Silvestre Pacheco León
Mayo 21, 2017
Quechultenango prehispánico
En la historia regional de Guerrero Quechultenango aparece como parte del reino de los yopes hasta 1433, año en que es conquistado por el señorío Tlapa Tlachinollan formado por la confederación de las tribus me’ phaa (tlapaneca), na savi (mixteca) y nahua en el año 1300, cuya capital la comparte entre los pueblos de Caltitlán y Tlapa, en la región de la Montaña.
La conquista de Quechultenango por parte del señorío de la Montaña se menciona en el códice Azoyú, el libro que contiene la lista y genealogía de sus gobernantes así como la relación de tributos y festividades.
De acuerdo con la historiadora Constanza Vega Sosa, especialista en el estudio de ese códice, fue en 1433, durante su segunda expansión cuando el reino Tlachinollan conquista Quechultenango junto con los pueblos de las inmediaciones de Tlapa y Chilapa.
De acuerdo con lo que escribe el historiador chilpancingueño Rafael Rubí Alarcón en su libro Comunidades Indígenas siglos XVI y XVII del Centro y la Montaña de Guerrero, Quechultenango también formó parte de la provincia tributaria de los aztecas que tenía como cabecera a Tepecoacuilco en la región Norte del estado, la cual abarcaba el territorio de 19 municipios que incluían, además, a Chilapa y Tixtla en sus límites del sur, de acuerdo con el mapa de la geografía prehispánica.
Antes de la llegada de los aztecas a territorio guerrerense, el reino yopitzingo abarcaba el siguiente territorio: al oriente hasta el río Nexpa o de Ayutla, al sur hasta el Océano Pacífico, al poniente hasta el río Papagayo, y al norte hasta el río Omitlán, limitando con los pueblos de Mochitlán, Tixtla, Chilapa y Quechultenango.
Con las primeras incursiones del imperio mexica por territorio guerrerense durante el gobierno de Moctezuma Ilhuicamina, el asedio a Yopitzingo redujo su población que se concentró en dirección a la costa, en los municipios de San Marcos, Ayutla y Tecoanapa.
Para 1445, antes de la llegada de los españoles la población dispersa de los yopes se agrupaba en cuatro señoríos, de los cuales dos se localizan en el oriente de la cabecera municipal de Quechultenango, Xocutla y Xochitepec.
Cuando en 1531 los conquistadores españoles deciden tomar el territorio de la mar del sur como su plataforma para iniciar la exploración del Océano Pacífico, emprendiendo la guerra de aniquilamiento contra los yopes, Quechultenango no tiene menos de cien años de antigüedad.
La época Colonial
La congregación de indios fue una decisión de la Corona española que se aplicó en la Nueva España de 1590 a 1604 como mecanismo para facilitar la evangelización de los indígenas y el cobro de impuestos.
Ese movimiento de población consistió en convertir en cabeceras a los poblados indígenas que tenían gobierno local y cercanía a los centros ceremoniales donde la población indígena por su propias tradiciones y festividades acostumbraba concentrarse.
En esa nueva estructura poblacional ideada por los peninsulares para la Nueva España figuraban también las estancias o poblaciones pequeñas con cierta dispersión de sus habitantes las cuales podían ascender a la categoría de cabecera de acuerdo con la política desarrollada por sus autoridades locales interesadas en alcanzar ese estatus.
En su mismo libro sobre las congregaciones de indios en la región Centro de Guerrero, Rafael Rubí menciona que en el documento Memoria del misionero agustino fray Diego de Soria, que el pueblo de Quechultenango en 1471 tenía la categoría de estancia.
La estancia de Quechultenango contaba con 222 tributarios y era una de las mayores en población después de Atzacoaloya, que contaba con 380 tributarios.
Fue durante el virreinato de don Antonio de Mendoza en 1540 cuando Quechultenango figuraba en la lista de los pueblos que debían pagar con trabajo comunitario el tributo al cacique chilapeño Agustín Tesifón Moctezuma.
Los habitantes de Quechultenango junto con los de Uxcazuyango y Colotlipa pagaban el tributo haciendo todos los trabajos de siembra y cultivo de maíz, así como la cosecha y su acarreo en la finca que dicho personaje tenía en esta población.
Pueblo congregado
De acuerdo con la investigación contenida en el libro ya mencionado, Quechultenango se convirtió en pueblo congregado en 1603, cien años después de la llegada a territorio guerrerense de los misioneros agustinos.
Para demostrar que esa movilización poblacional de las congregaciones no fue un proceso vertical que se aplicó mediante el uso de la fuerza por parte de las autoridades de la Nueva España, Rubí Alarcón menciona que en el año 1603 se determinó congregar en Quechultenango a los vecinos de Santa Mónica Tlapehualapa, una localidad cercana a Zitlala cuyos pobladores se opusieron a tal medida argumentando que se dedicaban al trabajo de la jarciería, actividad que requería del uso de la fibra de maguey y que si los congregaban con Quechultenango se alejarían de su fuente de trabajo, razón por la cual el 25 de marzo de 1604 le fue notificado al juez congregador del partido de Chilapa que los pobladores mencionados serían atendidos en su petición.
Otro caso similar se registró en 1604 con Jocutla, poblado al oriente de Quechultenango cuyos habitantes también pidieron que en vez de congregarlos en esta cabecera, se tomara a su pueblo como congregación, entregando para ello una lista de pequeños poblados aledaños que apoyaban su iniciativa.
Los misioneros tomaban parte activa en las congregaciones porque tenían bajo su responsabilidad organizar la asistencia de los indígenas a la misa dominical, por ello en el caso de Jocutla, en cuanto se permitió que fuera una congregación, los misioneros establecieron que la misa se efectuaría por las tardes.
Conforme a estos registros históricos Quechultenango pasó de la categoría de estancia en 1471, dependiente de Chilapa, a cabecera como pueblo congregado en noviembre de 1603.
De esa época datan los barrios en que está subdividida la cabecera: Barrio del Centro, Barrio de la Grupera o el Refugio, Barrio de Manila y colonia Españita.