EL-SUR

Sábado 04 de Mayo de 2024

Guerrero, México

Opinión

Mujeres poetas del Sur

Anituy Rebolledo Ayerdi

Enero 05, 2023

(Primera parte)

¿Y si le cambian a poeto?

Algunas mujeres que escriben versos no aceptan que se les llame “poetisas” declarándose enfáticamente poetas. Rechazo que no entiende el maestro José Martínez de Sousa, autor del Diccionario de usos y dudas del español actual, por el peligro que corren con tales decisiones. ¿Qué tal que un día se le ocurra a algún académico convertir poeta en poeto?
Poetisa se llama y las llama la maestra Graciela Guinto Palacios, de Coyuca de Benítez, en su obra Desarrollo de la poesía hispanoamericana y método para hacerla. Un texto excepcional que responde a su título con sabiduría, detalle y amenidad. Un estudio, advierte, no construido con inventos personales sino con investigaciones sobre grandes creadores. Muy recomendable, decimos nosotros, para aspirantes a Sorjuanas y a modernos Octaviopaces.
Nobleza obliga iniciar este breve recuento de la poesía femenina del Sur con uno de los madrigales de ella misma. Una composición corta, delicada y galante que consta de versos endecasílabos entrelazados con heptasílabos. Ni cuartetas, ni octavas o rimas uniformes, únicamente el arbitrio del poeta. Este:

Graciela Guinto Palacios
Coyuca de Benítez
Madrigal

Tierra fresca suriana
Tierra costeña de brisa y calma
Tierra de sangre que grita en el alma
Y empuja a soñar
Tus hombres de piel tostada y bravía
Caminan con gallardía
Entre la arena, la brisa y el mar
y el verde palmar.
Mi pluma se engalana
Por ti, oh, tierra suriana.

Rosalba de la Cruz Acosta
Acapulco
Te sigo queriendo

Tomaste la savia de mi vida
a través de tus labios traicioneros
Te entregué mi vida
y el corazón entero
lo hiciste pedazos
y sin embargo
aún te quiero.

No conforme, en tu afán
de traicionarme
te llevaste… mi aliento
y todo mi contento
y mi ser entero
Pero no te apiadaste
y partiendo
te sigues llevando
mis recuerdos
todo lo que soy
y todo lo que tengo
no has dejado nada…
pero al igual que ayer
aún te sigo queriendo.

Zel Cabrera
Iguala
Ausencia

Reconstruyo el tiempo
un año entero,
cae tu nombre y la visión
de un par de días de otoño.

Me aferro a rehacerlo todo,
a volver a inventarte en un papel,
a soñarte en un poema
a persuadir a la muerte.
–Y pienso: ¿Qué fue de los días de tu risa?
ya no me dices que debo olvidarte:
¿es acaso que desafío la ausencia?
Ahora sé que duermes
detrás del silencio

Citlali Guerrero
Copala
Adentro llueve

Otra vez te equivocaste de pronóstico.
Han anunciado que la lluvia
sigue tenaz y persistente.
Te sientas junto a la ventana con tu taza
de café acostumbrado.
Me dices que mire atrás, que el camino
ha sido el elegido, que esta lluvia no
no se bifurca, ni siquiera en
la esencia de las gotas.

Todo esto lo escucho cuando, al
parecer, ha vuelto el gato.

La ventana está helada.
Pocas cosas hay sobre la mesa.
Amanecí con los ojos inflamados
Todo es confuso.
Adentro también llueve,
adentro miramos pasar el agua
Somos tan frágiles como nuestros
grandes ojos muertos.

Ma. de Lourdes Omss Olivar
Acapulco
Vejez

Haz llegado sigilosamente
No me gustas
Quiero superarte
Pero eres implacable
Ya no hay segunda oportunidad
y debo aceptar y vivir
con las limitaciones que tu impongas.

Ma. Nínive Fierro Peñaloza
Acapulco
Acróstico

Salvador, único nombre que libremente elegí.
Amor y gran felicidad sentí al tenerte entre mis brazos.
Limpio, inocente y frágil, gocé de tu presencia.
Vástago de mi corazón.
A nuestro padre Dios le pido te dé felicidad
Donde te encuentres , no temas, tu madre está contigo.
Oasis encontrarás, obsequio del Padre eterno.
Recuerda, si tienes penas, reconcíliate con la vida.

(Acróstico: composición poética cuyas letras iniciales forman un nombre propio o un concepto).
Adriana Ventura Pérez
Cruz Grande
Boceto de una vida sin casa (fragmento)

No tengo casa
lo admito,
me perforan los dedos del viento,
hacen anillos en mi carne
y tiemblo.
Hambre. Frío. Más ánimo.
Quizás desde antes ya estaba rota

Rosa Martha Muñúzuri Arana
Acapulco
No me mires así

No me mires así
porque me dan ganas de arrancarme el alma
comérmela a besos y recuperar la calma.
No me mires así
con esa mirada de niño travieso que inquieta mi ser
y suspiro por dentro.
No me mires así
desatas tempestades, el cielo desea abrirse para
dejar pasar al viento mágico por la cerradura de
nuestros cuerpos.
No me mires así
porque como una hoja tiemblo, corro con el suave viento
y con esa mirada sabes lo que siento.
No me mires así
con esa mirada seductora que me hace sentir amado,
deseada, transportada en el cielo del deseo satisfecho.
No me mires así
porque salta mi instinto animal, tú… eres el león
y yo me vuelvo mujer pantera de fuego.
No me mires así
Con esa mirada me provocas, me pierdo, olvido
que soy una dama, y como mujer pantera de
fuego pierdo la cabeza.
No me mires así
tan profundo, porque como el mar llegas al fondo
y entre mil centellas luminosas descubres mi ser,
mi alma enamorada y todos mis sentimientos
de aprendiz de poeta.
¡Ay! Por favor no me mires así,
porque ahora sí, ya no respondo de mí.

Paquita Flores
Acapulco
Máximas

1
Guarda tu felicidad
porque la llevas dentro
escúchala cuando el dolor
te alcance.

2
Amar y respetar a tus amigos
es saber que llevas flores en el alma
siempre te envolverán sus aromas.

3
Deja que el viento te acaricie,
sé la burbuja, elévate y juega

(Máxima es un pensamiento moral expresado con brevedad y filosóficamente, sentencia o apotegma, sin reglas de rima o de métrica).