Marcial Rodríguez Saldaña
Mayo 07, 2020
En tiempos de normalidad, pero más aun en tiempos de crisis, las políticas públicas deben orientarse a proteger a las personas más pobres de una nación. Lo que ha ocurrido es que en el caso de México, conforme a la realidad que se vive, de acuerdo con los datos y resultados de la distribución de la riqueza, el modelo que se ha utilizado en la época neoliberal a quien se ha privilegiado ha sido a las grandes empresas nacionales e internacionales.
1.- Hoy en nuestro país, particularmente en esta época de crisis sanitaria y económica provocada por el coronavirus, se debate con mayor precisión el modelo social, económico, cultural y político que se debe impulsar.
Los partidarios del neoliberalismo, que se beneficiaron durante más de tres décadas con las políticas de los gobiernos en turno, insisten a regresar a ese modelo que ha consistido en favorecer a los sectores más potentados del país.
El modelo que desean seguir aplicando es el de privatizar los recursos naturales de la patria –lo cual conlleva a la destrucción del medio ambiente–, las empresas estratégicas del Estado, concesionar a empresas nacionales e internacionales sectores esenciales como la producción de petróleo, gas y energía eléctrica, privatizar servicios básicos como la educación, la salud, el agua etcétera, que el Estado no intervenga en la economía para dejarla en manos del libre mercado que sólo beneficia al capital. El resultado de todo esto, ha sido que un grupo muy reducido de la población sea el favorecido mediante su enriquecimiento desmedido y la mayor parte de la gente viva en la pobreza.
2.- La pandemia del coronavirus ha comprobado que el modelo neoliberal ha mostrado su máxima crisis. Por una parte, un sistema de salud en ruinas –provocado por el modelo en general contaminado por la corrupción– y por la otra, una población mayoritariamente empobrecida.
Ante el estallamiento de la crisis ¿Qué hacer? Lo que ha hecho el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, es ser leal al mandato popular expresado en las urnas el 1 de julio del 2018, consistente en un cambio radical del modelo bajo el lema enarbolado durante años de lucha: “Por el bien de todos, primero los pobres”
La inmensa mayoría de teóricos que ha estudiado respecto de cual es el fin de una comunidad política desde Aristóteles hasta nuestros días, han coincidido en que éste consiste en el bien común: “…es mucho mayor y más perfecta la gestión y la salvaguarda del bien de la ciudad, siendo cosa deseable hacer el bien a uno solo, pero mucho más bella y más divina procurarlo para el pueblo y para las ciudades…” Aristóteles, en Ética Nicomaquea, I,II,). Sólo muy pocos, como los neoliberales, priorizan el bien de unos cuantos en perjuicio de la mayoría, al individuo sobre la sociedad, el egoísmo sobre la solidaridad.
3.- Para enfrentar la crisis sanitaria, AMLO ha confiado en los científicos, quienes han constituido un equipo de expertos para tomar las medidas de protección sanitaria para salvaguardar en forma prioritaria el mayor número de vidas de la población y se ha reforzado el equipamiento con material hospitalario. Se ha impulsado una política de información constante sobre la pandemia y convocado a la conciencia de la sociedad a respetar las indicaciones de cuidado, emitidas por las autoridades sanitarias.
En el aspecto económico social, ha resguardado los programas sociales que benefician a los sectores más necesitados del pueblo como: los adultos mayores, personas con discapacidad, becas para jóvenes, jóvenes construyendo el futuro, sembrando vida, tandas, apoyo para campesinos, pescadores etcétera, y se ha impulsado el apoyo a pequeños y medianos empresarios con 3 millones de créditos para mantener activa la economía formal e informal, así como a los afiliados al ISSSTE.
4.- AMLO en vez de acudir a la salida fácil de gobiernos anteriores que pedían préstamos a organismos financieros internacionales para endeudar al país y sólo beneficiar a los grandes empresarios, lo que ha hecho es aplicar una política de austeridad republicana mediante la disminución del gasto corriente, ajuste temporal de sueldos y prestaciones de altos funcionarios, reducción de la alta burocracia federal y protección de los trabajadores.
Por el bien de todos primero los pobres, implica que se busque apoyar en primer lugar a quienes más necesitan, para que tengan los insumos indispensables para subsistir, ingresos para abastecerse, para mantener activa la economía popular, pero también a las pequeñas, medianas industrias y grandes empresarios honestos y nacionalistas.
La mayoría de la población mexicana ha reaccionado en forma muy responsable en la pandemia, respetando las recomendaciones sanitarias. La gran mayoría de empresarios han atendido las indicaciones de las autoridades sanitarias y del trabajo y han sido solidarios con sus trabajadores.
La encuesta de este lunes 4 de mayo del periódico El Financiero –que no es afín a la 4T–, le reconoce a AMLO un 68 por ciento de aprobación, lo cual implica la correcta conducción del país en plena crisis sanitaria y económica.
El coronavirus ha venido a sepultar al neoliberalismo y ha mostrado la necesidad de un nuevo modelo de desarrollo económico, social, cultural y político, en donde haya una justa distribución de la riqueza nacional que es un “Estado de Bienestar”, cuyo eje fundamental sean primero los pobres, como el signo mas distintivo de la Cuarta Transformación de México.
marcialrodriguezsaldana.mx