Morena es un partido-movimiento que padece los dolores de un adolescente en crecimiento. Hay poca institucionalidad, demasiado debate irrelevante y falta de disciplina. Al que pretenda analizar a la luz de un partido político tradicional le costará mucho trabajo entender la vida interna de una formación que es más parecida a un Frente Popular.
En Morena hay discusión permanente, hay debate, pero siempre al final hay unidad y solidaridad.
A los militantes de Morena nos une el tremendo liderazgo del mayor dirigente que haya habido en México quizás desde Lázaro Cárdenas.
El lunes pasado se formó la Asociación de Legisladores Constituyentes de la 4T en donde confluyen legisladores federales y locales de Morena pero también de los partidos aliados: el Partido Encuentro Social, el Partido Verde y el Partido del Trabajo. Esta Asociación busca seguir articulando y apoyando legislativamente los esfuerzos del presidente Andrés Manuel López Obrador. Acordamos mantenernos unidos y buscar la aprobación de la nuevas reformas constitucionales que enviará en este segundo año el presidente buscando blindar los programas sociales a nivel constitucional.
En casi todos los congresos locales donde Morena tiene mayoría, existen conflictos sobre los liderazgos de los grupos parlamentarios, pero esas diferencias menores no significan ni rupturas ni fisuras. Al final del día los legisladores afines a la 4T salimos unidos y votamos juntos la mayoría de las iniciativas.
Morena es un partido-movimiento variopinto en donde confluyen las izquierdas históricas con movimientos sociales y populares, y políticos con tendencias más moderadas hacia el centro e incluso centro derecha.
En Morena caben todos y todos son necesarios. Morena no tiene dueño y no tiene línea. Por eso nuestros adversarios ven crisis donde nosotros vemos debate.
Se equivocan aquellos que piensen que las diferencias internas que existen y seguirán existiendo, significan rupturas u oportunidades para dividirnos. En Morena somos compañeros y amigos. Las diferencias tácticas no son diferencias estratégicas. Sabemos perfectamente hacia dónde vamos y de dónde venimos.
En la discusión que se viene sobre el Presupuesto de Egresos 2020 para el estado de Guerrero, Morena saldrá unido a defender su propuesta general y las demandas de nuestros alcaldes. Si bien es cierto que nuestros 22 diputados dejamos de ser mayoría absoluta, seguimos siendo el grupo parlamentario mayoritario y nuestra voz y nuestro voto habrán de sentirse.
Morena acude a la discusión presupuestal con un ánimo propositivo y constructivo. Habremos de señalar lo que pensamos que se debe de corregir o redireccionar, pero siempre con responsabilidad por el bien de Guerrero y de los guerrerenses.
Estamos listos para sentarnos a discutir con el resto de los grupos parlamentarios. Vamos al debate con propuestas claras y realistas. Buscamos que a Guerrero le vaya bien y esto pasa por tener un presupuesto equilibrado y suficiente. En nosotros no encontrarán una oposición inflexible y negativa. Pero tampoco van a encontrar un equipo debilitado y desunido.
Morena es como una familia que puede tener fricciones e incluso peleas, pero al final salimos siempre unidos y más fortalecidos.
Seremos responsables y trabajaremos por un presupuesto con orientación social y con gasto responsable y suficiente en las áreas más sensibles como la seguridad, la procuración de justicia, el campo y el desarrollo social; también en cultura y en atención a jóvenes y adultos mayores.
Esperamos encontrar en los distintos grupos parlamentarios el mismo espíritu de colaboración.
Que así sea.

@ArturoMN