EL-SUR

Miércoles 24 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Plan de Ayala. Siglo XXI (2)

Héctor Manuel Popoca Boone

Febrero 03, 2018

Por lo que respecta a la mujer campesina, ellas son ahora la mayoría de la población que habita en el campo. Debido a la migración y mortandad que padecen los varones. Es necesario reconocer, en lo cotidiano, la igualdad que tienen como ciudadanas, como sujetos sociales y como productoras activas, con todos sus derechos a salvo.
El nuestro, ya es un campo prácticamente sin jóvenes. Sin empleo, sin soberanía de sus vidas y sin futuro. Carecen de oportunidades económicas, dignas y decorosas. Los hemos estado sacrificando vilmente. Son nuestra mayor energía social y la hemos dilapidado empujándola a los cinturones de miseria de las grandes ciudades, cuando no a la delincuencia. Los derechos de los jóvenes rurales brillan por su ausencia.
La juventud campirana también tiene derecho a un trabajo digno y seguro. Los jóvenes exigen verdaderos y eficaces programas gubernamentales de educación, capacitación y creación de empleos. México es un país de millones de jóvenes estigmatizados, marginados, expulsados y, por lo tanto, de fácil arribo a la delincuencia y al narco. Hay que poner un alto a la actual guerra civil de baja intensidad que por motivos del narcotráfico la ciudadanía es víctima destacada, donde los jóvenes son quienes en su mayoría mueren y matan.
Durante 500 años, los pueblos autóctonos de lo que hoy es México fueron oprimidos y humillados. Hoy se han puesto de pie y reclaman sus ancestrales derechos políticos, socioeconómicos y culturales. En Los Acuerdos de Paz de San Andrés de los Pobres, firmados por el gobierno federal y el EZLN en Chiapas, quedaron debidamente plasmados. A la fecha, el Estado mexicano aún no honra tales Acuerdos.
Los actuales tiempos son de cambio climático mundial. De incertidumbre en las cosechas. De alza en los precios de los productos agropecuarios, pero mayormente en los insumos agrícolas. Por eso, la autosuficiencia en granos básicos y la soberanía alimentaria se convierten en asunto de seguridad nacional.
Necesitamos un cambio verdadero, con el propósito de: 1) Planear y ejecutar, conjuntamente con el gobierno, programas de fomento a la agricultura campesina. 2) Para desarrollar la infraestructura básica con uso eficiente y sustentable del agua y de la energía con fines productivos. 3) Tener accesibilidad a los insumos básicos como semillas, abonos, maquinaria, paquetes tecnológicos, etcétera 4) Lograr un mayor financiamiento crediticio con bajas tasas de interés y plazos de pago acordes a las cosechas. 5) Capacitar y acompañar técnicamente al campesino, al ras del surco. 6) Invertir en empresas rurales y agroindustrias que otorguen mayor valor a los productos. 7) Darle mayor certidumbre al ingreso económico rural mediante precios agropecuarios fijos y remuneradores. 8) Apoyar a la organización campesina para un buen mercadeo. 9) Fomentar preferentemente a las pequeñas y medianas unidades de producción agropecuaria. 10) De lo que se trata es de impulsar decididamente la milpa, la economía de traspatio y el potrero.
Necesario es pagar bien el trabajo rural. La agricultura es la actividad económica de más alto riesgo y la de menor remuneración económica. Se requieren mayores presupuestos públicos multianuales en el marco de una estrategia de seguridad alimentaria orientada a erradicar el hambre que hoy padecen 30 millones de mexicanos.
Sustituir el Tratado de Libre Comercio de América del Norte por un Acuerdo Trinacional de Cooperación para el Desarrollo. Que fortalezca nuestra agricultura campesina, promueva un intercambio comercial justo e incluya el derecho a la libre movilidad laboral transfronteriza.
PD1. En verdad es sorprendente la desbandada nacional de militantes del PRD, del PAN y del PRI a favor de AMLO.
PD2. Buena competitividad electoral ostenta mi amigo, Asunción Martínez Ortiz, para obtener de la coalición Juntos Haremos Historia, la candidatura para la diputación local, del distrito 02 de Chilpancingo.