EL-SUR

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Guerrero, México

Opinión

¿Por qué Trump, Bolsonaro y Duque dudan en atacar a Venezuela?

Gaspard Estrada

Febrero 27, 2019

El sábado pasado la crisis venezolana llegó a una nueva etapa, casi un mes después de la autoproclamación del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela, frente a una multitud en la ciudad de Caracas. Este pronunciamiento, que fue seguido por el reconocimiento casi inmediato del gobierno de Estados Unidos, marcó el debate político regional.
Algunos días antes, el grupo de Lima (excepto México) había anunciado que desconocería el resultado de la elección presidencial del mes de mayo de 2018, favorable a Nicolás Maduro. A partir de ese momento, este último perdió la iniciativa política que había logrado mantener durante la mayor parte de 2018.
Por primera vez desde las grandes manifestaciones de la primavera de 2017, en las cuales varios centenares de personas fallecieron y otras miles fueron heridas, el gobierno venezolano parecía estar contra las cuerdas. Para responder a esta situación, Nicolás Maduro convocó a la plana mayor del ejército, en particular al ministro de defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, para que defendiera su permanencia en el poder. Sin embargo, el reconocimiento progresivo del liderazgo del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, por parte de la mayor parte de los países de América Latina, así como de los países de la Unión Europea, crearon un efecto dominó en los medios internacionales, que comenzaron a especular en torno a la fecha en la que Nicolás Maduro abandonaría el poder.
De cierta manera, los estrategas de la oposición venezolana, junto con los del gobierno de Donald Trump, pensaron que la crítica situación política, económica y social de Venezuela, provocaría la caída rápida del régimen bolivariano. Sin embargo, conforme fue pasando el tiempo y los miembros de la alta jerarquía militar dieron muestras de lealtad a Nicolás Maduro, el plan del equipo de Juan Guaidó y de los asesores de Donald Trump comenzaron a hacer agua. Lo que sería un asunto de horas y de días pasó a ser de semanas, sino es que más.
Para entender por qué el ejército venezolano no ha abandonado a Maduro, hay que entender una serie de elementos. En efecto, desde la llegada al poder de Maduro, en 2013, la cúpula militar del ejército venezolano sufrió una profunda transformación. En poco más de 5 años, más de mil militares fueron ascendidos al cargo de general, lo cual modificó las dinámicas internas dentro de la alta jerarquía castrense. Por otro lado, contrariamente a Hugo Chávez, que era un militar, Nicolás Maduro no lo es. El propio proceso de sucesión presidencial del fundador de la revolución bolivariana hubiera podido haber desembocado en la elección de otro militar, Diosdado Cabello. Sin embargo, después de un llamado del ex presidente Chávez, fue Maduro quién fue elegido como el candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Ante la muy estrecha victoria de Maduro frente a Henrique Capriles, por menos del 2 por ciento en 2013, Maduro comenzó su mandato en condiciones mucho más endebles que su antecesor. Por ende, Maduro abrió su gabinete a un número de militares mucho mayor que el propio Chávez en su tiempo. Hoy en día, más de la tercera parte de los ministros de Maduro son militares, y el presidente de la empresa petrolera estatal, PDVSA, es un general del ejército. De tal manera que si hay un cambio de régimen en Caracas, los mayores perdedores de este hecho político serían los dirigentes del ejército.
Para los aliados de la oposición venezolana, y en particular para Estados Unidos, Colombia y Brasil, que han sido los países más activos en el apoyo a Guaidó, el escenario de un mantenimiento de Maduro en el poder no es aceptable. Sin embargo, a raíz del fracaso práctico de la operación de entrega de víveres alimenticios y sanitarios desde Colombia del sábado pasado, queda claro que la opción militar ya no puede descartarse. Lo cual sería una tragedia para Venezuela, para América Latina y para el mundo.

Twitter: @Gaspard_Estrada

* Director ejecutivo del Obser-vatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París