Marcial Rodríguez Saldaña
Agosto 04, 2016
Las promesas de campaña y los compromisos de gobierno de Enrique Peña Nieto se derrumban con los hechos. “Tu me haz visto a lo largo de toda esta campaña y la gran mayoría de la gente me dice oiga no me alcanza, no le puedo dar a mi familia todo lo que necesita porque no me alcanza simplemente, a las familias mexicanas les llega un recibo de luz que se ha venido encareciendo en los últimos años, con la reforma energética voy a bajar el costo de la luz eléctrica, les va a llegar el recibo de luz por menos y ese es un compromiso que he hecho con todos los mexicanos, se trata de que cada familia mexicana, sienta los beneficios de un buen gobierno día a día”. Esto decía Peña Nieto en un spot durante su campaña presidencial, mientras viajaba en un vehículo, luego se sentaba a escuchar y dialogar en una mesa con una familia de escasos recursos económicos, donde unos niños lo veían con incredulidad.
1. Luego en su mensaje en cadena nacional de año nuevo en el 2015, Peña Nieto afirmó: “Gracias a la reforma hacendaria, por primera vez en cinco años ya no habrá incrementos mensuales a los precios de las gasolinas, del diesel y del gas LP.” Sin embargo, en julio y en este mes de agosto Peña Nieto ha ordenado subir los precios de la gasolina y de la luz eléctrica, desmintiendo sus propias palabras. Para justificar estos aumentos, los tecnócratas de la Secretaría de Hacienda designados por Peña Nieto, han expuesto ante la opinión pública que la responsabilidad de los aumentos es de la Cámara de Diputados debido a que ellos aprobaron que el gobierno pudiera eventualmente incrementar los precios de energía eléctrica y de las gasolinas en función de los vaivenes del precio del barril de petróleo en el mercado internacional.
2. Sin ninguna duda, los diputados que aprobaron el presupuesto federal 2016 son corresponsables y cómplices de los aumentos, pero lo que no dicen los tecnócratas de la Secretaría de Hacienda es que es el Poder Ejecutivo representado por Peña Nieto quien elaboró y presentó el presupuesto a los diputados para que lo aprobaran, que las previsiones económicas y los incrementos a la luz y a las gasolinas formaban parte ya de un plan preconcebido por el gobierno federal para que en cualquier momento dentro del año fiscal que abarca el presupuesto ordenaran los aumentos y con ello se desencadenara una espiral en el mercado de los productos que compra la población.
3. Los tecnócratas de la Secretaría de Hacienda, han buscado apaciguar las críticas y el malestar social por los aumentos a las gasolinas y especialmente a la luz eléctrica, diciendo que no habrá aumento a la energía de consumo mínimo de la mayoría de los hogares del país, sin embargo no dicen que los aumentos a la energía industrial y a las gasolinas producen inmediatamente un efecto de incremento al transporte y a todos los productos de la canasta básica que se consume todos los días en la mesa de los hogares de las familias más pobres de México, lo cual provoca un daño a la economía popular ya que afecta severamente la capacidad del poder adquisitivo de la mayoría de la población.
4. De acuerdo con los datos sobre el precio de la gasolina resulta que en Estados Unidos un litro promedio cuesta 7.7 pesos; en Guatemala que no es un país productor de petróleo cuesta 11.8 pesos y en México rebasa los 14 pesos. No se entiende el porqué en México que es un país que produce y vende mucho petróleo, la gasolina es más cara. El hecho es que las llamadas reformas estructurales y en especial la energética están resultando un gran fracaso, toda vez que la economía mexicana no logra fortalecerse, por el contrario los recortes presupuestales del año pasado, de este año y el que se anuncia para el 2017 que suman más de 400 mil millones de pesos, significan reducciones al gasto social y los aumentos de la luz y la gasolina son un golpe a la economía popular, y mientras la inconformidad social crece, Peña Nieto se va de vacaciones.
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