Marcial Rodríguez Saldaña
Noviembre 21, 2019
La Revolución Mexicana de 1910-1917 es uno de los acontecimientos más relevantes de nuestra historia, junto con la lucha por la Independencia, la Reforma y hoy la Cuarta Transformación de México. Se han escrito decenas de libros, ensayos, opúsculos, artículos; filmado documentales, series de televisión, películas; escrito corridos, música –marchas como la de Zacatecas–, y multitud de medios de análisis y difusión de esta gesta heroica, que es un caudal inagotable de estudio permanente.
1.- Ninguna dictadura es eterna. A lo largo de la historia de la humanidad han existido dictaduras de diversos tipos: unas que en un principio se gestan bajo el cobijo de ideas y personajes liberales como el caso de Porfirio Díaz y otras por traidores conservadores como la de Augusto Pinochet en Chile (1973); otras por distintos periodos de tiempo, unas cortas como la de Victoriano Huerta (19/02/1913-15-07/1914) y más largas como la de Rafael Trujillo Molina en República Dominicana (1930-1961).
José de la Cruz Porfirio Díaz Mori, en un principio fue un militar liberal patriota, toda vez que participó en forma destacada en batallas para defender a México en la segunda intervención francesa (1862-1867); logró ser Presidente de la República –Provisional– de facto, por primera vez como resultado del Plan de Tuxtepec (1876) que proclamó en contra de Sebastián Lerdo de Tejada; luego mediante un acuerdo con José María Iglesias reasumió la presidencia –nuevamente de facto– y después ganó las elecciones extraordinarias y asumió -el 05/05/1877– el primer mandato constitucional (1877-1880).
La Constitución de 1857 no permitía la reelección presidencial, por ello Porfirio Díaz dejó en la presidencia a su compadre Manuel González quien cubrió el periodo (1880-1884) y que admitió que Díaz impusiera una reforma constitucional para facilitar su reelección al principio por una vez y luego indefinida hasta 1911, cuando terminó su dictadura.
2.- Porfirio Díaz se engolosinó con el poder y conforme pasaban los años el uso de la fuerza se recrudecía. Se restringieron los derechos políticos del pueblo en razón de que no había libertad de elección de representantes; se cometían graves violaciones a los derechos humanos –incluido el de la vida– en contra de opositores políticos y ciudadanos comunes; se aplicó un régimen de semi-esclavitud hacia los trabajadores del campo y de la incipiente industria; no existían los mínimos derechos laborales; se propició el enriquecimiento de la clase gobernante y la miseria popular; se fomentó el despojo de tierras a los pueblos originarios y la acumulación de tierras a favor de los hacendados; se anularon los derechos de libertad de expresión, de imprenta y de manifestación. Todas estas condiciones objetivas dieron lugar a que surgieran líderes como los hermanos Flores Magón, fundadores del Partido Liberal Mexicano (1905); luchas mediante huelgas en Cananea (1906) y Río Blanco (1907); el Plan de San Luis (1910) promulgado por Francisco I. Madero, el Plan de Ayala (1911) proclamado por Emiliano Zapata; las destacadas lucha de Pino Suarez, de la familia Serdán, del gran Francisco Villa; el Plan de Guadalupe promovido por Venustiano Carranza en contra del dictador-traidor Victoriano Huerta, y así hasta llegar al Congreso Constituyente de 1916-17, donde se aprobó la nueva Constitución.
3.- La Constitución de 1917 es la primera en el mundo que consagró los derechos sociales a: la educación, a la tierra y los laborales; su máxima concretización se logró en el gobierno del Presidente patriota Lázaro Cárdenas quien repartió la tierra a los campesinos, respetó los derechos de los trabajadores y llevó a cabo la expropiación petrolera.
Pero los avances constitucionales y legales se fueron desmantelando en los gobiernos neoliberales que padecimos en México de 1982 a 2018, los cuales culminaron con el mal denominado “Pacto por México” que mediante supuestas “reformas estructurales” privatizaron los energéticos, incurrieron en graves violaciones a los derechos humanos –como el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos–, permitieron y consintieron el nacimiento y crecimiento del crimen organizado –como un problema estructural– que hoy tiene al país en un clima de inseguridad, desataron una guerra –Felipe Calderón y Peña Nieto– que produjo más de 270 mil muertos, hubo un retroceso en los derechos sociales, se alimentó a sus máximos niveles la corrupción, se incrementó la pobreza, se cometieron fraudes electorales, se incrementaron los privilegios para la clase en el poder formal y poderes fácticos –como el descuento de impuestos.
4.- Ayer se conmemoró con un desfile el aniversario 109 del inicio de la Revolución Mexicana. Fue un acontecimiento muy distinto a los de la época neoliberal –que incluso fue cancelado por Ernesto Zedillo y Vicente Fox. Ahora el evento tuvo un significado muy especial por la coherencia y congruencia de quien lo encabezó: el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, quien ha asumido esta etapa como una de las grandes transformaciones de nuestro país. Se trató de reivindicar las proclamas y los actores de esta gran lucha social, de arraigar en las presentes generaciones el conocimiento de nuestra historia y la admiración por sus protagonistas, para que forme parte sustancial de nuestra cultura. El Proyecto Alternativo de Nación se plantea la recuperación de nuestros valores nacionales, la recuperación progresiva de los derechos sociales conculcados en el pasado, el pleno respeto a los derechos humanos, el combate sin tregua a la corrupción, el fomento a las libertades civiles y políticas, el apoyo a los grupos marginados, el respaldo a los grupos indígenas, el impulso a los jóvenes, la instauración de la democracia y un nuevo régimen como parte fundamental de la Cuarta Transformación de México.
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