EL-SUR

Jueves 18 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

LA POLÍTICA ES ASÍ

Morena en la encrucijada

Ángel Aguirre Rivero

Febrero 07, 2020

De no ocurrir un golpe de timón en los meses que vienen, los precandidatos de Morena en Guerrero tendrán que sacar sus procesos internos, divididos a nivel nacional y local.
La asonada para defenestrar a la secretaria general Yeidckol Polevnsky tuvo un efecto espejo en Guerrero y se consolidaron dos bandos que ya estaban en pugna: uno a favor de Alfonso Ramírez Cuéllar y otro que lo desconoce.
El peligroso juego de suma cero al que juegan en Morena local, se repite en la 62 Legislatura y el cabildo de Acapulco, sumidos en un conflicto del que todavía no emergen.
La impugnación que presentó Polevnsky ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial viene a confirmar la neutralidad y la distancia que ha tomado de este conflicto el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien probablemente percibe que formar parte de estas reyertas acentuaría el lento pero sostenido declive que sufre en las encuestas.
De nada sirvió el jalón de orejas que vino a dar el Presidente a los adelantados, cada uno de ellos mantiene su activismo; no se dieron por aludidos.
Morena muestra una fortaleza en las mediciones que se hacen para elegir gobernador en 2021. La marca López Obrador aún les da cobijo gracias a los programas sociales que como un efecto natural, han aglutinado a cientos de miles de beneficiarios de los apoyos en efectivo y en especie que entrega el gobierno federal.
Sin embargo, los actores y promotores de los cotidianos desencuentros, parecen ignorar que el prestigio político en la era de las redes sociales es sumamente volátil y la acumulación de errores es un factor determinante para perderlo.
Por ejemplo en la 62 Legislatura, el nuevo presidente de la Junta de Coordinación Política enfrenta la disyuntiva de exhibir las cuentas que entregó su antecesor (quien ha sido duramente cuestionado por el destino que dio a millonarios ahorros en el Congreso); o bien, Jesús Villanueva puede optar por callar. Ninguna de las dos le favorece a la marca política Morena, que se rige bajo las premisas de no robar, no mentir y no traicionar al pueblo; mandatos que sus diputados, seguramente tienen presentes en cada votación que emiten y en cada intervención en tribuna.
El otro rostro visible de Morena se encuentra en Acapulco, donde la alcaldesa Adela Román se apuntó en la liza por la gubernatura, si su partido se decanta por la candidatura de una mujer.
Porque es cierto: otro factor que incidirá es la determinación del género que habrá de representarlos en Guerrero: hombre o mujer.
Pero los señalamientos y denuncias que desde dentro recibe la alcaldesa, de desviarse de los principios de este partido, aunado a la inestabilidad de su gabinete y la insatisfacción ciudadana, no la convierten en la mejor opción.
En las cúpulas nacionales de este partido se comenta que no basta con ir adelante en las encuestas, y que es más importante llevar una candidatura que dé certeza de un buen gobierno. Esto es, los antecedentes cuentan.
Tampoco pueden los morenistas ignorar que en la elección de 2021, no aparecerá en la boleta el presidente López Obrador, bajo cuyo cobijo accedieron a cargos de representación popular personajes que a juzgar por su deficiente desempeño, tendrán debut y despedida de la política.
Morena no ha logrado integrar un padrón importante de afiliados en Guerrero, donde cuentan con menos de 60 mil seguidores empadronados.
De no conjurar la crisis interna que enfrentan, los liderazgos de Morena repetirán el error que han llevado a la izquierda de Guerrero a la derrota: la división.
En las semanas que siguen, Morena deberá encontrar la salida de la encrucijada que se crearon ellos mismos, para convertirse en una fuerza política que sea útil al propósito que le dio vida política: apoyar los pobres y transformar la vida pública del país, pero sobre todo, de Guerrero.

Del anecdotario

Esta semana recordamos a Nicolás Melo Méndez, alias El Camachón, quien alguna vez me narraba un pasaje que sucedió en su comunidad La Guadalupe, municipio de Ometepec.
Me platicaba alguna vez que hubo un incidente en su pueblo, y tenían a un comisario sumamente rígido y autoritario, por lo que les impuso una multa o trabajo comunitario a quienes habían participado en la trifulca.
Entre los ciudadanos había uno de ellos que no se había involucrado y aún así fue presentado ante el comisario, quien le dijo: –¿Multa, o trabajo comunitario?
–Señor comisario, yo no participé en el conflicto… Yo vi la pelea desde un cerro y no me involucré.
A lo que el comisario contestó: –De todas maneras pagas la multa.
–Pero señor comisario, le insisto que yo no participé.
A lo que contestó el comisario: –Pleito hubo; no peleaste porque no quisiste, así que pagas.
La vida es así…