EL-SUR

Jueves 25 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Los desafíos de Lenín Moreno

Gaspard Estrada

Mayo 31, 2017

El pasado miércoles 24, Lenín Moreno tomó posesión como nuevo presidente de Ecuador, frente a una veintena de presidentes y jefes de gobierno. Durante la ceremonia, el nuevo jefe del Ejecutivo ecuatoriano defendió las conquistas de la “revolución ciudadana” impulsada por su antecesor, Rafael Correa, al tiempo que anunció su voluntad de luchar sin descanso contra la corrupción, promoviendo un gobierno austero. También prometió no cambiar de moneda y se comprometió a buscar alternativas para aumentar el progreso económico y social del país. En particular, aumentar la diversificación de la economía ecuatoriana, y potencializar el mercado interno, a través de la aplicación de nuevos programas sociales. Sin embargo, el discurso del nuevo presidente de Ecuador también presentó cambios con relación a su antecesor, en particular en lo relativo al tono del mensaje político. Durante su mensaje a la nación, Lenín Moreno tendió la mano a la oposición de derecha, al llamar al diálogo y a la concordia.
En efecto, el tono de la pasada campaña electoral fue duro, con ataques vehementes de parte de la oposición de derecha, en contra del entonces candidato del partido Alianza País. En particular, la voluntad de la oposición de querer imponer por la vía mediática la segunda vuelta, en lugar de esperar de manera serena los resultados de la autoridad electoral competente, contribuyó a aumentar la polarización política en el país. La estrecha victoria de Lenín Moreno frente a su adversario, el empresario de Guayaquil Guillermo Lasso (2.3% de los votos), se inscribe en una dinámica que vive la región. En el Salvador, el candidato del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), Salvador Sánchez Cerén, venció en el 2014 a su rival Norman Quijano por 0.2% de los votos (6 mil sufragios de diferencia). En Perú, el año pasado, Pedro Pablo Kuczynsky derrotó a Keiko Fujimori con 41 mil votos de diferencia (0.2% de los votos). Finalmente, en Venezuela, Nicolás Maduro venció en 2013 a Enrique Capriles con una diferencia de 1.5% de los votos.
Tras la victoria en las urnas, el principal desafío de Lenín Moreno será reactivar la economía, que el año pasado tuvo una recesión del -1.5% del PIB. La caída del precio del barril de petróleo ecuatoriano trajo un desajuste fiscal, que fue potencializado por el hecho de que la economía ecuatoriana está dolarizada: es decir, este país no dispone del arma monetaria como variable de ajuste económico. Si la moneda norteamericana se aprecia, la competitividad de los productos ecuatorianos disminuye, al volverse éstos, en términos relativos, más caros que los de sus vecinos Perú y Colombia. Pero en particular, el terremoto de abril de 2016, que devastó zonas enteras de la costa ecuatoriana, contribuyó a enfriar la actividad económica (los gastos de reparación y de reconstrucción están estimados en más de 3 mil 300 millones de dólares). De ahí que las reformas prometidas por Moreno sean indispensables para relanzar el crecimiento económico y social del país.
Para llevar a cabo esta agenda de reformas, el presidente Moreno dispone de una confortable mayoría en la Cámara de Diputados, de 74 en un total de 137, aunque una veintena de ellos podría constituir un grupo autónomo en los próximos meses. Por su lado, la oposición de derecha ha visto crecer su bancada, y la del partido de Guillermo Lasso, CREO-SUMA, pasó de 10 a 34 diputados. Por ende, si bien Moreno tiene la capacidad de llevar a cabo las reformas  de ley que considere necesarias para impulsar sus políticas y proyectos, tampoco tendrá las manos libres como Correa en los últimos años. De ahí la importancia de su mensaje político del pasado miércoles.
* Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París.