El pasado miércoles 17 de abril el ex presidente del Perú, Alan García, se suicidó por un escándalo de corrupción con el caso Odebrecht. Pertenece a esa clase de sucesos en donde la vida, la realidad, se transforma en un suceso tan mórbido y truculento que parece estar tejido por algún talentoso novelista policiaco. Aunque en verdad, nunca sabremos qué fue primero: si las intrigas y los crímenes en la vida real y de ahí surge la ficción; o si acaso los entramados de las novelas policiales han influido en la realidad.
Este fenómeno de ida y vuelta, realidad-ficción, ficción-realidad, ha generado algunos de los libros más fascinantes de los últimos tiempos: Anatomía de un instante de Javier Cercas, en donde, retomando la idea de Vargas Llosa de Conversación en la catedral; se pregunta en qué momento se jodió el Perú; reflexiona de manera histórica y profunda sobre el caso de Adolfo Suárez y si acaso en ese momento fue cuando España cayó en un derrotero en el cual se ha sumergido, cada vez más, en una mentira.
También, el profundo escritor colombiano Juan Gabriel Vázquez escribió en años recientes La forma de la ruinas, una novela que se asienta en una honda reflexión histórica sobre el asesinato de dos presidentes, Jorge Eliécer Gaitán y Rafael Uribe y Uribe; aquí, se plantea precisamente la misma pregunta, respectiva, de Vargas Llosa y Cercas, en qué momento se jodió Perú, España y Colombia; y en donde también hace un recorrido estremecedor y delirante sobre las teorías de la conspiración sobre el asesinato de líderes de estado que lo llevan, por supuesto, hasta el asesinato icónico del siglo XX, el de John F. Kennedy y toda la literatura, precisa o desquiciada, que existe sobre este suceso.
Sin duda en México vivimos un momento similar hace 25 años en el cual no sólo México se jodió sino que se transformó en algo que aún no alcanzamos a vislumbrar y a comprender del todo; el asesinato del candidato del partido hegemónico por esos días, el PRI, Luis Donaldo Colosio.
Se trata de un crimen que se transformó en un fenómeno en donde todo cabe, desde las teorías de Estado, muy poco novelescas, hasta las conspiraciones más descabelladas que pueden llegar tan lejos como se antoje.
El novelista F.G. Haghenbeck (Ciudad de México, 1973) y el novelista gráfico y no gráfico e ilustrador BEF (Ciudad de México 1972) han escrito una novela gráfica precisamente sobre este momento de la Historia de México, Matar al candidato, en la cual se sumergen en el terrible misterio de Colosio. Lo hacen con un gran oficio, pues crean el personaje de una periodista a la que su editor le asigna la tarea de investigar el caso Colosio 25 años después. También tienen los autores un gran acierto al comenzar el libro con otro asesinato de Estado paradigmático en la historia moderna de México, el de Álvaro Obregón, que no debemos de olvidar que Jorge Ibargüengoitia y Vicente Leñero escribieron sobre él.
Matar al candidato nos sumerge en ese momento ocre de México qué sigue tan oscuro, tan inteligible como si hubiera sucedido hiciera tan solo unos instantes. El enigma “Mario Aburto” y las tres posibilidades del mismo; la posible culpabilidad, oscuramente inocente del PRI… Es una novela gráfica en la que en unas cuantas páginas podemos ilustrar a los jóvenes uno de los instantes que han definido nuestro presente.
Es un libro preciso sobre uno de los momentos más terribles de nuestra historia. Una espectacular novela policiaca en la cual en cuanto más se reflexiona sobre ella, menos se comprende.
(F.G. Haghenbeck, BEF, Matar al candidato, Ciudad de México, Sexto Piso, 2019. 59 páginas).