Arturo Martínez Núñez
Marzo 02, 2021
Guerrero es el estado de la rebeldía y la rebelión. De Guerrero han surgido, se han fortalecido o se han mantenido todas las luchas subversivas de México: de Morelos a Lucio, de Álvarez a Genaro; de Ayutla a Ayotzinapa.
No es buena idea experimentar en la tierra donde formó su ejército Morelos con los Galeana; no es inteligente jugar en la tierra de Juan Álvarez padre del federalismo sin quien no hubiera habido Juárez ni Reforma ni Constitución de 1857; no en la tierra del consumador de la Independencia Vicente Guerrero Saldaña; no en la tierra de Lucio y de Genaro; no en la tierra donde seguimos exigiendo la aparición con vida de los 43 de Ayotzinapa; no en donde echamos a Figueroa por Aguas Blancas; no en la tierra de los yopes, los me’ phaa, los tu’un savi y los amuzgos. No en la tierra con más afrodescendientes; no en la cuna de la cultura Mezcala; no en la tumba de Cuauhtémoc el último emperador azteca. Si quieren experimentar háganlo en Azcapotzalco o en San Luis Potosí; en la Condesa o en Nuevo León.
En Guerrero somos de izquierda antes de que a la izquierda se le llamara izquierda. Antes de Morena y del PRD; antes del PMS del PSUM y del PCM. Pueden nombrar a quién quieran y ganará sin problemas… pero gobernar es otra cosa. Una cosa es la legalidad y otra es la legitimidad. Una se obtiene en las urnas y la otra se gana en las calles.
Guerrero merece respeto. Guerrero merece que sean las y los guerrerenses los que sean dueños de su propio destino.
En las horas cruciales hacemos un llamado a la generosidad y a la altura de miras. Un llamado a la legalidad y a la legitimidad.
Dice Andrés Manuel que no se puede vencer a quien no se rinde nunca. Así es el pueblo de Guerrero, se dobla pero no se quiebra; se inunda pero no se ahoga; se fatiga pero no se cansa.
El pueblo de Guerrero como los buenos toros de lidia se crece ante el castigo. El pueblo de Guerrero prefiere morir en la campaña que rendir la cerviz al tirano. El pueblo de Guerrero ha resistido todo tipo de invasiones, de cacicazgos y de tiranías y siempre ha salido victorioso. Esta no será la excepción. Los conservadores a los que nunca les ha importado el destino de Guerrero de pronto aparecen indignados y muy interesados en lo que aquí acontece; los columnistas que jamás voltean al Sur de pronto descubren que éste también existe; nuestro estado que representa tan solo el 2.8 por ciento de la población nacional súbitamente se convierte en el centro de la discusión nacional.
Hagamos que de esta dura experiencia surjan políticas públicas en favor de las mujeres. Retomemos los temas pendientes y a los que no le quieren entrar los que hoy se rasgan las vestiduras y se dicen feministas: hablemos de la Alerta por Violencia de Género contra las Mujeres, hagamos público quién tiene detenidos los dictámenes para reformar el código penal del estado de guerrero y equipararlo con la Norma Oficial Mexicana 046 acerca de la Interrupción Legal del Embarazo. Que no quieran seguir simulando y sorprendiendo los conservadores de siempre que hoy se disfrazan de feministas. Guerrero es mucho pueblo. Guerrero siempre ha estado en la primera línea de las luchas más importantes y las grandes transformaciones nacionales. Guerrero seguirá ocupando su papel protagónico en el cambio verdadero. No serán los cálculos electoreros los que hagan que cambiemos el derrotero de nuestra lucha. Con el pueblo todo, sin el pueblo nada. Ser pueblo, hacer pueblo, estar con el pueblo.
Por nuestra historia, por nuestros ancestros, por los miles que dieron su vida, su libertad y su patrimonio por las causas más nobles, no tenemos derecho de fallarle a la gente. Que los que toman las decisiones escuchen antes de hablar y sientan antes de pensar. Guerrero se lo ha ganado, Guerrero lo merece.