Humberto Musacchio
Diciembre 23, 2024
LA REPÚBLICA DE LAS LETRAS
Madruguete en Zacatecas
En plena madrugada, antier sábado, en Zacatecas, de-cenas de cuadrillas inicia-ron la construcción de un viaducto elevado sobre la ciudad, proyecto del gobernador David Monreal, que autorizó Jorge Isidoro Car-doza, delegado de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, quien incurrió en responsabilidad punible, pues no se cuenta con el indispensable permiso del Instituto Nacional de Antropología e Historia ni el aval del Ayuntamiento de la capital zacatecana. El capricho del Ejecutivo del estado se enfrenta a una cerrada oposición de los sectores académico y empresarial, así como de diversas orga-nizaciones sociales, que se oponen a la obra citada porque alterará la visión de conjunto de una de las ciudades más bellas del país, además de que por su costo de 3 mil 642 millones de pesos y el hecho de que su terminación no ocurrirá bajo la administración monrealista, al agravio urbanís-tico y estético agrega un déficit que pesará en las finanzas de la entidad. El INAH y otras autori-dades deben exigir que caiga todo el peso de la ley sobre los responsables de este atentado contra el patrimonio artístico e histórico, no sólo de Zacatecas, sino de la nación.
Obras inconclusas en la CDMX
Celebra Gerardo Ochoa Sandy que se estableciera una reasignación de mil 500 millones de pesos del presupuesto federal en favor del INAH y otro tanto del INBAL, lo que representa un éxito para Claudia Curiel de Icaza, secretaria de Cultura, quien ha podido rescatar esa suma, pues el recorte aplicado a las finanzas del sector es de diez por ciento respecto de 2024, a lo que habrá de au-mentarse la inflación. Curiel de Icaza recibió una herencia enve-nenada de su antecesora, pues están inconclusas obras como el Proyecto Chapultepec, numerosos museos se hallan en un abandono criminal, la red nacional de bi-bliotecas fue dejada a su suerte y no pocos institutos de cultura están cerca de morir por inanición. AMLO dejó las finanzas del gobierno federal en situación ruinosa, y sin reforma tributaria las cosas irán de mal en peor. La cultura es sólo una de las áreas de desastre.
El logotipo de los Pumas
Hace medio siglo, Manuel Pajarito Andrade diseñó el emblema del equipo de futbol Pumas. El personaje, quien acaba de morir a los 80 años, dio una muy notoria identidad no sólo al conjunto deportivo, sino a todo universitario, pues el puma representa fuerza, inteligencia, rapidez y otras cualidades. Andrade trabajaba entonces en Difusión Cultural de la UNAM y, por supuesto, era un seguidor de la escuadra futbolera, pero el éxito del logotipo rebasó por mucho el ámbito atlético y dio prestigio a México, pues la excelente composición hoy podemos verla en cualquier nación europea lo mismo que en China y la India o en países africanos. Nuestro diseño gráfico está de luto.
¿Es cártel o cartel?
Al castellanizarse los nombres geográficos que en lengua náhuatl eran todos graves, unos acabaron por convertirse en agudos (Culiacán, Tizapán) y otros en esdrújulos, como México, pero muchos siguieron siendo graves, como Acolman o Tlalpan. Esas diferencias de pronunciación se deben a la evolución de la lengua, de ahí que en sus Gramatiquerías, don Lázaro Montes, que mucho sabía de estas cosas, se refiriera al hecho de que Salvador Novo postulara que debía decirse Teotihuacan y no Teotihuacán, lo que tuvo éxito porque “sus epígonos lo obedecieron y aún lo obedecen a pie juntillas”. En otra ocasión, don Lázaro citaba también el caso de cartel, “que figura en la lengua española desde el siglo XVIII”, proveniente del italiano cartello y del francés cartel y estos a su vez del latín charta, pero el uso o el abuso han hecho que ahora, a una pandilla criminal le llamemos cártel, pese a que las palabras del español terminadas en el son agudas (mantel, cincel, redondel, etc.) con sólo cuatro excepciones: ángel, cárcel, túnel (del inglés tunnel) y níquel, del alemán nickel, abreviación de Nicolaus, nombre despectivo que le dieron los mineros al metal citado. En suma, la evolución de las palabras es producto de las necesidades sociales, de la incorrección generalizada, la irracionalidad o de hechos un tanto fortuitos.
Querol, según Pío Baroja
En 1921, cuenta Antonio Acevedo Escobedo en su libro Vientos de los 20’s, “el público de la época se apasionaba hasta extremos increíbles con la noticia de que los Pegasos del escultor catalán Querol iban a ser cambiados de sitio”, lo que en efecto ocurrió, pues para no acelerar el hundimiento del palacio de mármol, los caballos voladores fueron retirados de la parte superior del inmueble y llevados al Zócalo para instalarlos en las esquinas de la plaza, donde permanecieron hasta 1928. Pero lo más interesante es que Acevedo dice de Agustín Querol que “según ciertas habladurías recogidas por Pío Baroja en sus Memorias, era un bueno para nada que se colocaba una bata de escultor y movía entre sus manos un trozo de arcilla al recibir a los ingenuos en su pretendido taller. Varios escultores le ejecutaban los encargos que luego él cobraba. Vaya usted a saber la verdad de todo esto”.