EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Premios turísticos; crimen imparable

Abelardo Martín M.

Enero 29, 2019

 

Mientras el gobernador Héctor Astudillo viajó junto con otros mandatarios estatales mexicanos a la Feria Internacional de Turismo 2019 en Madrid, España, y nos presumió a su retorno el premio obtenido por el pabellón de Guerrero –el único de América Latina en recibir un reconocimiento–, en el estado la noticia de todos los días sigue siendo la nota roja.
Primero la buena: es el segundo año consecutivo en que a Guerrero se le premia su espacio de promoción en la feria internacional que se lleva a cabo en España. Subraya el gobernador la importancia de la promoción en el negocio turístico, que en el estado da empleo a más de 250 mil personas.
Por ello, a Madrid no fue solo el mandatario estatal. Lo acompañó su secretario de Turismo, Ernesto Rodríguez Escalona, quien se quedó hasta el final del evento, recibió el reconocimiento mencionado, y se lo trajo a su jefe.
También acudió el coordinador de la fracción priista en el Congreso local, Héctor Apreza Patrón, el diputado de Morena Zeferino Gómez y la diputada del PAN, Guadalupe González Suástegui, así como los alcaldes de Taxco y José Azueta, el panista Marcos Parra y el priista Jorge Sánchez Allec, respectivamente.
Se sumaron a la comitiva el presidente del Fideicomiso de Promoción Turística de Acapulco, Pedro Haces Sordo; el director de la Oficina de Convenciones y Visitantes de Zihuatanejo, Pedro Castelán; el director de Grupo Standex, José Aguirre, y el presidente de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco, José Luis Smithers Jiménez.
Y a nivel federal tampoco lo dejaron solo. Al evento acudió el secretario de Turismo del gobierno de México, Miguel Torruco, y otros gobernadores, como los de Campeche, Yucatán y Michoacán.
Luego las malas. El contraste con el viaje y la celebración, decíamos, es la criminalidad sin freno que se sufre en Acapulco y en prácticamente todo el estado.
Según las cifras oficiales, durante 2018 se produjeron dos mil 224 homicidios dolosos en Guerrero, lo cual equivale a más de seis asesinatos cometidos cada día.
Para el nuevo año las cosas no mejoran. Los medios de comunicación dieron cuenta el pasado fin de semana de un cruento enfrentamiento en la zona rural de Chilapa, en la que se produjeron al menos doce muertos y un par de heridos de gravedad. Según algunos, se trató de un encuentro entre la policía comunitaria y la banda de Los Ardillos, que intentó invadir algunas comunidades.
Y para incrementar el miedo de la población ante sus fechorías, los criminales ensayan una nueva fórmula, consistente en despedazar y arrojar restos humanos en las calles de Acapulco y en la autopista de México hacia el puerto.
Para completar el caos, los empleados de la Fiscalía de Guerrero sostuvieron un paro de once días, que finalmente accedieron a levantar, luego de que recibieron el pago de un bono de riesgo y la promesa de un aumento salarial.
En esa condición bipolar transcurre la vida en Guerrero. Pobreza ancestral sumada a una criminalidad creciente e impune; turismo recurrente que toma sus precauciones pero no abandona la plaza, y planes para la seguridad y el desarrollo regional que se renuevan cada que se admite el fracaso del anterior.
Ahí vamos.