Marcial Rodríguez Saldaña
Agosto 08, 2024
(Tercera y última parte)
En la novela, Altamirano despliega su talento en el entorno amoroso, cuando por medio del cura relata la aparición de Pablo -un joven huérfano, que había quedado bajo la custodia de una tía muy anciana-, trabajador, valiente y simpático, quien estaba enamorado de Carmen, hija de padres acomodados -poseedores de dinero-, sobrina del alcalde; una joven hermosa, que en un primer momento aparentemente rechaza el amor de Pablo, quien a causa de ello, se dedica al vicio de la embriaguez y al desorden, lo que causaba problemas al pueblo y el alejamiento de Carmen.
El cura trató de convencer a Pablo de recomponer su conducta, pero éste, empecinado en el amor de Carmen, se negó.
En esa época, se desarrolló una guerra civil, por lo que las autoridades militares pidieron reclutar milicianos para formar batallones, de tal manera que el alcalde, tío de Carmen, aprovechó para entregar a Pablo, quien escapó de la prisión para reiterar su amor a Carmen, pero lo vuelve a rechazar, por lo que Pablo regresa a la cárcel, lo cual hizo sentir a Carmen responsable de la conducta de Pablo.
Pablo pidió licencia en la milicia y como un ermitaño se refugió a vivir en las montañas, muy alejado de la población. Allá, apoyaba a los pastores, cazando las fieras que dañaban su ganado, sin pedir nada a cambio, lo que ganó su simpatía.
Al paso del tiempo, el alcalde, tío de Carmen, ya arrepentida, pidió al cura que hablara con Pablo para que regresara de la montaña al pueblo y le pidiera perdón por haber rechazado su amor. Durante ese periodo, Carmen rehuía a todos sus pretendientes, hasta llegar el momento de expresar sufrimiento por la ausencia de Pablo.
La noche de la Navidad, Carmen esperaba a Pablo y preguntó al cura si vendría, a lo cual contestó que sí. Los pobladores extrañaban a Pablo, quien era como el alma de la festividad. Al percatarse Carmen que no había regresado, estalló en llanto, con lo cual demostró que sí amaba a Pablo. Entonces un pastor, avisó que Pablo estaba en el pueblo, todos gritaron de alegría. Pablo y Carmen se pidieron perdón, se expresaron su amor y todos les desearon felicidad.
Altamirano, en el transcurso de la novela, demuestra su vasta cultura, cita a diversos autores de la literatura universal, entre ellos a Miguel Cervantes de Saavedra, con su novela El Quijote de la Mancha; Víctor Hugo y su novela Los Miserables; Teócrito, Virgilio, Lope de Vega, Garcilaso de la Vega; a Robinson Crusoe, de Daniel Defoe.
Así como Ignacio Manuel Altamirano, fue un gran escritor y lector, así esperamos que el pueblo de nuestra entidad suriana, sea un pueblo lector, un pueblo que siendo el principal protagonista de la Cuarta Transformación de México, de Guerrero y de su modelo educativo con la Nueva Escuela Mexicana, sea plenamente libre a través de la lectura. Disfruten la novela Navidad en la Montañas.
*La novela se puede consultar y leer en la página oficial de la Secretaría de Educación Guerrero www.seg.gro.mx en la biblioteca virtual
Facebook Marcial Rodríguez Saldaña