Tryno Maldonado
Febrero 06, 2024
METALES PESADOS
Ismael Villagómez Tapia fue un fotoperiodista chihuahuense que en los últimos años laboró para El Heraldo de Ciudad Juárez. También conocido como El Tigre, a Ismael lo recuerdan sus compañeros como alguien amable y carismático. Por desgracia, su pareja y sus cuatro hijos no volvieron a verlo con vida desde la madrugada del 16 de noviembre de 2023. Ismael fue emboscado en su camino al municipio de Villa Ahumada, a donde se dirigía para realizar una cobertura fotográfica como parte de su trabajo.
Ismael es el más reciente caso de una extensa y trágica lista de periodistas que han sido asesinados en México por su desempeño profesional. Artículo 19, en su capítulo México, ha documentado un total de 163 asesinatos de periodistas desde el año 2000 a la fecha. Tan sólo durante los cinco años que van del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, esta organización ha registrado 43 homicidios dolosos contra comunicadores por razón de su oficio.
Apenas el 25 de septiembre –casi dos meses antes del asesinato de Ismael Villagómez–, el reportero Jesús Gutiérrez Vergara también había sido asesinado en San Luis Río Colorado, Sonora. Jesús entrevistaba a un grupo de poli-cías municipales cuando un grupo armado abrió fuego contra ellos. Jesús es el séptimo periodista asesinado por su labor periodística en Sonora durante el gobierno de López Obrador.
En 2022, durante el cuarto año de AMLO, México refrendó su estatus como el país más peligroso del orbe para la prensa, sin que las autoridades federales hayan logrado mitigar el problema a la fecha. Ha ocurrido lo opuesto: han echado leña a la hoguera de la señalización contra quienes ejercen la tarea de informar. El riesgo para las y los comunicadores en México está por encima de países que transitan conflictos armados formales, como Ucrania, que ocupó el segundo lugar durante la invasión rusa. La organización Reporteros Sin Fronteras ubica a América Latina como la región más riesgosa para el periodismo, con un total de 47.3 por ciento de muertes violentas por ejercer la profesión. Pero de ese universo de terror México tiene las cifras más alarmantes.
Nelson Matus Peña dirigía el portal de noticias Lo Real de Guerrero. El 15 de julio de 2023, Matus Peña fue asesinado mientras se encontraba estacionado en el exterior de una tienda departamental. Matus había denunciado ya amenazas en su contra por su quehacer informativo. Había sufrido dos ataques previos a los que sobrevivió: uno en 2017 y posteriormente otro en 2019.
El 26 de enero pasado fue filtrada en internet una lista de quienes han acudido a cubrir las conferencias de propaganda matinales de López Obrador. Dicha lista contiene datos personales de más de 300 periodistas, como las credenciales del INE, domicilios y números telefónicos. Esta exposición les deja en una situación de inseguridad aún mayor, sin precedente, en un contexto de persecución y ataques letales a la prensa. Algunos de quienes han acudido a esas conferencias afirman que tales datos no les fueron requeridos para su acreditación oficialmente. ¿De dónde se obtuvo esta información tan delicada y con qué fines fue filtrada si el gobierno está obligado a resguardar los datos personales de los ciudadanos? No es gratuito recordar que día a día en ese espacio oficial pagado con dinero público se lleva a cabo un cadalso en tiempo real para señalar, atacar, acusar, calumniar, estigmatizar a periodistas y a dueños de los medios.
Luis Martín Sánchez Íñiguez, de 59 años, fue el tercer periodista del diario La Jornada en ser desaparecido por su trabajo periodístico en Nayarit. La última vez que se vio con vida a Luis Martín fue en Tepic, el 5 de julio de 2023. Por desgracia, su cuerpo fue encontrado tres días más tarde, el 8 de julio.
En la presentación del informe Buenas prácticas y desafíos en la investigación de delitos cometidos contra personas defensoras de derechos humanos y periodistas, Jesús Peña Palacios, responsable a cargo de la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), afirmó que entre 2019 y 2023 se registraron 41 asesinatos de periodistas, seis de trabajadores de medios de comunicación y 91 de defensores de derechos humanos en México.
El 23 de mayo de 2023, el reportero Marco Aurelio Ramírez Hernández fue acribillado afuera de su domicilio, en Tehuacán, Puebla, a plena luz del día. Marco Aurelio cumplía 30 años de escribir en medios poblanos como Central, Cuarto Poder y Estéreo Luz.
Tras ese nuevo asesinato de una larga cadena imparable contra periodistas, la ONU-DH hizo otro enérgico llamado a las autoridades para redoblar esfuerzos en las investigaciones: “El asesinato del periodista Marco Aurelio Ramírez debe alertarnos sobre la urgencia de profundizar el reconocimiento de la libertad de expresión y el ejercicio del periodismo como pilares de una sociedad democrática y no permitir que estos hechos queden en la impunidad”.
Mientras tanto, de manera irresponsable e indolente, en las conferencias matutinas de AMLO arrecian cada vez más las puyas contra quienes él considera “el hampa del periodismo”.
Solidaridad con las y los compañeros periodistas en esta época tan ingrata para cumplir con su labor.