Arturo Martínez Núñez
Junio 09, 2020
Voy con las riendas tensas y refrenando el vuelo porque no es lo que importa llegar solo ni pronto, sino llegar con todos y a tiempo.
León Felipe
Dentro de un año las y los guerrerenses estaremos acudiendo a las urnas a decidir quién será la mujer o el hombre que habrá de conducir el Poder Ejecutivo estatal para el periodo 2021-2027.
Guerrero necesita recuperar la armonía, la concordia y la economía.
Guerrero necesita sobre todo, recuperar su lugar en la historia construyendo una nueva historia. Guerrero deber ser protagonista central en la Cuarta Transformación Nacional para construir la historia del futuro. Guerrero fue el epicentro comercial de la Nueva España por más de 300 años. En Guerrero se consumó la independencia a partir del acuerdo entre Vicente Guerrero e Iturbide –rivales y luego aliados–, dando fin a la Primera Transformación Nacional. De Guerrero también surgió la Revolución de Ayutla que terminó con la tiranía y la dictadura de Santa Anna y dio paso a la Segunda Transformación Nacional.
Entre la Tercera y la Cuarta transformación perdimos el rumbo y ahora es necesario recuperar la iniciativa y hacer un plan de desarrollo 2021-2027 pero con perspectiva en los próximos 50 años.
Hay que recuperar la paz y la seguridad. Recuperar la tolerancia y la libertad plena. Debemos reconocer la diversidad racial, regional, de lenguas y tradiciones para recuperar con orgullo y dignidad la pluriculturalidad que nutre nuestra identidad y que sin duda es una de nuestras mayores fortalezas.
Guerrero es pluralidad, Guerrero son sus pueblos originarios y las distintas raíces que enriquecieron a esta tierra: europeos, africanos, asiáticos. Guerrero es un crisol, sobre todo de mestizos y mulatos. Todos somos Guerrero y Guerrero es de todas y todos.
Tenemos que recuperar la cultura de Guerrero que es donde se encuentra quizás la mayor reserva de riqueza y valores. La Cultura no es un accesorio sino la columna vertebral de la recuperación del estado.
Tenemos también, que recuperar Guerrero del ecocidio en curso. Necesitamos recuperar sus bosques y sus cuerpos de agua; sus playas y sus ríos; sus canales de riego y sus presas hoy viejas y azolvadas.
Pero sobre todo, recuperar el potencial humano, los derechos plenos de las mujeres, jóvenes, niños, madres solteras y adultos mayores. Recuperar el trabajo pleno y bien remunerado, concentrarnos en el turismo pero diversificando la oferta y mejorando la infraestructura. Los años maravillosos no volverán por arte de magia o evocando a un pasado que no responde ya a las necesidades, gustos y modas del mercado.
Tenemos que recuperar a Guerrero como la gran puerta y el gran puerto que conecte México con la cuenca del pacífico. Invertir en una cartera de proyectos viables para los inversionistas observando siempre la inclusión de los dueños legítimos de las tierras como socios y no como objetos a los que hay que desplazar. Con la gente todo, sin la gente nada.
Guerrero debe tener un trato especial por parte de la federación. Debemos recuperar el proyecto que mencionó el presidente de la República en su mas reciente gira a Guerrero en donde anunció la carretera de Costa Chica a Salina Cruz y meterle velocidad a la carretera de Costa Grande que avanza a paso de tortuga. Sin el desarrollo de los estados mas atrasados jamás podrá haber crecimiento sostenido en lo nacional. Por el bien de todos, primero los pobres.
Tenemos que recuperar la educación y convertir a Guerrero en la entidad del conocimiento, la investigación, la innovación y la tecnología. Fortalecer a la UAGro con contundencia y complementarla con las universidades regionales existentes. Guerrero necesita mas ingenieros y menos abogados; mas técnicos y menos “licenciados”; mas doctores y enfermeras y menos burócratas de escritorio.
Recuperar Guerrero debe de ser un esfuerzo colectivo y no solo la idea de una persona. Para recuperar Guerrero hay que trabajar las 24 horas los 365 días del año. En este esfuerzo no caben la irresponsabilidad, la informalidad ni el sectarismo. No es un tema de dedazos ni de albazos. No se trata de ver quién es mas amigo del Presidente sino de quién ha dado resultados en las tareas que se le han encomendado. No se trata de ver quién tiene mas palancas en Palacio sino mayor interlocución en el territorio. No es un tema de cuates ni de cuotas sino de capacidad, de conocimiento del estado y sus actores, de valor, de coraje y de experiencia.
En diversas ocasiones me han preguntado si me gustaría ser gobernador de Guerrero. Mi respuesta ha sido siempre la misma: sería un altísimo honor y una tremenda responsabilidad pero hoy lo digo contundentemente: Sí quiero ser gobernador de Guerrero, sí me interesa encabezar en Morena un proyecto colectivo, plural y horizontal. En los proyectos políticos todos somos necesarios aunque nadie es indispensable.
En los próximos meses, observando las medidas sanitarias, legales y políticas, habremos de recorrer nuevamente el estado (incluso si en algunas ocasiones tiene que ser de manera remota) con la idea de dar a conocer un anteproyecto de plan de desarrollo que pueda servir de base para recuperar Guerrero. El plan final se tendrá que hacer e implementar con todas y con todos. Sigamos haciendo historia juntos.