EL-SUR

Viernes 26 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Los encierros aumentaron la temperatura media global del planeta

Octavio Klimek Alcaraz

Febrero 13, 2021

Al parecer, las estrictas reglas para contener el coronavirus en la primavera de 2020 también tuvieron un impacto en el clima. Especialmente en áreas con altos niveles de contaminación del aire.
Si los climatólogos miran hacia atrás en el período comprendido entre 2020 y 2022 en unos pocos años, seguramente sólo notarán una pequeña mella en el aumento de los gases de efecto invernadero. La crisis del Covid-19 y las restricciones asociadas desaceleraron el calentamiento global como máximo mínimamente porque se liberó menos dióxido de carbono durante este tiempo.
Sin embargo, un nuevo estudio indica que de manera contraria a lo que se esperaría, la reducción de la actividad social y económica relacionada con la pandemia Covid-19 afectaron las emisiones de contaminantes de formas que calentaron levemente el planeta durante varios meses el año pasado. Específicamente, la temperatura promedio global incluso aumentó durante la primavera de 2020.
El nuevo estudio se titula Impactos climáticos de los cambios en las emisiones inducidas por Covid-19, fue escrito por un equipo dirigido por Andrew Gettelman del Centro Nacional de Investigación Atmosférica en Boulder, Colorado de Estados Unidos en la revista científica Geophysical Research Letters, que publica informes de alto impacto y formato corto con implicaciones inmediatas que abarcan todas las ciencias de la Tierra y el espacio (https://agupubs.onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1029/2020GL091805).
El trabajo destaca la influencia de las partículas en el aire, o aerosoles, que bloquean la luz solar entrante. Mientras que los aerosoles tienden a iluminar las nubes y reflejar el calor del Sol de regreso al espacio, el dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero tienen el efecto opuesto, atrapando el calor cerca de la superficie del planeta y elevando las temperaturas.
Aunque los científicos han podido cuantificar durante mucho tiempo los impactos del calentamiento del dióxido de carbono, la influencia climática de varios tipos de aerosoles ha sido más difícil de precisar. Uno de los principales desafíos para proyectar la magnitud del cambio climático futuro es estimar en qué medida la sociedad seguirá emitiendo aerosoles en el futuro y la influencia de los diferentes tipos de aerosoles en las nubes y la temperatura.
En el nuevo estudio, Gettelman y sus colegas utilizaron dos de los modelos climáticos líderes en el mundo: el Modelo del Sistema Terrestre Comunitario (CESCM2) y un modelo conocido como ECHAM6.3-HAM2.3, que fue desarrollado por un consorcio de naciones europeas. Ejecutaron simulaciones en ambos modelos, ajustando las emisiones de aerosoles e incorporando las condiciones meteorológicas reales en 2020, como los vientos. Esto les permitió calcular la influencia de aerosoles como hollín, gotitas de azufre y polvos, así como otras partículas sobre las temperaturas, que no se destacarían en las mediciones meteorológicas normales debido al rango habitual de fluctuaciones en los valores.
Este enfoque les permitió identificar el impacto de las emisiones reducidas en los cambios de temperatura que eran demasiado pequeños para detectarlos en las observaciones reales, donde podrían verse oscurecidos por la variabilidad de las condiciones atmosféricas.
Paradójicamente, la contaminación en aumento enfría el planeta, por lo que tiene sentido que las reducciones de la contaminación lo calienten. En el 2020, se presentó una gran disminución en las emisiones de las industrias más contaminantes, y eso tuvo efectos inmediatos a corto plazo sobre las temperaturas. El nuevo estudio destaca las influencias complejas y, a menudo, conflictivas de diferentes tipos de emisiones de centrales eléctricas, vehículos de motor, instalaciones industriales y otras fuentes.
Cuando las emisiones de aerosoles disminuyeron en la primavera de 2020, más calor del Sol llegó al planeta, especialmente en países muy industrializados como China, Estados Unidos y Rusia, que normalmente emiten grandes cantidades de aerosoles a la atmósfera.
La primavera pasada, la temperatura media global de la Tierra fue entre 0.1 y 0.3 grados Celsius más cálidas de lo que se hubiera esperado con las condiciones climáticas predominantes, encontró el estudio. El efecto fue más pronunciado en regiones normalmente asociadas con emisiones sustanciales de aerosoles, con un calentamiento que alcanzó aproximadamente 0.37 grados Celsius en gran parte de China, Estados Unidos y Rusia.
Los resultados, muestran que el efecto fue más fuerte en las latitudes medias y altas del hemisferio norte que en los trópicos y en general en el hemisferio sur: la población mundial y los centros industriales se concentran en estas regiones del hemisferio norte. Además, el clima aquí tiene un rango de fluctuación mayor que en los trópicos.
La causa de estos resultados, indica el estudio, es que la contaminación del aire enfría el planeta. Así que es comprensible que un aire más limpio calienta la tierra.
La investigación señala que el impacto a largo plazo de la pandemia puede ser un cambio climático ligeramente lento debido a la reducción de las emisiones de dióxido de carbono, que permanece en la atmósfera durante décadas y tiene una influencia más gradual en el clima. Por el contrario, los aerosoles tienen un impacto más inmediato que se desvanece en unos pocos años.
Se espera que este estudio ayude a los científicos a comprender mejor la influencia de varios tipos de aerosoles en diferentes condiciones atmosféricas, ayudando a informar los esfuerzos para reducir el cambio climático.
Aunque la investigación ilustra cómo los aerosoles contrarrestan la influencia del calentamiento de los gases de efecto invernadero, se debe recalcar que emitir más de ellos a la atmósfera inferior no es una estrategia viable para frenar el cambio climático. Ya que el aumento de las emisiones de aerosoles contaminantes tiene graves consecuencias para la salud humana y la biodiversidad.
Pero el estudio advierte, respecto a lo que sucede si la humanidad reduce la contaminación del aire, por ejemplo, a través de filtros o catalizadores, pero al mismo tiempo no reduce las emisiones de gases de efecto invernadero. Entonces tenemos que esperar un salto de temperatura adicional. Así, que no hay otra opción que reducir emisiones de gases de efecto invernadero de manera integral con las emisiones de otros contaminantes atmosféricos.