EL-SUR

Jueves 02 de Mayo de 2024

Guerrero, México

Opinión

Los desafíos de Lula

Gaspard Estrada

Mayo 17, 2023

Lula ha regresado a la Presidencia, pero el país que ha vuelto a gobernar ha cambiado mucho desde su salida del Palacio del Planalto, en 2010. Si en ese entonces, el fundador del Partido de los Trabajadores (PT) disponía de una tasa de aprobación de más del 80 por ciento, ahora las condiciones políticas son mucho más complejas.
En primer lugar, su elección a la Presidencia se produjo por un margen extremadamente estrecho –menos de 2 puntos de diferencia. A pesar de los diferentes escándalos judiciales y mediáticos protagonizados por el ex Presidente Jair Bolsonaro desde su derrota electoral, su electorado sigue siendo considerable –un poco más de un tercio de los brasileños aptos a votar lo harían por el ex capitán de extrema derecha. E infelizmente todo indica que esta situación no va a cambiar a corto plazo, teniendo en cuenta el arraigamiento del discurso oscurantista y reaccionario presente todavía en buena parte de la sociedad brasileña.
En segundo lugar, las relaciones de fuerza entre los poderes también cambió mucho de 2010 a 2023. Hoy el Congreso y el Supremo Tribunal Federal (STF) son más fuertes que el Ejecutivo, por varias razones, entre ellas por los cambios en las reglas electorales, la legislación partidaria y la ejecución de reformas parlamentarias al Presupuesto Federal. Hay una diferencia entre el gobierno actuando como estructura del Estado, que es insustituible, y la conducción del Presidente de la República. En cierto modo, las negociaciones en la Cámara de Diputados son una suerte de laboratorio de las nuevas relaciones de poder entre el Ejecutivo y el Legislativo, con el Supremo ocupando cada vez más espacio cuando aparece un agujero negro en la legislación producto del impasse entre los otros Poderes.
De manera general, hay cierto consenso en que el “presidencialismo de coalición”, concepto creado por el politologo Sérgio Abranches, a mediados de los años 1990, ya ha dado lo que tenía que dar. Para el profesor de la Universidad Federal de Pernambuco, el politólogo Marcus André Melo, los Poderes Constitucionales son el núcleo duro del que deriva el poder del Ejecutivo, pero obviamente importan otras variables: el poder de partido, el estilo de gestión de coalición; y otros de carácter contextual, su popularidad, el estado de la economía, el momento de su mandato (luna de miel versus fin de mandato).
Según el académico, con la reforma política de 2017, el fin del financiamiento corporativo a los partidos y la creación del fondo electoral en valores sin precedentes en Brasil, la relacion entre los poderes cambió radicalmente.
Entre un presidente que delega al Congreso su articulacion política (Bolsonaro) y uno que trata de imponer su agenda a los parlamentarios (Lula), hay un continuum de posiciones intermedias. Si el Congreso se ha desplazado hacia la derecha, y el gabinete ministerial y las iniciativas políticas del gobierno no reflejan esta correlacion de fuerzas, en algun momento la realidad se impondra al gobierno. Quien captó este mensaje fue el lider de la Camara de Diputados, Arthur Lira, quien resumió el tema: “El gobierno necesita descentralizar, confiar y delegar. Descentralizando, creyendo y confiando, mejorará su articulación política. Por ahora el gobierno está muy interiorizado en el PT, no ha renunciado a posiciones de articulación con su base aliada”. Este comentario deja en evidencia la pérdida de poder de la figura del Ejecutivo en Brasil, en particular desde la destitución de Dilma Rousseff. Es un tema que merece mayor reflexión en el gobierno y fuera de él.
El problema es que Lula parece no haber entendido todavía esta realidad, y parece querer mantener su conducción política como hace dos décadas. Al hacerlo, deja en evidencia que, a veces, sigue pensando más en su pasado que en el presente –y en su futuro político. De ahí la importancia para su gobierno de reencausar su articulación política, tanto a nivel de la política interna como de la exterior. El futuro de Brasil y de buena parte de América Latina dependen de ello.

* Director Ejecutivo del Observa-torio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París

Twitter: @Gaspard_Estrada