EL-SUR

Viernes 01 de Diciembre de 2023

Guerrero, México

Opinión

¿Qué pasa en Turquía?

Gaspard Estrada

Julio 20, 2016

El pasado viernes 15 de julio, un grupo de militares turcos intentó tomar el poder, y, por la vía de un golpe de Estado, derrocar al gobierno de Recep Tayyip Erdogan. Sin embargo, pocas horas después del asalto a varias instalaciones estratégicas –entre las cuales estaban el palacio presidencial y la sede de la principal televisora (TRT)– las fuerzas armadas leales al presidente retomaron el control del país, y este último pudo regresar a Ankara, la capital de ese país, a primeras horas del sábado 16. Desde entonces, el ejecutivo de esta nación ha emprendido una caza de brujas en la administración pública, lo cual ha preocupado a una buena parte de la opinión pública internacional, así como a la mayoría de los líderes, tanto en Europa como en Estados Unidos. ¿A qué se debe esta preocupación? ¿Cuál es la posición de Turquía en el escenario internacional y regional?
Desde hace siglos, el territorio que hoy ocupa Turquía ha sido codiciado por las grandes potencias. Al ser un punto de encuentro entre oriente y occidente, este país siempre ha tenido un rol importante tanto en Europa como en Medio Oriente. Esta identidad múltiple se ve encarnada por la ciudad de Estambul, que alberga el célebre museo de Santa Sofía (una iglesia construida en el siglo IV después de Cristo, que se volvió una mezquita para finalmente transformarse en un museo). A raíz de la dislocación del Imperio Otomano después de la primera guerra mundial, Turquía emergió en el escenario internacional como un país laico. El ejército, por su lado, se consolidó como la institución protectora del régimen, a tal punto que llevó a cabo tres golpes de Estado, al juzgar que los presidentes “se desviaban de la línea trazada por (Mustafa) Kemal”, el fundador de Turquía. Es por eso que, hasta la llegada de Erdogan al poder, en 2003, nunca un partido político no laico había logrado mantenerse en el poder de manera duradera, y sobre todo, había conseguido imponer reformas constitucionales que disminuyeran el poder del ejército en el aparato estatal. Al imponer, por la vía democrática, un nuevo orden conservador y religioso al aparato estatal laico, las relaciones entre el gobierno y el ejército se deterioraron, pero nunca llegaron a un punto de no retorno. Turquía es el único país de confesión principalmente musulmana, y sobre todo, con fronteras terrestres con los principales países de Medio Oriente, que es miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). En tal condición, abriga en su territorio bases militares de Estados Unidos, y frecuentemente permite que aviones de este país atraviesen su espacio aéreo para bombardear posiciones de los grupos terroristas, ya sea en Siria o Irak. Por ende, la posición de Turquía es crucial en la actual lucha de los países occidentales contra el terrorismo, situación que se profundiza por el contexto internacional de aumento drástico del número de migrantes sirios que se dirigen a Europa escapando de la guerra civil en su país de origen.
Durante los últimos meses, el gobierno de Erdogan supo capitalizar este hecho para reforzar su capacidad de negociación frente a la Unión Europea, de la cual pretende volverse un miembro pleno en un mediano plazo. Si bien existe una gran división en las sociedades y los gobiernos europeos, nadie quiere provocar una crisis con Turquía en lo inmediato.
Es por eso que la crisis política que vive Turquía hoy es vista con mucha preocupación en los países occidentales, sin que por el momento se tenga claridad sobre las reales intenciones del presidente Erdogan, que parece aprovechar el contexto del intento de golpe de Estado para eliminar legalmente a la oposición a su gobierno que está presente en todos los sectores de la sociedad turca.

* Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París.

Twitter: @Gaspard_Estrada