FILO MAYOR

A ver cuántos días pasan antes de que hagan las paces y digan que no hay ningún problema, pero este domingo de nuevo se confirmó que existen diferencias políticas entre la gobernadora Evelyn Salgado Pineda y la alcaldesa de Acapulco Abelina López Rodríguez.
Ya decidida la virtual candidatura presidencial de Morena a favor de Claudia Sheinbaum, la alcaldesa no tuvo empacho en presentar al ex canciller Marcelo Ebrard como su invitado especial con quien incluso llegó a la ceremonia.
Hubo chiflidos para la representante del Poder Ejecutivo durante su intervención y el secretario de Educación estatal abandonó lo que calificó como “acto político personal y de grupo”.
La gobernadora prefirió –y se entiende en este caso– asistir a la sesión del Consejo Nacional de su partido en que se formalizó el nombramiento de Sheimbaun como la coordinadora del movimiento, la antesala de convertirse en la candidata presidencial. Pero tampoco asistieron el presidente del Tribunal Superior de Justicia –quien mandó a un desconocido magistrado–, ni la presidenta de la Mesa Directiva del Congreso local ni la presidenta de la Junta de Coordinación Política del Poder Legislativo.
La alcaldesa del principal municipio de Guerrero dio su informe sin el acompañamiento de los representantes de los tres poderes en el estado. Y eso sólo quiere decir que no fueron porque hubo alguna sugerencia en ese sentido de Casa Guerrero; o porque saben del conflicto y prefirieron no dar a entender que arropan a la alcaldesa.
Lo que pasó en el Informe parece el desenlace de la fractura que se observó con motivo de la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador el 25 de agosto pasado.
La alcaldesa se quejó de que la invitaron apenas unos minutos antes de la conferencia mañanera del presidente, y decidió no asistir. Luego dijo que solicitaría una audiencia con el destacado visitante, que no le concedieron.
Como en represalia, luego de que en la conferencia presidencial en la zona naval la secretaria de Seguridad federal, Rosa Icela Rodríguez, anunció que ya comenzaban las obras del hospital de especialidades del ISSSTE en el Centro de Convenciones, la alcaldesa respondió diciendo que al ayuntamiento no le han solicitado la licencia de construcción correspondiente cuando es la única autoridad competente para expedirla.
La respuesta vino unos días antes del informe de Abelina cuando la Dirección de Transporte, que depende del gobierno estatal, retiró de circulación, con argumentos endebles, camionetas Urvan de un servicio para mujeres que fue inaugurado con bombo y platillos por la alcaldesa.
Y para cerrar esta lista de desencuentros entre estado y municipio, este lunes el secretario de Turismo del Ayuntamiento reclamó que el gobierno con sede en Chilpancingo no ha liberado al menos 80 millones de pesos que, según la ley de coordinación fiscal, deben aplicarse para promover que turistas nacionales y extranjeros visiten Acapulco.
A ver en qué termina este enfrentamiento y qué tanto vaya a influir en la inminente definición de los cientos de candidaturas para el Congreso local y federal y los ayuntamientos.
Porque al final de eso se trata. No se crea que hay entre los morenistas diferencias estratégicas o tácticas o programáticas. Cuando escala la violencia y alcanza a altos funcionarios de seguridad del estado y la federación, el problema aquí es el reparto de candidaturas. Y el grupo político de la alcaldesa de Acapulco no quiere que el senador Félix Salgado Macedonio se quede con todo el pastel.

(Retomamos el género de la columna política. Este será un espacio institucional alimentado por la información de editores, reporteros y lectores de El Sur. Su nombre viene de que pretendemos comentar las noticias con filo, y si éste es un filo mayor, mejor. También hace alusión a un lugar en las alturas para ver mejor las cosas, en este caso los procesos de la política en Gue-rrero).