EL-SUR

Martes 23 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Morena, la ideología y el proyecto

Arturo Martínez Núñez

Mayo 10, 2022

 

Morena es la esperanza de México. Morena es un partido joven con todas las virtudes y carencias que ello implica. La vida institucional del partido es casi nula y la gran amalgama que nos mantiene cohesionados es el enorme liderazgo de nuestro líder y Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador. Esta ha sido nuestra principal fortaleza, pero no es suficiente para los desafíos del porvenir, entre otros, la consolidación del proyecto de la Cuarta Transformación Nacional.
Morena no puede ser un partido exclusivamente electoral. Necesitamos avanzar y profundizar en la capacitación de cuadros, en el relevo generacional y en la formación ideológica que nos dé la base de un proyecto nacional que tenga profundidad y largo aliento. Aunque todos deseamos que durara muchos años, ese gran centro de gravedad que es el presidente de la República, dejará de serlo en algún momento y no podemos arriesgarnos a que nuestro movimiento navegue sin rumbo y se convierta al paso de los años en una maquinaria electoral sin principios, sin guía y sin ideología. No somos iguales decimos todo el tiempo, pero muchas veces actuamos igual.
Morena es un partido de izquierda y sus militantes deben de saber con claridad qué significa esto. Nuestros principios no pueden ser solamente “no mentir, no robar y no traicionar” porque estos no son principios ideológicos sino más bien valores éticos y morales. Un ultraderechista podría no mentir, no robar y no traicionar y esto no lo convertiría en afín a Morena. Si en su momento las alianzas estratégicas y tácticas con personajes de dudosa calidad fue necesaria y hasta plausible, hoy no necesitamos salir a buscar fuera lo que en casa tenemos de sobra, sin que ello signifique exceso de confianza o soberbia política. La indefinición ideológica permitiría que cualquier personaje pretenda ser candidato de Morena sin conocer, apoyar ni respetar nuestros principios. Esta es la causa de las Lilly Tellez, los Germanes Martínez y de tantos innombrables que sólo se subieron al tren de la victoria para obtener un cargo público a costa de la lucha de tantas y tantos compañeros que a lo largo de muchas décadas han dado su vida, su libertad, su tiempo y su patrimonio en beneficio de los que menos tienen.
El riesgo no es menor. Ante la feroz batalla que se vivirá en 2024, Morena debe de estar preparada para evitar cometer los mismos errores. Y esto de ninguna manera significa cerrar el partido sino por el contrario, significa abrirlo, transparentarlo, democratizarlo y clarificar el método para designar candidatas y candidatos. No podemos permitir que el huevo de la serpiente anide y eclosione dentro de nuestro partido y termine por desplazar a los auténticos promotores del cambio verdadero. Es necesaria una política de alianzas clara, fundamentalmente con la sociedad civil y con los ciudadanos sin partido y no con los políticos sin empleo, coyotes o los tránsfugas y saltimbanquis. En Morena todas y todos son bienvenidos, pero deben de conocer, aceptar y respetar nuestros documentos fundacionales.
Morena debe de clarificar para el pueblo cuál es su posición respecto a temas fundamentales por ejemplo, los derechos de las mujeres para elegir sobre su cuerpo; el matrimonio igualitario y los plenos derechos de la comunidad LGBTTTI; debe tener una postura clara sobre la política impositiva y económica; su posición ante los retos de la globalidad y el orden y la gobernanza mundial; no todo pueden ser movimientos tácticos y electoreros. ¿Cuál es nuestra posición en cuánto a los crímenes cometidos en el pasado por el Estado mexicano y qué haremos para reparar los daños y garantizar la no repetición de estos hechos?
Una cosa es pactar con otras fuerzas políticas para conseguir objetivos específicos, pero no a costa de desviar nuestros principios. La política que busca lograr acuerdos y mayorías legislativas es bienvenida pero después de pasar por la aduana de las urnas y no antes. No se trata de ganar elecciones y perder el partido. No se trata de que ganemos “haiga sido como haiga sido”; no se trata solamente de decidir en función de “quién está mejor posicionado” sino, sobre todo, de qué compañera o compañero, es más competitivo electoralmente dentro del espectro ideológico de Morena y de la Cuarta Transformación Nacional.
Ganar elecciones se puede hacer con cualquier personaje inflado a punta de redes y medios. Transformar al país, a las entidades federativas y a los municipios solo puede lograrse con compañeras y compañeros formados, comprometidos, intachables e incorruptibles.

@AMartineznunez * facebook.com/ArturoMartinezNunez