Marcial Rodríguez Saldaña
Agosto 26, 2021
“Los que quieran puestos que vayan al mercado”, le dijo Ignacio Pérez Parra –Nacho, como le decíamos quienes le conocíamos con familiaridad– a Andrés Manuel López Obrador, en un acto de precampaña en San Marcos, Guerrero –a fines de noviembre del 2017– cuando al abordar su vehículo se le acercaron algunas personas al precandidato presidencial a saludarlo y despedirlo del evento; entonces le preguntaron a Nacho si estaba ahí para pedirle algún cargo a AMLO, a quienes les dio esa respuesta contundente.
1. Esa frase la retomó AMLO y la repetía en algunos de sus discursos –incluso el de toma de protesta como candidato presidencial de Morena– para explicar que su lucha no era por puestos, sino por causas, por un proyecto alternativo de nación, por la Cuarta Transfor-mación de México.
Así era Nacho –El Primo como le decían en la UAGro–, ocurrente, dicharachero. En la campaña por la presidencia municipal de Acapulco en 2018, se encontró con un conocido en la comunidad de Xaltianguis, quien le preguntó ¿Qué, también tu andas aquí? A lo que le contestó de inmediato “nomás tantito”.
Así repetía frases que escuchaba en la calle, o él mismo las inventaba, como cuando tenía desavenencias con alguna persona y le decía “nos vemos en San Marcos”, “gallina que rasca, alacrán que encuentra”, “no creas que estoy criado con pan Bimbo”, “quien soy yo para despreciarla”.
2. Nacho –aunque por circunstancias de la vida nació en Chihuahua, donde vivió muy poco tiempo– era un típico costeño que vivió casi todo el tiempo en la comunidad de Llano Largo, Acapulco; ahí su padre don Filomeno Pérez, siendo su hijo muy adolescente, le enseñó a manejar y a trabajar como chofer en la ruta hacia todos los pueblos de la Costa Chica; así se ganaba la vida, como chofer, oficio que siempre le gustó, lo cual hacía con gran destreza. Ingresó a estudiar su bachillerato en la Preparatoria 2 de la UAGro; fue ahí en donde lo conocí en mi campaña para rector a principios de 1990. Me llamó mucho la atención que compró una pequeña bocina en la que ponía música para jóvenes, se adelantaba a las aulas que iba visitando y al llegar lo encontraba bailando; esa era la forma en que él apoyaba mi campaña. Ya como rector, lo invité a colaborar y se tuvo que ir a Chilpancingo; allá ingresó a estudiar su carrera de abogado, la cual culminó después en Acapulco, en la Escuela Superior de Ciencias Sociales.
3. Al paso del tiempo, ingresó como docente en la escuela Preparatoria 7 de la UAGro, actividad que desempeño durante muchos años. Nacho siempre fue muy inquieto, para bien. Ya con un poco de experiencia en la vida universitaria, siempre buscaba sobresalir; así es como llegó a ser jefe del comedor de la UAGro en la zona sur; generalmente era delegado a los congresos del sindicato académico. Era una persona muy sociable, muy fácil para entablar conversación con quien estuviese cerca de él. En la UAGro y en su ambiente social, era conocido como El Primo debido a que cada vez que saludaba, le llamaba primo, o prima a cualquier persona, aunque apenas la conociese. Tenía por un lado un carácter afable con quienes le profesaban su amistad, con quienes era muy leal y sincero; pero por otro, tenía un temperamento muy fuerte, era de muy pocas palabras, con quienes lo agraviaban, de inmediato respondía con dureza.
4. Nacho fue fundador de Morena, nos apoyó en las etapas de afiliación y de formación de los Comités de Protagonistas del Cambio Verdadero en Acapulco, asistió a las asambleas distritales y a la estatal para fundar el partido en el 2013. En el 2015 fue electo consejero estatal y congresista nacional, por ello asistió a varios congresos nacionales; participó en las campañas electorales desde que Morena entró a las contiendas en el 2015; nos acompañó a las giras de AMLO en Guerrero, durante su precampaña y campaña presidencial del 2017-2018 y en la campaña por la presidencia municipal de Acapulco, lo que le valió para ser funcionario como director de Panteones.
En la campaña reciente por la gubernatura de Guerrero, siempre estuvo a nuestro lado, en las caravanas, en las marchas, en el plantón afuera del INE, en las giras y los eventos de proselitismo electoral en todas las regiones del estado, en las cuales tenía contacto con muchas personas, pero ahí nunca se contagió del Covid-19; sin embargo, por azahares del destino se contagió de esta pandemia y desafortunadamente falleció. Su familia y amigos lo acompañamos hasta su última morada. Su amistad y lealtad estará siempre viva entre nosotros, Nacho, Primo, estimado amigo y camarada.
PD. Nuestro afecto siempre solidario a su esposa Hidolina, a sus hijos Lupita y a Nachito.
marcialrodriguezsaldana.mx