De acuerdo con el diccionario de la Real Académica Española, Parlamentar significa:
1. Dicho de una o de varias personas: Hablar o conversar con otra o con otras.
2. Entablar conversaciones con la parte contraria para intentar ajustar la paz, una rendición, un contrato o para zanjar cualquier diferencia.
Dialogar es la esencia misma del Parlamento. No puede haber parlamento sin diálogo. El diálogo necesariamente se realiza entre más de una parte pues de lo contrario es monólogo.
No puede haber diálogo cuando una de las partes cree ser el poseedor de la verdad absoluta. Tampoco cuando las partes no reconocen de entrada el equilibrio de fuerzas.
La negociación exitosa parte del reconocimiento de las fortalezas y de las debilidades. No se puede pretender obtener en la mesa lo que no se obtiene en las urnas. No es con maniobras y operaciones encubiertas que se construye la confianza.
No se debe de tirar la piedra en las calles y esconder la mano en los medios. El fuego debe de controlarse porque de lo contrario termina calcinando al pirómano.
En política hay que intentar el acuerdo una y otra vez incluso cuando todo parece perdido. Negar el diálogo es negar a la política misma. Los vetos no deben de prevalecer por encima de los votos.
La paz y la concordia se alcanzan con quien se tiene un diferendo. Con los amigos no es necesario construir la paz.
El diálogo y el acuerdo favorecen a todos. La cerrazón y la ruptura afectan a todos.
Intentar debilitar al adversario no significa fortalecerse a sí mismo. El fracaso del de enfrente no significa el éxito propio. Pretender hacerse el fuerte aupado en los hombros de otro poder no refleja sino la debilidad y la inseguridad.
En democracia cada voto cuenta pero la mayoría decide. No obedecer a la mayoría es simplemente dejar de ser un demócrata. Cualquier intento de subvertir la realidad de las urnas se llama golpismo, simple y llanamente.
El pueblo se expresó en las urnas y dotó a cada expresión de una representatividad determinada. Que nadie obtenga menos de lo que merece pero tampoco más.
Colosio dijo en su memorable discurso del 6 de marzo de 1994 “ni concesiones al margen de los votos, ni votos al margen de la ley”: nada más pero nada menos.
Los teóricos de la democracia y de la gobernabilidad son demócratas de papel cuando en el fondo son intentos de déspotas ilustrados: democracia sí, pero cuando yo tengo la mayoría; diálogo sí, pero mientras éste me beneficie; “patrimonialismo” no, cuando no lo ejercemos nosotros.
Vayamos al diálogo y al parlamentarismo auténtico. Hagá-moslo de frente, con generosidad y con desprendimiento, poniendo sobre la mesa temas legislativos y haciendo a un lado el horizonte electoral.
Hagámoslo pensando qué hay vida más allá de 2021.