Abelardo Martín M.
Noviembre 12, 2024
Aunque en sentido estricto no fue una sorpresa, la apabullante victoria del republicano Donald Trump ante su adversaria, la demócrata Kamala Harris, que lo llevará de nuevo en enero próximo a la Casa Blanca para gobernar Estados Unidos por un segundo periodo de cuatro años, ya genera diversas reacciones en los mercados y en las esferas políticas internacionales, que toman en cuenta las radicales medidas anunciadas durante la campaña electoral por el próximo mandatario norteamericano.
Y si bien la Presidenta Claudia Sheinbaum aseguró en una primera reacción que en su gobierno “no hay motivo ninguno de preocupación” por el triunfo de Trump, y al día siguiente le llamó para felicitarlo, lo que derivó en un “diálogo muy cordial” en que hablaron de la buena relación que habrá entre México y Estados Unidos, habrá que tomar estas acciones como parte de una prudente estrategia diplomática, pero las amenazas vertidas en el tema migratorio y en materia económica por el republicano aún están frescas, y de llevarse a cabo, se convertirán el próximo año y los siguientes en complejos retos para el mundo entero, y en particular para nuestro país.
Mientras ello ocurre y el señor Trump es nuevamente investido como mandatario, en el ámbito interno las cosas se le siguen acomodando a la doctora Sheinbaum, que con el apoyo del Congreso ha podido dar el soporte legal para una profunda reforma del sistema judicial, que el próximo año culminará con la elección por el voto ciudadano de una nueva Suprema Corte, de los tribunales y de toda la estructura con la que se imparte justicia en el territorio nacional. La rebelión de un grupo de ministros de la actual Corte no fue suficiente para echar abajo esta reforma, que ya vigente, no tiene obstáculos que impidan ejecutarla.
Esta semana se dará cauce a otras modificaciones constitucionales por las que desaparecerán diversos organismos a los que en décadas recientes se les dio autonomía, lo cual derivó en instancias muy onerosas, con una burocracia dorada, todo ello realmente innecesario para garantizar la transparencia y los derechos de los mexicanos. Con todo ello se sigue perfeccionando el andamiaje legal de un gobierno pensado para el pueblo, eliminando privilegios y achicando gastos que terminábamos pagando todos los contribuyentes.
Donde no acabamos de ver la salida es en Guerrero, entidad lo mismo azotada recurrentemente por desastres naturales, que víctima de la violencia criminal que parece no tener control. No hay semana en la que no sepamos de nuevas acciones delincuenciales en perjuicio de familias, comunidades y gremios, llevadas a cabo por maleantes que se saben impunes y se sienten dueños de vidas y territorios.
Esta situación generó incluso la reflexión del arzobispo de Acapulco, Leopoldo González, quien consideró preocupante que las personas y comunidades de la región estén sumergidas en el miedo y la inseguridad.
En este tenor, en los primeros días del mes siete integrantes de una familia fueron asesinados en su hogar por sicarios en el poblado de Tres Palos, en la zona rural de Acapulco; luego, de un grupo de diecisiete comerciantes desaparecidos a fines de octubre en la comunidad de El Epazote, cerca de Chilapa, entre los que se encontraban mujeres y niños, once cuerpos fueron abandonados en Chilpancingo, muertos aparentemente a manos de un grupo criminal de los que dominan la entidad.
Para completar el cuadro, el reportero de esta casa editorial, Luis Daniel Nava Jiménez, fue asaltado y despojado de su computadora y teléfono celular, por hombres armados y vestidos como policías estatales, frente a su domicilio en Chilpancingo, luego de acudir a cubrir el sepelio de los once comerciantes asesinados.
Como contraste trágico, la gobernadora Evelyn Salgado fue exhibida en redes sociales mientras festejaba y cantaba junto a “Coque Muñiz en la inauguración del Centro Cultural El Partenón, de Zihuatanejo, justo la noche en que la fiscalía estatal daba a conocer el hallazgo de los once cadáveres abandonados en las afueras de la capital guerrerense.
Se trata de ataques de la derecha, por ser mujer y de Morena, ha respondido la mandataria, pero en materia política las coincidencias pueden ser simbólicas y contundentes.
Lo cierto es que la criminalidad continúa rampante no sólo en Guerrero. El fin de semana tuvimos la noticia del ataque perpetrado por pistoleros en un bar en el centro de Querétaro, donde dispararon ráfagas contra todos los comensales, con un saldo de diez muertos y trece heridos. Y veinticuatro horas después un evento que parece calcado ocurrió en Cuautitlán, en la periferia de la gran metrópoli, con seis fallecidos registrados hasta el momento.
La criminalidad está presente sin importar colores políticos o banderas partidarias. Y los gobiernos de todos los niveles tienen en este tema uno de sus principales desafíos. Además de Trump