El martes pasado (27 de septiembre), un grupo de 25 líderes indígenas de diversos estados de la república acudió a la Cámara de Diputados a dialogar con algunos congresistas sobre el recorte presupuestal que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) pretende realizar el próximo año fiscal. Solicitaron a los diputados que hicieran lo posible para que el presupuesto destinado a los pueblos indígenas se incremente con base en el comportamiento de la inflación de este año, en lugar de que se le recorte más del 12%, como estipula el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación presentado por el Poder Ejecutivo Federal a principios de este mes.
El miércoles algunos de ellos dieron una conferencia de prensa para hacer pública su posición sobre el tema y anunciar que realizarán un foro nacional el 12 de octubre, en el Palacio Legislativo de San Lázaro, para analizar el presupuesto y definir qué acciones emprenderán en caso de que no haya una respuesta favorable a su solicitud.
Entre los presentes en ambos eventos, estuvieron dirigentes de diversos sectores del movimiento indígena, que en esta ocasión se reunieron alrededor de un objetivo común. Como afirmó Martha Sánchez Néstor, amuzga de Guerrero y ex secretaria de Asuntos Indígenas de dicha entidad: “Ésta es una nueva articulación diversa y muy plural de indígenas hombres y mujeres que hemos sobrepasado las diferencias que pudiéramos tener, tanto partidistas como de la visión de autonomía que tenemos, y hemos conjugado el interés único de que esta nación tome en cuenta a los pueblos originarios”.
Todos coincidieron en que hay una enorme contradicción entre los discursos del presidente Enrique Peña Nieto, los compromisos que ha adquirido a nivel nacional e internacional a favor del desarrollo de los pueblos indígenas, y el recorte presupuestal que se plantea hacia este sector.
Carlos de Jesús Alejandro, quien fuera diputado por el PRD en la legislatura pasada, explicó que el recorte más preocupante es el que tendrá la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (Cdi), que asciende al 51 por ciento, siendo ésta la institución a la que más pueden acceder directamente los pueblos originarios y que maneja programas de infraestructura básica y proyectos productivos para las comunidades, entre otros. Y aclaró que, si bien hay un subejercicio presupuestal de entre 20 y 30 por ciento en la Cdi, éste se debe a que dicha institución “no ha tenido la capacidad administrativa ni operativa para ejercer los recursos” y no a que los pueblos no los requieran.
En el mismo sentido se expresó Lariza Ortiz, de la Asamblea Nacional Política de Mujeres Indígenas, al afirmar que ni los pueblos ni las mujeres indígenas son culpables de la falta de capacidad de los funcionarios, y que si no la tienen deberían “dejar los cargos para que puedan otras personas asumirlos y ejercer los presupuestos que tanto se requieren”.
Héctor Pedraza Olguín, ex diputado priísta hñahñú, enfatizó que sería muy grave que se reduzca el presupuesto precisamente en la coyuntura política actual, cuando se dificulta cada vez más el envío de remesas de los migrantes desde Estados Unidos, recursos de los que dependen muchas familias y con los que se realizan diversas obras en las comunidades.
Por otro lado, Marcos Matías Alonso, dirigente nahua de Guerrero, manifestó su preocupación de que, ante el aumento de la pobreza de los pueblos indígenas que implicaría el recorte presupuestal, se podría “orillar a la juventud al sicariato y a las comunidades indígenas a las actividades ilícitas”.
Los anteriores son sólo algunos de los argumentos por los que los líderes indígenas consideran inaceptable el recorte presupuestal planteado por la SHCP, pero no se requieren más para comprender que, evidentemente, disminuir los recursos destinados a los más de 20 millones de indígenas que hay en el país generará más pobreza, así como mayor desigualdad y descontento social.
Los indígenas están ya organizándose en el país para defender lo que les corresponde y esperemos que los diputados reaccionen positivamente y atiendan sus demandas.
Mientras tanto, se condonan impuestos a las grandes empresas, y Peña Nieto sigue paseando por el mundo en su avión nuevo…