Tras la victoria en las urnas del ex alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, los comentarios de los medios y de la clase política colombiana comenzaron a girar en torno a los primeros actos del futuro presidente de Colombia. En efecto, durante buena parte de la campaña, algunos de los medios de comunicación –así como la mayoría de sus rivales políticos– pusieron de relieve su mal carácter y su supuesta intransigencia política, para denostar la plataforma política del ex líder del movimiento guerrillero M-19.
Sin embargo, contrariamente a lo previsto por los comentaristas, los gestos de Petro han ido en el camino de la conciliación. Desde el día de su victoria, el 19 de junio, Petro hizo un llamado para llevar a cabo un “gran acuerdo nacional”. Este llamado se tradujo en sendos encuentros con líderes políticos de la derecha, como el ex presidente Álvaro Uribe y el ex candidato presidencial Rodolfo Hernández. Por otro lado, Gustavo Petro ha dejado claro que contrariamente a lo sucedido en Perú, en donde el presidente Pedro Castillo ha enfrentado grandes dificultades para determinar una orientación política clara y de esta manera cimentar una mayoría política en el país, el tendrá como brújula la construcción de consensos políticos que le permitan reformar su país. No sólo se trata de aumentar la capacidad de recaudación del Estado, por la vía de una reforma fiscal progresiva, sino también de llevar a cabo una verdadera reforma agraria (que, recordémoslo, fue el motor del conflicto armado que ensombreció a Colombia durante casi seis décadas) y una transformación del sector salud, altamente dependiente del sector privado. Para implementar esta agenda ambiciosa, cuando el partido en el gobierno no dispone de una mayoría en el Congreso (la coalición que respaldó a Gustavo Petro, el “Pacto Histórico”, se afianzó no obstante como la primera minoría a nivel nacional durante las elecciones legislativas el pasado mes de marzo), es indispensable dialogar con la oposición, y buscar puntos de acuerdo. En este sentido, Petro buscó con éxito a las dirigencias de los partidos liberal, conservador y de la U (partido creado durante los gobiernos del expresidente Álvaro Uribe), que aceptaron respaldar la agenda legislativa del gobierno. Este anuncio fue el primer éxito político del gobierno de Petro.
Pero para consolidar esta tendencia era necesario tener una idea más clara del gabinete del futuro gobierno. Y en este caso, contrariamente a lo que afirmaba buena parte de la clase política así como de los medios de comunicación, las designaciones anunciadas hasta ahora han sido un acierto. En primer lugar, Gustavo Petro nombró como ministro de Hacienda a un respetado profesor de Economía de la Universidad de Columbia en Nueva York, José Antonio Ocampo. En el pasado, Ocampo fue ministro de Agricultura del presidente César Gaviria (1993-1994), así como ministro de Hacienda durante el gobierno de Ernesto Samper (1996-1998) –ambos presidentes eran afiliados al partido liberal. Asimismo, en el plano internacional, se desempeñó como secretario ejecutivo de la CEPAL (1998-2003), así como subsecretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para asuntos económicos y sociales (2003-2007), bajo el mandato de Kofi Annan. De manera que contrariamente a lo que vaticinaban los detractores de Petro, el manejo financiero de Colombia será responsable, y al mismo tiempo estará alineado con las prioridades del nuevo jefe del Ejecutivo: reforma fiscal progresiva, respaldo a una reforma agraria que disminuya la concentración en la tenencia de la tierra y al mismo tiempo aumente la productividad. Otro sector clave es la educación. El nombramiento de Alejandro Gaviria, ex rector de la universidad de Los Andes –una de las más respetadas del país– como ministro fue también considerado como un logro por expertos del ramo.
La totalidad del gabinete de Gustavo Petro no ha sido revelado en su totalidad aún. Pero hasta ahora, las cosas van por buen camino. Esperemos que así siga.

* Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París

Twitter: @Gaspard_Estrada