EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

LA POLÍTICA ES ASÍ

Pie de la Cuesta

Ángel Aguirre Rivero

Marzo 11, 2022

LA POLÍTICA ES ASÍ

 

(Segunda y última parte)

Desde los albores de la actividad turística en Acapulco, Pie de la Cuesta tuvo una importancia estratégica al dar espacio para construir en 1946 el nuevo aeropuerto de Acapulco, que vino a sustituir a la primera pista de aterrizaje que durante los años 30 y 40 se habilitó en Playa Hornos.
Los primeros vuelos de prueba de la pista aérea de Hornos (en el área de lo que hoy ocupa el Fraccionamiento Magallanes, se realizaron a partir de 1930 con vuelos entre la ciudad de México y Acapulco.
Pero fue hasta el 13 de septiembre de 1934, que se estableció la primera ruta comercial México-Acapulco por Aeronaves de México S.A., a la vez que operaban otras líneas aéreas que enlazaban Acapulco con Oaxaca y Uruapan, Michoacán.
Mi padre fue propietario de un taxi aéreo que realizaba vuelos de Ometepec a Acapulco y de Ometepec a Pinotepa Nacional, Oaxaca. De esta manera se fortalecieron las rutas de comercio y el transporte de pasajeros en ambas costas.
El aeropuerto de Pie de la Cuesta dio paso a la Base Aérea militar que así se mantiene hasta nuestros días.
Pie de la Cuesta está lleno de historias, como aquella del chiquillo que, para contribuir con la economía de la familia, repartía tortillas en casas y negocios del ya popular balneario, ese muchachito, hijo del legendario Rey “Lopitos”, se tituló como abogado, fue electo diputado federal, donde alcanzó una gran proyección política, de tal suerte que fue electo alcalde de Acapulco.
Durante su gobierno, Alberto López Rosas llevó muchas obras y mejoras a la zona, como la estación de bomberos, la instalación de un cajero automático, iluminación y pavimentaciones.
En mi segundo periodo como gobernador lo invité a hacerse cargo de la Procuraduría General de Justicia y posteriormente de la Secretaría del Trabajo donde tuvo un buen desempeño.
Privilegiado por la naturaleza, Pie de la Cuesta tiene como atractivo la laguna de Coyuca, que se puede recorrer en los tradicionales paseos en lancha para visitar la Isla de los Pájaros o Isla Montosa, y disfrutar en el recorrido del hermoso paisaje tapizado de manglares y aves exóticas que convierten el lugar en un paraíso, mientras el lanchero te platica las historias del famoso Pioquinto Estévez Solís, de quien se dice, llegó a tener siete mujeres, condición de vida que lo motivó y le permitió vivir 100 años.
En esta laguna se filmaron las películas de Tarzán con Johny Weismuller, quien se enamoró de Acapulco y en sociedad con John Wayne, Fred McMurray y el humorista Red Skelton compró el hotel El Mirador en el cual vivió hasta 1984. Hoy sus restos descansan en el panteón Valle de la Luz.
En Pie de la Cuesta se rodaron algunas escenas de Rambo ll, en ésta última se contrataron muchos extras acapulqueños al semejarse su fisonomía a la de un vietnamita, lo que cumplía con los requerimientos de los productores. El protagonista, Silvester Stallone, seducido por Acapulco, por varios años fue propietario de una residencia en el puerto, por el rumbo de la Escénica.
También se filmó La Perla en 1945 dirigida por Emilio El Indio Fernández, con Pedro Armendáriz y fotografía de Gabriel Figueroa, cinta que ganaría el premio a Mejor Película en Venecia.
Pero no tengo duda que la historia más interesante es la que narra los orígenes del lugar: “Pie de la Cuesta era la puerta de enlace del comercio para Acapulco y también de dicho puerto para la Costa Grande, ya que por la Laguna de Coyuca de Benítez se transportaba el carrizal o viceversa: granos, animales, vegetales y oro por medio de lanchas remadas por rodillos de madera, posteriormente los recursos los almacenaban en dos bodegas: la denominada Estación, la cual era propiedad de la señora Rosita Acosta, que se encontraba de lado de la playa y la otra bodega que se localizaba en el centro del poblado, el cual era dueño de Francisco Mejía Urzúa.
Junto a esta última bodega, hubo un mesón y un establo donde descansaban los comerciantes y sus bestias, de igual forma en el mismo sitio de la Estación de la señora Rosita se servía comida y se daba posada para las personas que se dirigían al puerto de Acapulco”. (Anzaldua, K. 2014).
De la mano del ex gobernador Héctor Astudillo, la zona recibió importantes obras como la construcción de una ciclopista, pavimentación de banquetas y de la vía en dos carriles con rumbo hacia la Barra de Coyuca, dotada de una buena iluminación.
Ojalá que la gobernadora Evelyn Salgado y el propio gobierno federal, volteen sus ojos a este hermoso lugar, para darle mantenimiento, y realizar obras que den realce a su histórica grandeza.

Del anecdotario

En una de mis tantas visitas a la laguna de Pie de la Cuesta, algún paisano dicharachero me platicó la historia de Don Pioquinto, personaje famoso por esos lares.
Don Pioquinto tuvo más de 40 hijos, me platicó.
–¿Cómo, pues qué comía?
–Cuatete (conocido también como pez gato)… Sí, se lo juro señor gobernador.
Pasado algún tiempo le platiqué este pasaje curioso a un Presidente de la República (que no voy a decir su nombre, mejor imagínelo usted mismo), quien al escucharlo se quedó muy pensativo. Finalmente se atrevió a preguntarme:
–¿Oye gobernador y dónde venden ese famoso cuatete?
–La viagra costeña o rompe catres, como le decimos en la costa, pues en varios lugares del centro de Acapulco –le contesté.
–Oye, ¿me podrías mandar unos cuatetes antes de regresar a la Ciudad de México?
–Por supuesto señor Pre-sidente.
Y se los hice llegar de diferentes formas. Quedó encantado, por ello cada vez que visitaba nuestro estado, siempre me decía: “No se te olviden mis cuatetes, mi querido gobernador”.
Y yo siempre pensando cómo llevar más obras a mi estado, le hacía llegar sus cuatetes y un caracol muy famoso, porque también se presume que posee poderes afrodisíacos: el caracol “diente de perro”, que vendía mi querida amiga La Gorda, allá frente a la playa La Angosta.

La vida es así…