EL-SUR

Miércoles 24 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Por qué Bolsonaro es peor que Donald Trump

Gaspard Estrada

Junio 03, 2020

Desde el inicio de su actividad política, Donald Trump ha constituido un peligro para el mundo –y para México en particular. A través de sus discursos racistas, mentirosos y que incitan al odio, el actual presidente de Estados Unidos ha contribuido a diseminar la hostilidad y la polarización en la sociedad. Y en este momento, en el que la pandemia ligada al Covid-19 está provocando en todo el planeta una crisis económica, sanitaria y social, queda claro que estos mensajes solo contribuyen a enrarecer el clima político y social. Como consecuencia de ello, Estados Unidos viven en estos días su peor crisis social desde el movimiento por la igualdad racial de finales de los años 1960. Las calles de Los Ángeles, Washington DC, y Minneapolis – sólo por dar algunos ejemplos– han sido tomadas por los manifestantes. En algunos casos, actos de violencia se han desatado, fuertemente reprimidos por los policías. Y contrariamente a lo que se esperaría de un Jefe de Estado, Donald Trump está incitando a la multiplicación de los actos de violencia, al considerar que todas las manifestaciones son actos de vandalismo, e inclusive evaluando la posibilidad de clasificar como “terroristas” movimientos de protesta. Este posicionamiento del presidente estadunidense no es una sorpresa: Trump está en campaña por su reelección, y si nos fiamos de lo que dicen las encuestas de opinión, su rival del Partido Demócrata, Joe Biden, ganaría las elecciones el día de hoy. De tal suerte que para evitar que su mala gestión en la pandemia sea evidente, Trump intenta instalar un sentimiento de miedo en la población estadunidense para remontar en las encuestas.
En esta perspectiva, el autodenominado “mejor aliado” del presidente estadunidense, el presidente brasileño Jair Bolsonaro, ha hecho todo, no solo para reproducir los dichos y hechos de su homólogo del norte, sino para agravar la precaria situación de su país. De hecho, desde su campaña presidencial, el ex capitán del ejército no ha cesado de incitar al odio, haciendo comentarios racistas, xenófobos, homofóbicos y contrarios a los valores democráticos. Y, en el marco de la pandemia, se ha esmerado en ir más allá de copiar a su par del norte. En vez de adoptar medidas de distanciamiento social, para evitar el aumento del número de casos y de muertos ligados la Covid-19, Bolsonaro ha participado de actos públicos, destituido en dos ocasiones al titular de la secretaria de salud, y respaldado las teorías conspiratorias sobre el coronavirus divulgadas por sus seguidores vía las redes sociales. De hecho, en un momento en el cual el planeta vive la peor crisis sanitaria de la historia, Brasil no tiene a un titular al frente de la secretaria de salud. Y en vez de tener a médicos con experiencia al frente de las principales direcciones del ministerio, Bolsonaro ha nombrado a militares y a políticos sin ninguna experiencia en el ramo. Por ello, no es de sorprender que Brasil se haya convertido en el nuevo epicentro de la pandemia a nivel global.
Pero no solo eso: también ha tomado acciones decisivas para poner en peligro a la democracia brasileña. Durante estas manifestaciones, el ex capitán del ejército ha pedido el cierre del Congreso y de la Corte Suprema, dejado de manifiesto su inconformidad frente al funcionamiento de las instituciones y estimulado actos antidemocráticos violentos. Por ello, hoy la democracia brasileña está en peligro.
En su Manifiesto Antropófago, el poeta Oswaldo de Andrade, uno de los fundadores del movimiento modernista brasileño, afirma que su país es capaz de absorber diferentes culturas y pueblos en una mezcla única. En su versión bolsonarista, sería una mezcla de Pinochet, Stroessner, Trump, Duterte, Orban y Salvini. En tiempos de pandemia y de crisis política, el Antropofagismo bolsonarista puede volverse mortal para la vida de los brasileños y su democracia.

* Director Ejecutivo del Obser-vatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París

Twitter: @Gaspard_Estrada