EL-SUR

Lunes 15 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Ponle un hielo

Octavio Klimek Alcaraz

Julio 03, 2021

 

El título de este artículo tiene que ver con una caricatura de ese magnifico dibujante español El Roto, que es todo un conocedor del ser humano. Dibuja a una pareja bien vestida, bebiendo un coctel. Ella le dice “el planeta se calienta” y él responde “ponle un hielo” (El País, 2 de julio de 2021). Así se ha comportado de irresponsable una buena parte de la sociedad más rica y consumista, sobre todo en los países mayormente responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero ante el ya irreversible cambio climático del planeta. Esto lo digo, porque hay responsabilidades comunes, pero diferenciadas. A una buena parte de nuestra generación y las que nos precedieron en el siglo XX, no les importa perjudicar a las generaciones que nos siguen con los impactos del cambio climático.
La prueba de lo antes dicho es que, es evidente que cada día, con más frecuencia, que la naturaleza nos pasa la cuenta. En este momento, por ejemplo, es noticia en diversos medios de información, que, de California a Canadá, de Nueva York al Pacífico: una onda de calor recorre Norteamérica. En especial ha afectado la onda de calor en el noroeste de los Estados Unidos y el suroeste de Canadá. Este verano, sin embargo, se han medido temperaturas entre 40 y casi 50 grados centígrados.
Según los meteorólogos, los registros de calor están vinculados a un área de alta presión en la atmósfera que retiene el aire caliente en la región. Los expertos señalan que la intensidad de esta cúpula de calor es estadísticamente tan rara que solo se puede esperar, en promedio, una vez en miles de años. Sin embargo, el cambio climático provocado por el hombre “hizo que este tipo de eventos extraordinarios fueran más probables”.
Esta última semana de junio se han presentado en esa región casi 600 fallecimientos debido a las altas temperaturas, en algunos sitios sobre los 49º C. Por ello, las autoridades hablan de una crisis de salud pública.
El martes 29 de junio, el Servicio Meteorológico Canadiense estableció un récord nacional de temperatura por tercer día consecutivo en Lytton, Columbia Británica: las temperaturas subieron a 49,6 grados centígrados allí. Lytton, que se encuentra a unos 260 kilómetros al noreste de Vancouver, tuvo récords de calor durante tres días seguidos. Ahora un incendio ha destruido casi por completo a la comunidad. El miércoles por la noche la pequeña ciudad fue invadida por una ola de fuego. En muy poco tiempo, el 90 por ciento del pueblo se había incendiado, incluido todo el centro de la ciudad. Más de 1.000 personas tuvieron que huir a toda prisa. El incendio en un área de 65 kilómetros cuadrados estaba “fuera de control”, dijeron las autoridades el jueves. El clima sigue siendo seco, caluroso y ventoso.
En otras partes de la provincia canadiense de Columbia Británica, se produjeron decenas de incendios forestales en 24 horas, muchos como resultado de la caída de rayos.
Las autoridades de Canadá han advertido para varias provincias que “la onda de calor actual, peligrosa e histórica continuará esta semana”. Canadá, uno de los países más fríos del mundo y donde las nevadas son épicas esta más caluroso que el Medio Oriente.
Asimismo, las ciudades estadounidenses de Portland, Oregón y Seattle en el noroeste de los Estados Unidos también han registrado las temperaturas más altas desde que comenzaron los registros allí en 1940. El aire acondicionado y los ventiladores se agotaron en muchos lugares. Algunas personas buscaron protección contra el calor en garajes subterráneos o en sus autos con aire acondicionado.
Igualmente, el clima cálido y seco con vientos violentos agravó la situación de los incendios en California también. En el norte del estado más poblado de Estados Unidos, más de mil bomberos combatieron tres grandes incendios forestales el jueves. Uno de los incendios cerca del pueblo de Weed se ha extendido a más de 80 kilómetros cuadrados. Se ha pedido a varios miles de personas que abandonen sus hogares en la zona de peligro. A pesar de una operación a gran escala por parte de los bomberos que duró varios días, las llamas solo estaban contenidas en un 25 por ciento el jueves.
Se debe recordar, que, en 2020, California experimentó la temporada de incendios forestales más devastadora en términos de área desde que comenzaron los registros. Los incendios fueron particularmente intensos desde mediados de agosto hasta finales de octubre. Más de 30 personas murieron y más de 10.000 edificios resultaron dañados o destruidos.
Para agravar más estas tristes noticias, se informa que se han presentado los peores incendios de junio en el Amazonas desde 2007. Conforme a diversos medios de comunicación, que refieren datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales del Brasil (INPE), en junio se registraron más de 2.300 incendios en la región amazónica brasileña. Esto fue 2.6 por ciento más que en junio de 2020. Incluso más incendios, unos 3.500, se contabilizaron por última vez en junio de 2007. En 14 años no se habían presentado tantos incendios en el Amazonas.
Los ambientalistas temen que las cifras sigan aumentando debido al inicio de la sequía en la región. Su temor es que, para los próximos meses, el escenario difícilmente será diferente al que hemos visto en los últimos dos años. Con los indicadores de deforestación en aumento y un número ya elevado de incendios al comienzo del verano amazónico, cuando hay una disminución natural de las precipitaciones en el Amazonas y los deforestadores aprovechan la oportunidad para avanzar hacia el bosque, estos números tienden a aumentar aún más, dijo en un comunicado de Greenpeace Brasil (https://www.greenpeace.org/brasil/blog/fogo-na-amazonia-junho-registra-maior-numero-de-focos-de-calor-em-14-anos/).
Para el planeta, la Amazonía es de vital importancia para la protección del clima. Sus selvas pueden absorber y almacenar dióxido de carbono. Recuérdese, que cuando se queman, mueren o se cortan, el gas de efecto invernadero se libera nuevamente a la atmósfera.
Concluyo, que nos hace falta mucho hielo para el planeta.

P. D. La gente de Acapulco debe apoyar a los ambientalistas en su demanda de recuperar el Jardín del Puerto. Se necesita recuperar los espacios públicos para disfrute de la ciudadanía.