EL-SUR

Miércoles 24 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

LA POLÍTICA ES ASÍ

Presupuesto 2020: Guerrero, el olvidado

Ángel Aguirre Rivero

Septiembre 20, 2019

Hace menos de 15 años, cuando tuve la honrosa responsabilidad de presidir la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la 59 Legislatura, aprobamos un presupuesto de un billón 972 mil millones de pesos.
Hoy dicho instrumento (visto por algunos expertos como la palanca que promueva el crecimiento económico), ascenderá a más de 5 billones de pesos, es decir, más del doble de lo que nos tocó autorizar en aquellos años.
Desde entonces he sostenido y sigo sosteniendo, que el presupuesto debe de servir para generar bienestar, desarrollo y crecimiento para nuestro país.
Sin embargo, las señales que hoy se envían desde la Secretaría de Hacienda son altamente preocupantes, a tal grado que algunos gobernadores como el de Tamaulipas, Chihuahua y Guanajuato han llegado a plantear el rompimiento del Pacto Federal fiscal.
Yo recuerdo que en aquel 2005, la Secretaría de Hacienda había castigado severamente el rubro de carreteras y caminos rurales, lo mismo que el campo, agua potable y drenaje entre otros sectores.
Lo que motivó que las y los diputados cerráramos filas más allá de partidos políticos, incluyendo a los panistas (que eran gobierno), y logramos modificar el paquete económico, en especial el presupuesto.
Para 2020 se proyectan recortes en rubros estratégicos como turismo, que se suman a la desaparición del año pasado del presupuesto para Pueblos Mágicos y el cierre del Consejo Mexicano de Promoción Turística.
Recortar el presupuesto a nuestros pueblos originarios, ha sembrado el germen de la inconformidad. Ahorrar dinero quitándole a un sector depauperado no es buena idea.
Recordemos que el año pasado quitaron los comedores comunitarios, se eliminó el programa de empleo temporal; así como el Apoyo a Jornaleros Agrícolas, y aunque se etiquetó un presupuesto al Programa 3×1 a Migrantes, en 2019 no bajaron el recurso a Guerrero. Estos programas tienen su mejor resultado en las zonas de atención prioritaria, es decir, donde hay mayor pobreza.
Por segundo año consecutivo dejan a este girón suriano fuera del proyecto de inversión carretera que se venía ejecutando de manera multianual, se frenó la ampliación de la carretera Acapulco-Huatulco, así como la construcción de caminos rurales.
En el rubro de seguridad pública, el panorama se ve complicado para los municipios: en 2019 se eliminó la partida destinada al Programa Nacional de Prevención del Delito (Pronapred) y para 2020 pretenden recortar en un 25 por ciento la partida del Programa de Fortalecimiento de la Seguridad (Fortaseg); ambos programas han sido la ventana para que los municipios accedan a estos importantes recursos que les permitirían mitigar la violencia.
Por otro lado, para estados como Guerrero, una mejoría de vida en el corto y mediano plazo pasa por fortalecer el campo, para garantizar la seguridad alimentaria y la estabilidad social. Pero las cifras del PEF tampoco son alentadoras. Salvo el polémico Programa de Fertilizante, mediante el cual el gobierno federal pretendió apoyar a nuestra entidad, (y cuyos resultados aún son inciertos), no existe un plan concreto, mucho menos inversiones, para fortalecer nuestro desarrollo económico.
Llama la atención y preocupa que, en 2019, se destinaron mil 500 millones de pesos para repartir el abono en Guerrero como plan piloto; y para 2020 la bolsa se reduzca a mil millones de pesos, suponemos que nuevamente para Guerrero.
El año pasado hubo ajustes en lo relativo al trato hacia las universidades del país. En lo que toca a Guerrero, no se podría exigir a nuestra Máxima Casa la gratuidad en la educación superior, sin darle suficiencia presupuestaria. O reducir de manera unilateral, el financiamiento de las universidades interculturales.
Hoy no quiero ser pesimista, pero veo muy remota la posibilidad de que se hagan modificaciones sustanciales pues las y los diputados están más que acotados para hacer cualquier cambio al presupuesto federal.
El Presidente, ha sido tajante: los diputados y diputadas deben de dedicarse a legislar y no a gestionar.
Lo que hace ya muchos años pretendía el PRI y el PAN y nunca lograron, pues no querían que se le modificara ni una coma al presupuesto, perdiendo de vista los compromisos que se asumen en campaña para ser legisladores.
Sólo nos queda un camino: pedir al Presidente López Obrador que nos dé un mejor trato, amparados en nuestra pobreza ancestral y la lealtad que siempre le ha mostrado el pueblo de Guerrero.

Del anecdotario

Nicolás Melo Mendez alias El Camachón, me narraba historias del diablo y “la chaneka” que me mantenían atónito.
Emitía silbidos y ruidos de lo que le había tocado vivir cuando se le aparecía “El chamuco”.
–Pero ya sé cómo combatirlo, y ya no le tengo miedo (me decía)… nomás le aviento mi sombrero en forma de cruz y se desaparece de inmediato.
Cuando asumí la gubernatura interina decidí invitarlo como uno de los elementos de mi seguridad.
Pero Camachón seguía siendo único: un día encontré el comedor de Casa Guerrero totalmente lleno de paisanos de Ometepec.
Sorprendido, pregunté quién los había invitado.
De inmediato saltó Camachón para decirme: –yo los invité señor gobernador.
–Acuérdese que usted me dijo: cuando vengan paisanos de la Costa Chica atiéndelos muy bien y pues como no habían comido, les dije que usted los invitaba.
En otra ocasión el teniente Rivera se encontraba dando una capacitación sobre supuestos escenarios a los que nos podemos enfrentar quienes nos dedicamos a la vida pública.
–A ver compañeros, ¿cómo debemos de actuar en caso de que pretendieran agredir o secuestrar a nuestro gobernador?
Camachón montado en cólera respondió de inmediato: –mire teniente hijo de la chingada, ¿así que usted quiere que secuestren al jefe?
–No, no, Camachón, son posibles escenarios que se nos pueden presentar.
–Qué escenarios ni qué la chingada (y tomó una sandía que se encontraba en el lugar y la arrojó contra la mesa para descargar su ira).
–Evidentemente Camachón no escuchaba órdenes de nadie, más que de su amigo.
–Mira Layito (así me decía), tú me invitaste a trabajar contigo, ¡no con otros cabrones!
–O si no es así, para que me regrese a La Guadalupe.
–Así es mi querido Camachón.
Camachón ya está en un mejor lugar, pero sus recuerdos siguen latentes en mi corazón.
Ahora está junto a mi hijo Ángel, a quien cuidaba cuando era pequeño…
La vida es así.