EL-SUR

Sábado 20 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

¿Qué pasó en el Congreso local?

Héctor Manuel Popoca Boone

Julio 17, 2021

Tal parece que hoy, vivir en la institucionalidad, es convivir cotidianamente con lo ilícito.

Hechos: Aproximadamente a las 2 de la tarde del pasado miércoles 14 de julio de esta semana, irrumpieron intempestivamente y tomaron por la fuerza el edificio del Congreso local, los líderes sindicales de la sección 55 del Suspeg, junto con algunos trabajadores de base.
Encerraron durante 3 horas, sin dejarlos salir, a los integrantes de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, (Jucopo) y a otros diputados locales, a personal técnico, administrativo y público en general que estaban en el edificio.
Demandaron varios puntos laborales, sin presentar mayor pliego formal de las peticiones por escrito. La principal demanda era el incremento a los sueldos del personal de base, en un 8 por ciento mensual; aun cuando semanas atrás, el 11 de junio del presente, habían pactado formalmente y firmado un acuerdo de que sería del 3.15 por ciento mensual. El cual se hizo efectivo inmediatamente, en la nómina del 15 de ese mes y con retroactividad al primero de febrero de 2021. Fue pues, un pretexto sin fundamento formal alguno para llevar a cabo tal acción.
Otra de las demandas era el pago del bono correspondiente a las secretarias de base sindicalizadas; pero resulta que ninguna tiene esa categoría puesto que todas tienen una categoría superior. El personal que tiene un nivel inferior, estaba estipulado por escrito que se le pagaría el 16 de julio, cuestión que no se realizó por haber estado, forzadamente, tomadas las instalaciones administrativas del Congreso.
Los demás bonos y prestaciones exigidas y acordadas previamente se estaban cumpliendo en tiempo y forma. Es absurdo exigir su cumplimiento cuando no había fenecido fecha límite alguna. Por lo que legalmente no había lugar, ni razón de ser, de tal queja laboral. Adicionalmente, el paro laboral, dijeron sus dirigentes sindicales, era también porque les será descontado de su salario el Impuesto Sobre la Renta, que venía absorbiendo la administración del Poder legislativo. Cuestión que tampoco ha sucedido.
No habiendo pasado más de quince minutos de haber tomado las instalaciones, se apersonó intempestivamente ante el edificio del Congreso, el secretario general del Suspeg a nivel estatal, David Martínez Mastache, a quien, como si estuviera en su propio señorío, le fueron abriendo ipso facto todas las puertas, hasta llegar y entrar, sin recato y permiso alguno al recinto donde estaban deliberando los integrantes de la Jucopo. para ahí espetarles enérgicamente que resolvieran todas las peticiones de los trabajadores (repito, que no estaban en ningún pliego petitorio por escrito).
El presidente de la Jucopo, el diputado Alfredo Sánchez Esquivel, le contestó que se reservaba su derecho de dar respuesta a tal exigencia y le solicitaba dejara libre y se retirara del recinto parlamentario al que nadie le había dado la anuencia para entrar. El resto secuencial de los hechos, están narrados en los reportajes de Rosalba Ramírez. (El Sur, 15/07/2021 y 16/07/2021). Lo cierto es que hasta el viernes permanecían tomadas las instalaciones.

El trasfondo político

Es un hecho real de que, a lo largo de su gobierno, Héctor Astudillo Flores (HAF), mantuvo sus esfuerzos por tener subordinados a sus designios personales a los Poderes Legislativo y Judicial del estado. Para vergüenza de Guerrero, quedaron las expresiones públicas vertidas por el doctor Jesús Martínez Garnelo, ex magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia, en la ceremonia de investidura de toga y birrete a los nuevos magistrados, una vez que tomaron protesta formal de sus responsabilidades ante el pleno del Congreso local: “Y les recuerdo que sus nombramientos se lo deben al gobernador del estado HAF” (Sin mayor comentario).
También ha sido notoria la insistencia del gobernador, para que el Congreso local ratifique, por 7 años más, al que es su afín para cuidarle, maquillarle y aprobarle sus cuentas del gasto público: es decir al actual auditor general del estado; a través de sus legisladores incondicionales del PRI y del PRD; topándose con la oposición de los diputados de Morena y de otros partidos.
La mano que mece la cuna en el actual conflicto interno que existe en el Congreso local, se dejó entrever con la insistencia por parte de HAF de tomar el control absoluto del edificio legislativo, desde un día previo a su último informe de gobierno; tal cual se hacía en la época de oro del PRI, cuando dos días antes de que el Presidente de la República rindiera su informe, el Estado Mayor Presidencial tomaba control absoluto de las instalaciones y trataban a todos los directores administrativos y trabajadores del Congreso de la Unión como sus súbditos incondicionales.
Creo que HAF se quedó en el pasado ante una pretendida sesión solemne y muy ceremoniosa.

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