EL-SUR

Miércoles 17 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Planeta, plagio y plata…

Humberto Musacchio

Agosto 16, 2021

LA REPÚBLICA DE LAS LETRAS

Editorial Planeta publicó en 2018 La danza de mi muerte, novela firmada por una tal Sandra Frid. Sin embargo, ocurre que “el corpus del libro se sustenta en una exhaustiva investigación” realizada a lo largo de 20 años, pero no de ella, sino de Jesús Vargas y Flor García Rufino, quienes publicaron los resultados de su trabajo en el libro Nellie Campobello: mujer de manos rojas, obra aparecida en la capital chihuahuense en 2013, con material de fuentes sólo conocidas por los autores. Pero a la señora Frid se le hizo fácil ejecutar una fusilata a mansalva, como lo prueba el hecho de que en 85 de las 153 páginas de “su” libro reproduzca datos y párrafos enteros de la obra de Vargas-García Rufino, sin dar el debido crédito. De ahí que en octubre de 2018, los autores de la investigación hayan recurrido a Editorial Planeta solicitándole que actúe como sea de justicia en el caso (un plagio notorio y comprobado). Por supuesto, los ejecutivos de la firma española se han hecho los muertos y no han respondido a la petición, quizá por las pérdidas económicas que les significaría retirar el libro del marcado. Pero peor les puede ir a la plagiaria y a la firma que puso en circulación la edición pirata. Esperemos que el asunto no se quede ahí.

Que no hubo Conquista

A 500 años de la caída de Tenochtitlan, la novedad es negar la Conquista, porque según dicen el triunfo no fue de los peninsulares, sino de los tlaxcaltecas y otros grupos sometidos por fuerza o por conveniencia, pero lo cierto es que quienes dirigieron las operaciones fueron el propio Cortés y sus lugartenientes, pues los contingentes indígenas se colocaron bajo el mando del extremeño después de conocer y reconocer la superioridad del armamento español y luego de sus demostraciones de fuerza frente a la resistencia, como las muy humanitarias matanzas de Cholula y del Templo Mayor. A la caída de Tenochtitlan, Cortés hizo concesiones a sus aliados e incluso a los jerarcas vencidos, incluido Cuauh-témoc, a los que impuso como caciques encargados de recabar los tributos en sus comunidades, los que por supuesto debían entregar a los conquistadores, que implantaron un severísimo régimen contra los indios rebeldes o poco dispuestos a servirlos, los cuales eran quemados vivos o ejecutados de otra manera, sometidos a diversas formas de tortura, como el aperreamiento, que consistía en lanzar a perros hambrientos sobre los sentenciados, a los que se ataba previamente para dejarlos indefensos. Por supuesto, los conquistadores practicaron en forma generalizada el saqueo, la violación de las mujeres, la imposición de trabajos forzados o de plano la esclavitud, así como la marca con fierro al rojo vivo que se aplicaba a niños y adultos.

Que los indios estaban mejor

La historiadora Guadalupe Jiménez Codinach, entrevistada por el diario madrileño El País (10/VIII/21), dice que “el peor momento para las comunidades indígenas es a partir de las reformas liberales” y agrega que “el maltrato a los indígenas y el racismo no es de hace 500 años, es de ahora” (sí, porque el colonialismo es profundamente humanista, como lo practicaba por ejemplo Pedro de Alvarado). Doña Lupe se molesta porque las autoridades “acaban de cambiarle el nombre a la plaza de la Noche Triste y ahora es la Noche Victoriosa ¡Por favor! Sí es una noche triste porque hubo un enfrentamiento de raíces que son nuestras como mexicanos: europeos e indígenas murieron”. Sí, murieron indios, pero también los pobrecitos criminales que acompañaban a Hernán Cortés. Lo que está a debate no es el hecho irreversible del mestizaje, sino el salvajismo expoliador que conocemos como colonialismo, cuyas secuelas están presentes en el racismo, la discriminación y el atraso.

La Gran Tenochtitland

Para el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, la maqueta del Templo Mayor levantada en el Zócalo es un show, un despropósito injustificable si a “a pocos metros tenemos las excavaciones y un museo muy digno”. Pues sí, se gasta un dineral en esa reproducción y los foquitos de Tenochtitland cuando los museos y zonas arqueológicas están pasando las de Caín, con 70 por ciento menos presupuesto. Lo del Zócalo es mero espectáculo pueblerino para exaltar un nacionalismo de opereta. Nada más.

Breviario…

Una nota firmada por Leonardo Frías en La Gaceta UNAM (9/VIII/21) dice: “el periodo escolar que hoy inicia” y se omite la forma pronominal “se”, necesaria cuando no hay un sujeto que ejerza la acción. Otra pifia es escribir “de acuerdo a sus aptitudes” y no de acuerdo con sus aptitudes. Y es una publicación de la UNAM. @@@ Ayer fueron presentados tres nuevos discos del compositor mexicano Federico Ibarra: La aniquilación de un sueño y ocho sonatas para piano, la ópera Despertar al sueño y la música para la ópera Leoncio y Lena, de Georg Buchner, de la que José Ramón Enríquez escribió una versión en español. @@@ Ahora salieron con que el Poder Judicial de la Federación revisará los libros de texto gratuitos, para que estén acordes con el “principio de interés superior del menor” y una educación científica, integral, inclusiva y libre de ideologías. ¡Agárrate, Marx Arriaga!