EL-SUR

Martes 16 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Nerviosismo electoral 

Jorge Camacho Peñaloza

Junio 02, 2017

Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo… del miedo al cambio. Octavio Paz

El sexenio de Enrique Peña Nieto y el clan de los ex gobernadores priístas más corruptos de las últimas décadas como Javier Duarte, Roberto Borge, Rodrigo Medina, Tomas Yarrington, Humberto Moreira y César Duarte, sin duda exhiben claramente la decadencia terminal del régimen priista instaurado desde la posrevolución de 1910, la cual ya se constataba desde la década de los noventas del siglo pasado con la creciente pluralidad política y los triunfos electorales de fuerzas distintas al PRI, y más adelante con las dos derrotas de éste frente al PAN en las presidenciales del 2000 y 2006.
Actualmente la descomposición del régimen priísta vuelve a relucir con el inmoral e ineficiente gobierno de Enrique Peña Nieto y del clan de los ex gobernadores más corruptos, así como con los malos resultados de varios gobernadores priístas en funciones, quienes están siendo duramente reprobados por la ciudadanía en las encuestas de aceptación con cifras históricas de rechazo, lo que se ha traducido en derrotas para el PRI en siete de 12 gubernaturas en el 2016, y seguramente con la del próximo domingo en las elecciones en cuatro estados, Coahuila, Nayarit, Veracruz y Estado de México. Se prevé que el saldo global de la jornada será a favor del PAN, aunque en el Estado de México el PRI hará hasta lo imposible por no perder, pero aún si ahí logra sacar la victoria, ésta sólo confirmará su decadencia al recurrir a sus tradicionales prácticas de fraude y trampa.
Estos resultados están inevitablemente enfilando al PRI a perder nuevamente la Presidencia de la República en el 2018, porque la ciudadanía mexicana ha aprendido a perder el miedo y comportarse como tal, a dejar de ser sólo clientela electoral, y ha confirmado que votar por el PRI es totalmente malo para el país y nuestros estados, que no se puede entregar el poder a quienes gobiernan con corrupción, frivolidad, incapacidad, ineficiencia y hasta coludidos con la delincuencia organizada.
En Guerrero el nerviosismo del PRI ya se nota, la aprobación de reformas a la ley electoral del estado para prohibir las coaliciones entre partidos en el 70 por ciento de los municipios y distritos locales electorales, evidencia que los priístas ya sienten pasos en la azotea, que ya presienten la derrota en la mayoría de los municipios y distritos, sienten que pierden el control del Congreso del Estado, sobre todo a la luz de los antecedentes de las elecciones en las que ha habido efecto Peje, como la del 2012 en las que hubo carro completo en elecciones de diputados federales y senadores para los candidatos pejistas. Esta maniobra legaloide representa el tamaño del miedo priista en Guerrero, asegurarse de ceder la derrota ante partidos en coalición en sólo 24 de los 81 municipios y en 8 de los 28 distritos electorales, y aspirar así a seguir con el control del Poder Legislativo local. Con seguridad esa reforma se caerá en los tribunales federales y la decadencia no parará.
Ante este panorama, las últimas elecciones, la del próximo domingo y las del 2018, se están convirtiendo en verdaderos enfrentamientos electorales de los ciudadanos contra el régimen priista, en las que están saliendo victoriosos los ciudadanos ante las aminoradas clientelas electorales tradicionales del PRI, y por eso el pronóstico es que este 4 de junio este partido salga derrotado, sobre todo porque los gobiernos de Peña Nieto y los de los exgobernadores hoy bajo procesos jurídicos impulsados por los gobernadores que los sustituyeron impulsados por el PAN, han hecho madurar a más ciudadanos en el sentido de que el PRI es dañino para nuestros estados y el país, digamos que como muchos procesos de decadencia política y social, la transición democrática del país va a llegar no de los partidos sino de la maduración de una ciudadanía cada vez más consciente y sin miedo a su rol político como el verdadero factor de cambio.
Vuela vuela palomita y ve y dile: A mis conciudadanos que sigan la elección del próximo domingo, para que vean cómo está despertando la ciudadanía en otros estados.