EL-SUR

Martes 23 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

LA POLÍTICA ES ASÍ

PRD: romper inercias

Ángel Aguirre Rivero

Diciembre 11, 2020

La Política es Así

Todo indica que el proceso electoral que inició en Guerrero será altamente competitivo, particularmente en lo distrital y municipal, donde se disputarán diputaciones locales, federales y alcaldías.
El Partido de la Revolución Democrática, si aspira a un mayor número de triunfos, tendrá que romper inercias y paradigmas que mucho daño le hicieron cuando elegía a sus candidatos. Muestra de ello es que varios, después de ostentar esos cargos de elección, se alejaron de la casa que los cobijó.
El PRD, partido con el que simpatizo, ya no debería designar candidatas o candidatos en función de las corrientes que participan a su interior, pues de ser así iría seguro hacia un precipicio.
El partido tiene ante sí el gran reto de recuperar la confianza de los electores que se alejaron en los comicios del 2018, y mucho ayudará que envíe señales de que ha cambiado, se ha alejado del agandalle y oportunismo, y que la visión patrimonialista de las corrientes quedó como un vicio del pasado.
Considero que en este proceso electoral, las designaciones de los candidatos tendrán que estar respaldadas en una probada trayectoria, en el trabajo, la lealtad pero por encima de todo, que se perfilen como candidatas o candidatos ganadores, sin importar a qué expresión política pertenezcan. Las cuotas por corrientes deben terminarse. Que lleguen aquellos que tengan las suficientes prendas para ganar.
El PRD es un partido con más de 30 años de existencia, a lo largo de los cuales tuvo muchos aciertos, pero también cometió errores, por esa visión de apoderamiento de las candidaturas y en la conducción del partido por parte de sus facciones.
Cuando yo llegué al PRD, éste era un partido fuerte. Quien me motivó principalmente a ingresar fue Marcelo Ebrard. Yo no estaba afiliado al PRD. Cuando llegué a la gubernatura, él me lo pide, y en correspondencia le dije que sí.
Poco a poco fui conociendo cómo se movía el partido. Al principio me hablaban de tantas corrientes que ni siquiera me las aprendía.
Pero lo que más lamenté fue cuando conformé mi gobierno, y pude darme cuenta cómo esto de las corrientes al interior del PRD está tan acendrado, que lo ven como espacios de esas corrientes; entonces si el secretario de Salud o el de Desarrollo Social era de una corriente, pues había que darle oportunidad a los de sus corrientes, y eso no me agradó.
En una ocasión estando en Coyuca de Catalán por invitación a una cena de un amigo, Elí Camacho (QEPD), les propuse la desaparición de las corrientes y que hiciéramos una campaña para hacer un solo PRD. No encontró eco mi propuesta y lo que realmente vino a derramar la gota fue mi salida del gobierno.
Hoy las condiciones de la elección son, en muchos sentidos, inéditas, con una ciudadanía que en 2018 apostó por un cambio y dos años después, ha constatado que la mayoría que otorgó a Morena no es tan efectiva, por lo que lo más razonable es una nueva alternancia en 2021.
Sin duda, la oportunidad de dar al país nuevos equilibrios políticos en el Congreso de Guerrero y la Cámara de Diputados, en los ayuntamientos y el gobierno del estado, tendrá que transitar primero porque los partidos políticos tomen las mejores decisiones. No puede ser de otra manera.

Del anecdotario

Recibí una llamada, que debo confesar me sorprendió. Se trataba del jefe de Gobierno del Distrito Federal en ese entonces, Marcelo Ebrard Casaubon, quien me formulaba una invitación para tener un encuentro a la brevedad posible en la Ciudad de México. De esa forma acordamos tomar un café en un céntrico hotel.
En un salón privado encontré en mangas de camisa a Marcelo, quien amablemente me sirvió un café y sus primeras palabras fueron:
–¿Cómo estás Ángel?, ¿cómo te sientes? El partido te trató muy mal.
–Como te trató a ti hace algunos años, ja, ja, ja!… –le respondí.
–Te fallaron en el PRI, tú debiste haber sido el candidato natural.
–Es cierto, confié en que la dirigencia nacional encabezada por Beatriz Paredes, honraría su palabra de que sería nuestro candidato quien estuviera mejor posicionado en las encuestas, cosa que nunca sucedió. Evidentemente –proseguí– nunca se nos mostraron las encuestas.
Marcelo empezó a reír y señaló:
–No aprenden la lección, siguen con sus métodos antidemocráticos, por eso abandoné yo también el PRI hace ya varios años.
Mi pregunta fue directa:
–¿Y quién va a ser su candidato por la coalición de izquierda?
Pensé que su respuesta sería Armando Ríos Piter, pues tenía información que Marcelo lo había estado apoyando en su crecimiento político en nuestro estado, pero con el paso del tiempo Ríos Piter mostró su verdadero rostro: falso y traidor.
–Nuestro candidato vas a ser tú, porque hemos analizado tu perfil y trayectoria y consideramos que contigo tenemos la opción de ganar en las próximas elecciones en Guerrero.
–¿Yo? –le contesté.
Marcelo insistió en que aceptara la candidatura:
–Vas a ganar y te vas a divertir.
–Lo pensaré y te doy una respuesta en unos días.
No pude contener una sonrisa interior, porque debo de asumir que no me veía militando en el PRD, por lo que le agradecí el gesto y que hubieran pensado en mí como una opción de la izquierda.
No tengo duda que, si Marcelo Ebrard hubiese sido el dirigente nacional del PRD en aquellos años, el partido hubiera tomado un rumbo diferente. Como no tengo duda de que Marcelo será el próximo presidente de México, porque es hombre con mucha sensibilidad y que sabe construir.