Marcial Rodríguez Saldaña
Junio 04, 2020
En tiempos de crisis, como la que estamos pasando del coronavirus en nuestro país, brota de todo. En la inmensa mayoría del pueblo, se recrean y reafirman los valores de la solidaridad, de la fraternidad humana; pero en otros, las pequeñas minorías, les reaviva la avaricia, el individualismo, el egoísmo, el sectarismo, la irresponsabilidad, al amor por los privilegios, sus posiciones conservadoras, la hipocresía y la cobardía.
1.- El sábado 30 de mayo, grupos dentro de los cuales se encuentran uno denominado Frente Nacional Anti AMLO (FRENAA) y otro Congreso Nacional Ciudadano (CNC), convocaron a que la sociedad saliera masivamente a las calles en caravanas a protestar contra el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador. La respuesta fue pírrica, solo unas cuantas personas en vehículos de súper lujo salieron de paseo con cartulinas, a recorrer tramos cortos de avenidas de algunas ciudades de la República.
Lo llamativo del caso consiste en que estos grupos, su consigna principal era la renuncia el jefe del Estado mexicano.
2.- En un sistema democrático, como el que se está instaurando en México por la voluntad del pueblo, como resultado de la elección del primero de julio de 2018, los derechos y libertades deben florecer, y claro, todos tenemos el derecho a manifestar nuestra ideas a través de todos los medios a nuestro alcance y ejercer nuestros derechos políticos, entre ellos los de reunión y expresión. Pero lo que no se vale es incitar a la ciudadanía a violar una decisión democrática del pueblo como fue la elección de un presidente de la República en una jornada con el mayor grado de legitimidad que haya existido en toda la historia política de la nación, a interrumpir el funcionamiento de las instituciones democráticas por otras vías, porque a esas posiciones políticas se le llama golpismo.
3.- Las trasformaciones que se están aplicando en México, mediante reformas constitucionales y legales, se encuentran contenidas en el Plan Alternativo de Nación que se presentó en la campaña presidencial del 2018, por las cuales votó la inmensa mayoría de los electores; luego en el Plan Nacional de Desarrollo y en los Presupuestas de Egresos 2019 y 2020 aprobados por la Cámara Federal de Diputados, y en los programas específicos sectoriales de la Administración Pública Federal. De tal manera que las acciones del actual gobierno de la República están dotadas de plena legitimidad, constitucionalidad y legalidad. Por lo que nadie puede llamarse a engaño.
4.- Los partidarios del neoliberalismo que se aplicó en las tres décadas anteriores, en donde se accedió al poder público de manera ilegítima mediante fraudes electorales, se ejerció el poder en forma autoritaria, donde florecieron la corrupción, la complicidad con la delincuencia organizada y como consecuencia la violencia y la inseguridad, la violación a los derechos humanos, los privilegios para pequeños grupos, la subordinación de los presidentes en turno a los presidentes de Estados Unidos y a las políticas de los organismos financieros internacionales –como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial–, la entrega de nuestro patrimonio nacional a empresas del extranjero, el crecimiento de la pobreza y la ruina de sectores esenciales para el pueblo como el de la salud; hoy buscan, que lo que no ganaron democráticamente en las urnas, arrebatarlo mediante el golpismo.
5.- Dentro de estos grupos de conservadores, que han estado al servicio de los gobiernos neoliberales, se encuentran pequeños segmentos que se autodenominan “intelectuales” quienes han vivido de privilegios de esos regímenes, entre ellos Héctor Aguilar Camín, quien tiene a salvo todos sus derechos de libertad de expresión y aparece en programas de televisión y en revistas, como un analista dotado de una aparente dosis de imparcialidad. Pero lo que no se vale es la deshonestidad, esto es aparecer como un analista imparcial, pero en realidad ser un opositor a la 4T, a lo cual también tiene derecho, pero no lo dice en público sino en privado, en conversaciones con sus compañeros de estudios del Instituto Patria, con quienes el pasado 23 de mayo platicó y expresó que hay que quitarle el poder a AMLO, y ya de plano, al no tener argumentos se expresó de manera grosera e insultante en su contra, lo cual se llama cobardía.
6.- La vida democrática de una nación se caracteriza por el debate público, constante, abierto; pero esconder lo que en público no se quiere asumir con claridad y decirlo solo en círculos privados, es caer en la deshonestidad y en la falta de valor civil.
El alentar la caída del Presidente de la República legítimo es propiciar la desestabilización política y generar una crisis de la vida pública de la nación, lo cual es una actitud de extrema irresponsabilidad.
Afortunadamente, estos grupos no tuvieron eco, ni tienen simpatía en la ciudadanía, en razón de que la inmensa mayoría del pueblo de México le sigue ratificando su confianza al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
marcialrodriguezsaldana.mx