EL-SUR

Martes 23 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Oportunas cortinas de humo

Abelardo Martín M.

Febrero 28, 2017

México es un país sin duda muy afortunado. Cada día parece que los acontecimientos serán definitivos y harán o que estallen conflictos o que las autoridades reconozcan su incapacidad para enfrentar la gravedad de los problemas cotidianos. Ni lo uno ni lo otro, cada localidad vive al borde del precipicio, con la amenaza de irse al vacío, pero al anochecer, al balance de lo bueno y lo malo de cada día predomina lo positivo, o destacan las afortunadas cortinas de humo que nos hacen más llevadera la realidad.
El pasado viernes, por ejemplo, quienes son susceptibles a la superstición vieron signos de mal agüero que la bandera monumental nacional, en su día, haya sido izada rasgada en presencia del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, de los secretarios de la Defensa Nacional y de Marina, los representantes de los poderes Legislativo y Judicial, nada más y nada menos, que en el Día de la Bandera y en el Campo Marte de la Ciudad de México, una instalación militar emblemática.
La bandera monumental, que por primera vez izó en ese lugar el entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, lució desgarrada porque al momento en que el sistema eléctrico que accionó el presidente Peña Nieto, chocó con una torre de bocinas. Un accidente, pues, en el que no hay previsión válida, por más revisiones y revisiones que el personal de logística del Estado Mayor Presidencial realiza en todos los movimientos del jefe del Ejecutivo.
Una foto trucada de la misma celebración en honor del lábaro patrio, en Oaxaca, circuló intensamente en las redes sociales en donde una ostentosa falta de ortografía adornaba el presidium, encabezado por el gobernador José Murat, el hijo del ex gobernador José Murat Casab. “Día de la Vandera” ostentaba la fotografía cambiada que sirvió de cortina de humo para el desgarramiento de la insignia nacional en el Campo Marte.
Por fortuna para México, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha convertido en el mejor pretexto para soportar la dureza de las realidades que enfrenta el país. Su incontinencia tuitera se ha convertido en la mejor de las cortinas para ocultar muchos de los problemas que enfrenta el país.
El año avanza rápido y ya concluyó el primer bimestre en medio de una tormenta de encarecimiento de productos de primera necesidad, la amenaza de deportaciones masivas, la falta de empleos suficientes, el crecimiento de la inseguridad y la violencia en casi todos los estados del país, pero más allá de todo ello la corrupción pasada y presente, personalizada en varios ex gobernadores aparentemente desaparecidos, prófugos pues, más los dimes y diretes entre los partidos políticos que ya están, de hecho, en la carrera presidencial.
Pese al ambiente de inseguridad que un día sí y otro también se manifiesta en Acapulco y en todo Guerrero, ayer se inició con gran éxito el Torneo Abierto Mexicano de Tenis en el puerto, con la participación de las más grandes estrellas internacionales de ese deporte, y con boletos agotados desde principios del mes.
El acontecimiento no es menor, si se piensa que el clima de violencia es el principal escollo para este tipo de celebraciones de rango mundial y para el resurgimiento del flujo turístico de todo el planeta que en épocas idas caracterizó a Acapulco.
Por estos días, en cambio la ocupación hotelera ha rebasado ya el 80 por ciento, no sólo en este puerto, sino incluso en el otro importante destino de playa de la región, la zona de Ixtapa y Zihuatanejo, y durante los siguientes días ese porcentaje mejorará hasta situarse cerca del cien por ciento hacia el fin de la semana, en que el torneo tenístico llegará a su culminación.
En contraste, no todo son buenas noticias en el resto de la entidad. Un mal ejemplo y sintomático es lo que ocurre en el municipio de San Miguel Totolapan, en la región de Tierra Caliente que tiene asolada la banda del llamado Tequilero, delincuente que alcanzó notoriedad nacional por la ola de secuestros que se le atribuyen, pero sobre todo porque encontró en una mujer la horma de su zapato.
Como seguramente los lectores recordarán, el secuestro de un ingeniero residente en esa población en diciembre del año pasado, originó que su esposa y un grupo constituido como Movimiento por la Paz idearan una estrategia tan audaz y cuestionable como efectiva: tomar como rehén a la madre del criminal, que así se vio forzado a transigir y acceder al intercambio de retenidos.
Pero como después del episodio las autoridades han sido incapaces de dar con el paradero del mafioso, quienes han resultado inesperadas víctimas de la situación regional han sido los escolapios, pues primero se suspendieron las clases, y luego los profesores y los integrantes del Movimiento por la Paz han considerado que existen riesgos para los alumnos y para los propios maestros mientras no se aprehenda y se ponga tras las rejas al delincuente señalado.
No les falta razón. Los habitantes les ubican cómplices no sólo dentro del pueblo, sino hasta en las estructuras de gobierno municipal. Y la experiencia de Iguala los hace estar temerosos.
Pero por lo pronto los alumnos llevan ya más de dos meses perdidos, y no se ve para cuándo se reabran las escuelas.
Temerosos de más fechorías, los totolapenses viven secuestrados por sus miedos, por la ineficacia de las fuerzas de seguridad, por la sospecha de que sus enemigos duermen en las casas contiguas o acechan en los cerros cercanos.
Ahora, la educación de sus hijos es rehén de esos temores.
El tenis en Acapulco se acabará este fin de semana. Es cierto que luego vendrá la Convención Nacional Bancaria, el Tianguis Turístico, la Semana Santa, y otros eventos relevantes para reactivar el turismo.
Pero también es cierto que Totolapan y El Tequilero seguirán ahí, como bien lo narró Augusto Monterroso en lo que se conoció como el cuento más corto del mundo: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”.
Conforme las cortinas de humo se diluyen, la realidad aún sigue ahí.