EL-SUR

Martes 23 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

PRIAN: una alianza defensiva

Humberto Musacchio

Agosto 10, 2017

De manera lenta pero perceptible, se repliegan los aspirantes que en cada partido pugnan por la candidatura presidencial. Ahora el esfuerzo principal parece concentrado en las negociaciones dirigidas a integrar un frente para derrotar a Andrés Manuel López Obrador, quien hasta ahora encabeza las encuestas pese a sus errores, debilidades y contradicciones.
Esa inquietud o más bien esa desesperación frentista se expresó nítidamente en el “Encuentro Chihuahua: Problemas Contemporáneos de México”, convocado por Javier Corral y en el que participaron Cuauhtémoc Cárdenas, Ricardo Anaya, Alejandra Barrales, Porfirio Muñoz Ledo, Santiago Creel, Gustavo Madero, Emilio Álvarez Icaza, Agustín Basave y hasta Jorge Castañeda Gutman.
Otros invitados fueron el ex consejero del IFE Alfredo Figueroa, Clara Jusidman, Guadalupe Acosta Naranjo, la senadora suplente (de Alejandra Barrales) Martha Tagle y el panista Fernando Elizondo, quien le renunció al Bronco transcurridos pocos meses de su sexenio. Como puede verse, no todos los participantes tienen la misma relevancia, pero los identifica su preocupación política de hoy.
Anaya, el actual dirigente del PAN, declaró que es buen momento para conformar un Frente Amplio Opositor (FAO) y adelantó que “el PAN está listo para anteponer los intereses de México a cualquier interés partidista o personal”, pues el citado Frente, para él, significa “asumir que primero está el país y después las organizaciones, partidos (y) proyectos personales por legítimos que sean”.
El FAO, agregó Anaya, “permitirá a México conformar un gobierno de coalición que se traducirá en una mayoría estable”, que es justamente lo que  pretende Manlio Fabio Beltrones, quien al igual que el líder panista ha planteado la necesidad de que los políticos y los partidos no vean sus diferencias como algo insalvable, pues en buena lógica, si la alianza del derechista PAN con el presunto izquierdista PRD ya es costumbre, nada impide la incorporación del PRI a esa hermandad, pues sus coincidencias con Acción Nacional son mayores que las que puedan existir entre este partido y la gente del sol azteca, o eso se supone.
Desde luego, el Frente Amplio Opositor pregona que su constitución tiene como fin sacar al PRI de la Presidencia de la República, pero en realidad apunta a cerrarle el paso a López Obrador, pues son muchas las querellas generadas y prometidas por el tabasqueño contra  el llamado PANRD.
Entre los participantes en la reunión de Chihuahua hay varios que no verían mal que el PRI se incorporara a la coalición opositora, pues si el Frente Opositor de veras quiere ser amplio, tiene que admitir a todos los que están por tejer esa gran alianza que se requiere para detener al abanderado de Morena.
Otra opción es que la alianza se limite al PAN y al PRI y que el PRD trabaje por su cuenta, con un candidato que haga a escala nacional el papelazo que desempeñó Juan Zepeda como esquirol de la campaña de izquierda en el Estado de México, en cuyo caso contaría desde luego con el mismo apoyo, pero elevado al cubo, lo que es hablar de mucho dinero, pues ya se sabe que la política, sobre todo esa política de sabotaje electoral, se cobra muy bien.
Por supuesto, una coalición PAN-PRD estaría encabezada por un panista, pues así se ha procedido en todos los comicios en los que ambos partidos han ido juntos, en los cuales los amarillos aceptan su papel subordinado, pues se trata de pescar algunos huesos y sobrevivir en espera de mejores tiempos.
En cambio, dentro de una coalición PRI-PAN la candidatura sería disputada con toda energía, pues nadie querría soltar prenda. El candidato lógico sería Beltrones por su experiencia, capacidad política y organización de cuadros en todo el país, lo que le permitiría ser un contendiente de cuidado para AMLO. Otra carta posible la representa Rafael Moreno Valle, ex priista ahora de Acción Nacional a quien Germán Martínez describió recientemente como el panista favorito del presidente Peña.
Desde luego, otros aspirantes, al saberse desplazados, buscarían la candidatura por algún partido de menos relevancia. Por lo pronto, el PVEM parece alistarse para ir con su propio abanderado y el Movimiento Ciudadano podría hacer lo mismo con el actual alcalde de Guadalajara. Algo similar puede esperarse de los chiquillos restantes si el PRIAN no los invita a acompañarlo. Como puede verse, el escenario del 2018 muy bien pudiera ofrecer fenómenos no vistos en México.