Sin echar las campanas al vuelo, ni pecar de soberbios, los morenistas de Guerrero, debemos de comenzar a diseñar el gobierno que habrá de encabezar la licenciada Evelyn Salgado Pineda, a partir del 15 de octubre de este año.
Del primer domingo de junio, en el que el triunfo contundente de Morena confirme en las urnas lo que es evidente en las calles –la victoria con amplio margen de Morena en la votación por la gubernatura del estado–, prácticamente hay cuatro meses y medio para poder planear, diseñar, y modificar lo que se necesite reformar legislativamente para que la próxima gobernadora de Guerrero comience su gestión a tambor batiente y pueda dar a la ciudadanía resultados de inmediato.
Los problemas que señalan las y los guerrerenses en todas las entrevistas son muy claros y recurrentes: seguridad, empleo, enfrentar el impacto económico de la pandemia y continuar con la lucha contra la pobreza y sus causas que ha emprendido el presidente López Obrador.
Siguiendo el espíritu de austeridad republicana, habrá que hacer un análisis desapasionado de lo que debe de cambiar en el gobierno del estado, revisar qué dependencias tienen que ajustarse, modificarse o desaparecer, para poder concentrar los pocos recursos públicos de la mejor manera.
Los casi cinco meses de transición no es un periodo de vacacional, es un tiempo valiosísimo que debe de utilizarse con inteligencia para la planeación democrática y la construcción de un plan estatal de desarrollo que sea la guía de la administración pública estatal, en el periodo 2021-2027.
La gobernadora debe tener plena libertad por parte de los militantes y de los equipos políticos, para hacer los nombramientos que ella considere oportunos, sin chantajes, sin reclamar compromisos de campaña.
En Morena lo tenemos muy claro, luchamos por la transformación nacional y no por puestos, luchamos por encargos no por cargos, luchamos no por los puestos y las prebendas sino por la justicia, la libertad y los derechos humanos.
Evelyn deberá de construir un gobierno no paritario, sino mayoritariamente compuesto por mujeres y no solo a nivel secretarías, sino en las subsecretarías, en las direcciones generales, direcciones y jefaturas de departamento.
Debe de ser un gobierno donde las mujeres ocupen el papel central, y así será porque al menos la mitad del Congreso será ocupado por mujeres, las ciudades más importantes del estado serán gobernadas por mujeres y el Ejecutivo será encabezado por una joven mujer.
El gobierno de Evelyn Salgado deberá ser revolucionario y poner en el centro de la estrategia la agenda feminista.
Es necesario hacer un ajuste real a las dependencias, a los Organismos Públicos Descentra-lizados y Establecimientos Pú-blicos de Bienestar Social, para que los recursos no se vayan en más del 70 por ciento en gastos operativos, sueldos y salarios, sino que se pueda invertir esta ecuación y los gastos, sueldos y salarios, solo representen un máximo del 40 por ciento para así poder invertir el resto del presupuesto en las cosas verdaderamente importantes.
Las y los guerrerenses, las y los morenistas, las y los partidarios y aliados de la Cuarta Transformación debemos predicar con el ejemplo. Se acabaron los tiempos en que el gobierno se construía a partir de cuotas y cuates, hoy el gobierno lo deben de constituir mujeres y hombres, sobre todo mujeres, capaces, experimentadas, honestas, leales, trabajadoras y comprometidas con Guerrero y con México.
No tengo duda de la valía de las mujeres, por el contrario: estoy convencido de que las mujeres son genética e intelectualmente más capaces que los hombres, más honestas, más organizadas, con mayor capacidad de trabajo y mayor capacidad de concertación.
Por eso, a mí un gobierno de mujeres me representa, un estado en donde Acapulco, Chilpancingo y Zihuatanejo, sean gobernados por mujeres, me hace sentir orgulloso; un estado en donde la mitad del Congreso sean mujeres, me hace sentir representado; un estado en donde la titular del ejecutivo sea una mujer de menos de 40 años, me representa y representa a más de la mitad de la población y a los grupos que menos atención han recibido.
En la recta final de las campañas, con alegría, cantando, resistiendo, luchando y organizados, en unidad y movilización, vayamos a materializar el triunfo en las urnas, convirtamos esa efervescencia que hay en las calles, en votos en las urnas, hagamos que Guerrero se pinte de guinda y una vez consumada la victoria concentrémonos en hacer un magnifico trabajo preparatorio, para que la gobernadora tenga desde el día uno las condiciones legales, legítimas, económicas y administrativas para desarrollar el mejor gobierno de la historia de Guerrero.
Es posible, estamos a unos días de lograrlo, no aflojemos el paso, sigamos juntas y juntos con alegría, hasta la victoria.