1.- El Presupuesto de Egresos 2019 para el Estado de Guerrero no pudo ser aprobado, ni siquiera discutido ni dictaminado al último minuto del 31 de diciembre del 2018. Las y los diputados de Morena en el Congreso local sostenemos que nunca contamos con información suficiente para poder realizar un trabajo serio de análisis. El gobierno del estado, por su parte, afirma que entregó lo que se le solicitó en tiempo y forma.
2.- Más allá del debate de la información, la realidad es que el tiempo jugó un factor determinante en el devenir de los acontecimientos. Hay que recordar que el 97 por ciento de los recursos con los que cuenta nuestra entidad provienen de la federación, por lo tanto, al no tener claridad en la composición del Presupuesto de Egresos federal que se aprobó hasta la madrugada del 24 de diciembre, ni gobierno ni legislativo teníamos la información precisa para poder realizar un debate con elementos certeros. El proyecto de presupuesto que por ley envió el Ejecutivo el 15 de octubre, se realizó únicamente con estimaciones, proyecciones e inercias anuales. Podemos afirmar que el Legislativo tuvo en realidad del 24 de diciembre en adelante para analizar con amplitud el presupuesto a aprobarse.
3.- Todas las filtraciones, rumores, trascendidos y bulos que afirmaban que al interior del grupo parlamentario de Morena había una división, fueron falsos y de mala fe. En Morena tenemos diferencias menores que procesamos siempre al interior de nuestro grupo pero estamos unidos en lo fundamental, en el proyecto y con nuestro líder nacional.
4.- El proceso de construcción de un presupuesto es de negociación política y de responsabilidad financiera. Todos los actores debemos de actuar con generosidad y con respeto teniendo como marco la división de poderes y los ámbitos de competencia que claramente señala nuestra legislación.
5.- Un presupuesto debe de construirse mirando por el bienestar de los ciudadanos y atendiendo los compromisos institucionales del gobierno.
6.- No se trata de que un poder esté por encima de otro, se trata de que exista plena colaboración y ánimo de entendimiento.
7.- La nueva realidad política del país exige que vayamos dejando atrás las prácticas y los usos y costumbres añejos y que los poderes asuman plenamente su responsabilidad con transparencia, con democracia y con diálogo republicano.
8.- El Congreso debe de escuchar a todos los actores estatales, grupos de interés, ayuntamientos y distintos sectores para construir un presupuesto donde todos se sientan reflejados, pero procurando siempre el equilibrio financiero y la responsabilidad política.
9.- En un cuerpo colegiado como lo es el Congreso, se debe buscar permanentemente el acuerdo y en la medida de lo posible el consenso, pero al final del día el pleno es el que manda a partir de la mayoría.
10.- A lo largo de 2019 habremos de trabajar con el Ejecutivo para poder elaborar un presupuesto lo más completo y responsable. El trabajo no debe de ocurrir sólo en unas semanas sino que por su complejidad debe de realizarse a lo largo de todo el año y tratar así de evitar desacuerdos de último momento y sesiones a revienta cincho.
11.- Estamos convencidos de que en estas horas críticas de construcción de acuerdos, la altura de miras y la generosidad habrán de imponerse y lograremos un presupuesto a la altura del mandato que nos diera el pueblo de Guerrero.
12.- Nuestra convicción es ser un poder soberano que trabaje en plena coordinación con los otros poderes, ni por encima pero tampoco por debajo de nadie.
13.- La democracia y la alternancia llegaron para quedarse. No podemos seguir actuando como en los tiempos en que sólo una voz mandaba y ordenaba. Hoy es necesario aprender a escuchar, a debatir, a confrontar ideas y proyectos.
14.- Se trata de hacer política de altura y dejar a un lado las maniobras tradicionales.
15.- Hacemos un llamado a todas las fuerzas políticas a que escondamos los tambores de guerra y en lo sucesivo nos pongamos a arrastrar el lápiz al seno del Congreso del Estado.