados, sino también en un mejoramiento de los servicios de salud en todo nuestro territorio. Al estar asentada en suelo suriano, al mismo tiempo, el gobierno federal tendrá que ocuparse de a de veras en mejor la seguridad pública y el combate frontal a la violencia.
Habrá que trabajar urgentemente en un plan que minimice las consecuencias adversas de esta descentralización, en una ciudad que no está preparada en términos de infraestructura urbana para recibir a este importante número de burócratas federales.
Por lo anterior, no resulta descabellada la idea de crear un corredor federal que considere a las ciudades de Iguala, Chilpancingo y Acapulco, con lo cual se mitigarían los nuevos retos en materia de vivienda, abasto, escuelas; amén de los beneficios que se generarían para éstas.
Escuché y seguí también el discurso de AMLO ante quienes serán nuestros próximos diputados federales y senadores de la República; y me llamó mucho la atención la contundencia con que les dijo que “ustedes no serán gestores de nada, su tarea será dedicarse a legislar y aprobar las reformas necesarias para promover la cuarta transformación de nuestro país”. En estricto sentido AMLO tiene toda la razón; sin embargo, en entidades como la nuestra se ha vuelto una tradición la labor de gestionar recursos para sus representados.
¿Qué le van a decir a la gente nuestros diputados federales y senadores cuando regresen a sus distritos y les hablen de sus actividades legislativas y de las reformas a nuestra Constitución y diversas leyes y ordenamientos cuando estos pueblos marginados lo que quieren escuchar es la respuesta de cuándo les van a arreglar o pavimentar su camino, qué proyectos productivos les llevarán, o cuándo les construirán su escuela o su pequeña iglesia?
Me parece que es un tema que se debe reflexionar muy bien, yo estoy a favor de acabar con los moches, los porcentajes y todo acto de corrupción, pero también defenderé el principio de gestión para nuestros legisladores federales y locales, particularmente en una entidad con tantas carencias como la nuestra.
Desde mi modesta trinchera habré de sumarme a esta labor, al establecer en breve una consultoría de gestión pública y privada, que facilite y contribuya a la consecución de recursos adicionales para nuestro querido estado.
Confío en la sensibilidad de nuestro presidente electo –por quien votamos la mayoría de los guerrerenses–, para que recibamos un trato especial en la radicación de recursos federales.

Del anecdotario

Beatriz Paredes Rangel, siendo dirigente nacional del PRI, se había comprometido a respetar el resultado de las encuestas para determinar al que sería candidato para el período 2011-2015 en nuestro estado de Guerrero, y fuimos convocados a una reunión en las instalaciones del Comité Ejecutivo Nacional.
De la manera más autoritaria la dirigente soltó: “Les quiero comunicar que la dirigencia nacional de nuestro partido ha decidido designar como nuestro candidato a gobernador al doctor Manuel Añorve Baños”, sin compartirnos desde luego los resultados de las encuestas de las que nos había hablado meses atrás.
Me levanté y di un abrazo de felicitación a Manuel Añorve, quien se encontraba a mi lado y pude percibir la sonrisa irónica de la propia Beatriz junto con Manlio Fabio Beltrones –quien hoy enfrenta un proceso judicial por desvío de recursos junto con el ex gobernador de Chihuahua, César Duarte y que lo ha llevado a la necesidad de ampararse ante la inminente posibilidad de ser detenido.
Junto con Emilio Gamboa Patrón, Rubén Figueroa Alcocer y René Juárez Cisneros habían hecho un bloque común para evitar mi posible designación.
Salí por el elevador privado en donde me encontré con Emilio Gamboa.
–Mi querido Ángel, quiero decirte que yo no estoy de acuerdo con la designación de Manuel Añorve, pienso que el candidato debiste haber sido tú.
–¿Por qué no lo dijiste en la mesa, si eso es lo que piensas?
–Bueno, tú sabes cómo es el partido, y Añorve está muy vinculado con Beatriz y con Beltrones.
–Ya no me digas nada –atajé–, me parece una burla lo que me estás diciendo.
Apresuré el paso y subí a mi camioneta para trasladarme a una reunión en la que me esperaban algunos seguidores, con quienes sentía la obligación moral de compartirles la noticia.
A los pocos días recibí una llamada del entonces jefe de gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard Casaubón.
–¿Ángel cómo estás?
–Bien Marcelo, ¿qué se te ofrece?
–¿Cuándo vienes a México?, me gustaría invitarte a tomar un café.
Acordamos fecha y nos encontramos en un hotel del centro de la Ciudad de México.
Me recibió en mangas de camisa, él y yo solamente.
–¿Cómo estás Ángel?, ¿cómo te sientes? El partido te trató muy mal.
–Como te trató a ti, hace algunos años, ja ja ja –le respondí.
A los pocos minutos le pregunté:
–¿Y quién va a ser su candidato?, me imagino que Armando Ríos Piter; pues yo sabía que Marcelo lo estaba respaldando para hacerlo crecer políticamente y proyectarlo como candidato al gobierno de Guerrero.
Pero su respuesta fue:
–No, él no va a ser.
Tal vez desde entonces advertía que lo iba a traicionar, como ha sido costumbre de este personaje con quienes le han tendido la mano.
–Estamos pensando seriamente en que tú nos representes en la coalición, conocemos tu trayectoria y las encuestas te colocan por encima de todos los aspirantes de todos los partidos.
–¿Yo? –le contesté.
Este pasaje de mi vida continuará en nuestra próxima entrega periodística. ¡La política es así!