EL-SUR

Jueves 25 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Ramón del Valle-Inclán

Humberto Musacchio

Noviembre 21, 2016

Ingratos que somos, los mexicanos olvidamos que en 2016 se cumplieron 150 años del natalicio de Ramón del Valle Inclán y 80 de su muerte. El escritor pontevedrés estuvo dos veces en México, país al que amó. La primera en abril de 1892 para permanecer en territorio nacional casi un año. Lapso en el que comenzó su libro Femeninas. De vuelta en España se identificó con el decadentismo y durante buen tiempo se paseó por los cafés con un sarape mexicano. En una discusión que derivó en pleito resultó herido en el antebrazo y la gangrena obligó a amputarlo. Barbas de Chivo –así lo llamó afectuosamente Rubén Darío– vino nuevamente a México en 1921 a las fiestas del centenario de la Independencia, después de que Alfonso Reyes le hiciera llegar la invitación del mismísimo presidente Álvaro Obregón, quien se dice que era su lector y fue especialmente generoso con el escritor, pues lo alojó en el hotel Regis y procuró que nada le faltara, ni siquiera la mariguana a la que era tan afecto, todo lo cual lo movió a declarar que lo más deseado para él era ser general mexicano. Para entonces ya había dado a luz el género del esperpento, “modalidad que consiste en buscar el lado cómico en lo trágico de la vida”. Poco antes publicó sus Sonatas. Memorias del Marqués de Bradomín, obra que se pone como ejemplo de prosa modernista. Su Sonata de estío la sitúa en México. Debió ser todo un acontecimiento la noche en que visitó el café de Los Monotes, al que lo llevaron Rafael Heliodoro Valle, Jorge Enciso y Roberto Montenegro, pues para entonces Valle-Inclán era un personaje. Unos cinco años después, en España, publicó la que es quizá su novela más célebre: Tirano Banderas, obra marcada por su estancia mexicana. En los años 30 del siglo pasado, en medio de grandes carencias, se planteó venir de nuevo a México, pero Manuel Azaña, entonces ministro español de la guerra, logró que recibiera un empleo bien remunerado. Murió el 5 de enero de 1936 después de negarse a recibir asistencia religiosa: “No quiero a mi lado –dijo– ni cura discreto, ni fraile humilde ni jesuita sabihondo”. A modo de obituario, Azaña escribió: “Él hubiera querido ser, no el hombre de hoy, sino el de pasado mañana”. De acuerdo con la legislación española, toda su obra será de dominio público a partir del 1 de enero de 2017.

Murió Arturo González Cosío

En la Ciudad de México, donde nació en 1930, falleció el poeta Arturo González Cosío, quien participó en el poeticismo, que reunió hacia 1950, entre otros, a Eduardo Lizalde, Enrique González Rojo y Marco Antonio Montes de Oca, quienes a tono con su juventud hicieron experimentos literarios y socialmente adoptaron una actitud sanamente provocadora. Con el tiempo, cada quien tomó su camino y González Cosío, después de obtener la licenciatura en derecho por la UNAM, marchó a Colonia, Alemania, donde se doctoró. Al volver ejerció la docencia en varias instituciones, fue secretario auxiliar del presidente Adolfo López Mateos, miembro del PRI, secretario general del DDF, dos veces diputado federal, oficial mayor de la Secretaría de la Reforma Agraria y director general de Derechos de Autor. Fue coeditor de la legendaria revista Medio Siglo y dirigió La Vida Literaria, órgano de la Asociación de Escritores de México. Participó en la fundación de El Día, periódico del que fue colaborador. Escribió obras históricas, jurídicas, sociológicas y de creación literaria como Poemas (1978), Límites del viento (1982), Pequeño bestiario ilustrado (con ilustraciones de Armando Villagrán, 1984), Los elementos (1986), Peteconterión (haikús, 1999), Animales del mundo en provebios (1992), Otras mutaciones del I Ching (haikús, 1999) y 64 haikús para mi novia Berenice (2014). En 1984 recibió el Premio Villaurrutia.

Alto a los feminicidios

Este miércoles, de 12 a 16 horas, en la explanada central de la Ciudad Universitaria, en el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y las Niñas, mujeres y organizaciones feministas convocan a un acto colectivo de reflexión para exigir a los gobiernos federal y estatales acciones efectivas para prevenir y castigar feminicidios. Habrá una “feria informativa de organizaciones civiles”, una instalación artística y conciertos de Ave Sol (folk rock), Mujeres trabajando (hip hop) y Las Swing Sisters (jazz).

Breviario…

El jueves 1, el viernes 2 y el sábado 3 de diciembre, de 10 de la mañana a 9 de la noche, en Reyna 181, entre Calero y Campestre, en San Ángel Inn, habrá exhibición y venta de la nueva colección de joyería otoño/invierno, que consta de piezas únicas y de series muy limitadas, diseñadas y elaboradas a mano en Barcelona por la joyera y gemóloga María Echeverría. Los beneficios será destinados a la Fundación Madre Tierra que se dedica a tareas ecologistas. @@@ En la librería Gandhi, de Miguel Ángel de Quevedo, Aurora Gómez Galvarriato y Ricardo Raphael presentan el martes el libro En busca del señor Jenkins. Dinero, poder y gringofobia en México, de Andrew Paxman, coautor del mejor libro sobre Emilio Azcárraga Milmo.