EL-SUR

Miércoles 24 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Luis Fernando Granados

Humberto Musacchio

Julio 12, 2021

Luis Fernando Granados

Murió en la Ciudad de México, donde nació en 1968, el historiador Luis Fernando Granados Salinas, doctor por la Universidad de Georgetown. Fue profesor de la Universidad de Illinois y actualmente era profesor-investigador de la Universidad Veracruzana. Colaboró en diarios, fue cofundador y director de la revista Epitafios y dirigió el suplemento bibliográfico Hoja por Hoja (1997-98). Su primer libro, publicado a los 21 años, apareció por entregas en La Jornada y después se editó como Amanecer. La revolución francesa, obra a la que siguieron varias más que ya comentaremos. Fuimos coautores del Diccionario Enciclopédico del Estado de México (1999). Buen hijo de Miguel Ángel Granados Chapa, fue un ser productivo y generoso. Su muerte duele profundamente.

Conacyt pagará becas

El juzgado décimo de distrito en materia administrativa ordenó al Conacyt pagar las becas a los investigadores de las universidades privadas, quienes se ampararon ante los cambios al reglamento del Sistema Nacional de Investigadores que se dieron a conocer el pasado 20 de abril. El juicio seguirá su curso, pero por lo pronto se consideró que es discriminatorio hacer una diferencia entre los centros de investigación públicos y privados, de modo que el SNI tendrá que pagar a los mil 600 investigadores que habían quedado sin ese recurso que en 2019 llegaba a 30 mil 500 beneficiarios, muchos de los cuales carecen de una obra digna de ese nombre. De paso, cabe decir que la productividad de los investigadores de instituciones privadas es, en promedio, del doble que sus colegas de universidades públicas.

Contra la idea de “la conquista”

“Quitémonos la idea de que somos conquistados”, dijo al reportero Luis Carlos Sánchez (El Heraldo, 8/VII/21) el historiador Pedro Salmerón, quien hace unos días fue designado director del Museo Regional de Guadalajara y acaba de publicar La batalla por Tenochtitlan (FCE, 2021). El autor sostiene que “la derrota militar de México-Tenochtitlan no implica la conquista de México ni mucho menos el discurso de que los españoles vinieron y nos conquistaron”, lo que hizo creer Hernán Cortés en sus cartas a la Corona española, aunque lo cierto es que la resistencia se mantuvo en pie durante décadas y siglos en diversos puntos del actual México. Salmerón agrega que el discurso nacionalista del siglo XIX y del PRI en el siglo XX “compró el cuento de Hernán Cortés y lo repitió”. Hay materia para el debate.

Defiende la violencia “feminista”

En defensa de las llamadas feminazis, declaró Marta Lamas a un diario capitalino: “Tenemos que definir bien si pintarrajear un monumento o romper una puerta es violencia. Son actos disruptivos, confrontativos, pero frente a los feminicidios, yo diría que no son violencia. El movimiento feminista no ha matado a nadie…”. No que sepamos, pero los grupos violentos sí han agredido a las mujeres policías, a las que han golpeado, vejado e incluso han lanzado ácido a la cara. Pero de acuerdo con la señora Lamas, debemos esperar a que esas bandas delictivas maten a alguien. No casualmente, grupos de feministas menos condescendientes han reprobado esa violencia que desprestigia una causa que todos debemos asumir y defender.

La Modotti y Lupe Marín

En la Enciclopedia de la Literatura en México, de la Fundación para las Letras Mexicanas, la muy escueta ficha dedicada a Guadalupe Marín está acompañada de una imagen que al pie tiene el nombre de esa autora, pero en realidad no es la autora de La única, pues se trata de una fotografía conocida por todo mundo, menos por los encargados de la citada Enciclopedia. La mujer de la foto es Tina Modotti y quien la tomó es Edward Weston, a quien no se reconoce el debido crédito. Se requiere la supervisión de alguien que esté suficientemente familiarizado con las letras mexicanas, sus personajes y los derechos de autor.

Francisco Sosa,
la prensa y el libro

En los años ochenta del siglo XIX, escribió Francisco Sosa en El Nacional: “El periódico, enemigo del libro por más que lo anuncie y elogie, absorbe casi por completo a la mayoría del pueblo lector con asuntos de poco momento las más de las veces, y le fatiga, de suerte que no le deja horas disponibles para consagrarse con reposo, no ya al estudio, ni aun siquiera a la simple lectura de la obra científica o histórica, y por eso, mientras que son familiares para la juventud y para la sociedad entera los nombres de los poetas, de los oradores, de cierto literatos y, sobre todo, de los periodistas, muy poco saben cuáles son los trabajos filológicos de Pimentel, las eruditas bibliografías de García Icazbalceta, las notables operaciones quirúrgicas de Montes de Oca, Lavista y Liceaga, los estudios químicos de Río de la Loza, los botánicos de Herrera, las investigaciones arqueológicas de Larráinzar, y las tareas que respectivamente han llevado a cabo en los diversos ramos que constituyen el saber humano, los especialistas mexicanos”. Por supuesto, don Panchito pretendía ignorar que los periódicos suelen incitar a la lectura de libros, pues la información incita a profundizar en determinados temas. El periódico y el libro no son enemigos. Son ramas del mismo árbol.