EL-SUR

Jueves 12 de Diciembre de 2024

Guerrero, México

Opinión

Regreso gradual a la nueva normalidad

Marcial Rodríguez Saldaña

Mayo 14, 2020

Ayer 13 de mayo el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en la conferencia de prensa mañanera desde Palacio Nacional, anunció el regreso progresivo a la nueva normalidad en nuestro país.
1.- Se trata de un plan bien meditado y consensado por científicos en medicina, que ponen en el centro de atención la salud y el bienestar de los mexicanos. El plan contiene tres etapas. La primera iniciará el próximo lunes 18 de mayo en los municipios denominados de la Esperanza, que son aquellos que no tienen ninguna persona contagiada por el Coronavirus y que son vecinos de municipios que tampoco tienen contagio, que en total son 269 y se ubican en 15 estados del país.
Se toma como fundamento de esta decisión, el hecho de que en estos municipios no se ha contagiado ninguna persona durante toda esta etapa de la pandemia, así como en los municipios circunvecinos, por lo que si se toman las medidas de prevención sanitaria, no hay riesgo de que haya algún contagio.
No tiene ningún sentido tener paralizadas las actividades en esos municipios, por lo que deben reanudarse las educativas, productivas y sociales para que la población retome su vida en una nueva normalidad.
Es lógico que se tienen que cubrir los protocolos indispensables para impedir contagios, entre ellos, evitar que algún habitante del municipio sin contagio se traslade a algún municipio que sí tiene personas contagiadas, o evitar que ingrese alguna persona de algún municipio donde hay contagio, porque ello implicaría un riesgo de contagio.
2.- La segunda etapa que será del 18 al 31 de mayo, es de preparación, la cual consistirá en generar las condiciones sanitarias para que los trabajadores puedan regresar a sus labores en un ambiente plenamente saludable, donde se tienen que cumplir protocolos como el que el medio de transporte que utilicen para llegar a sus actividades esté sanitizado, así como las áreas comunes, comedores, estaciones de trabajo, la instalación de filtros para poder ingresar a los centros de trabajo.
Para cumplir correctamente el plan, cada sector laboral debe de establecer los protocolos específicos que se correspondan a su actividad concreta, lo mismo deberán hacer los trabajadores, en cuanto a tomar las medidas preventivas que aseguren evitar cualquier contagio.
3.- El plan considera utilizar un sistema de semáforos en colores y cinco categorías para distinguir adecuadamente en que situación se encuentra cada región o municipio que son: medidas de salud pública y trabajo, las actividades laborales, las actividades en espacio público ya sea abierto o cerrado, las actividades de las personas vulnerables y las actividades educativas.
En el caso del semáforo por colores son: el verde, que es el que cubren los municipios de la Esperanza, en donde se pueden realizar todas las actividades educativas, productivas y sociales con la nueva normalidad, con cuidado de control de las personas vulnerables –con enfermedades crónicas y adultos mayores; el amarillo, en donde podrán realizarse todas las actividades esenciales y no esenciales sin ninguna restricción, pero sí con límites menores en espacios abiertos y mayores en espacios cerrados –museos, cines, teatros, restaurantes, templos religiosos y cuidado medio de personas vulnerables; el color naranja, que podrán efectuar actividades esenciales, pero con restricción las no esenciales y los espacios públicos y con máximo cuidado las personas vulnerables; y por último el rojo, en donde solo se deben llevar a cabo las actividades esenciales que se han mantenido hasta ahora, a las cuales se agregan la fabricación de transporte, la minería y la construcción.
4.- El plan funcionará adecuadamente siempre y cuando la población en general y cada uno de los actores de los sectores productivo, social y educativo respeten las indicaciones de las autoridades de salud para cada circunstancia. Es indispensable que todos los niveles de gobierno –federal, estatal y municipal-delegacional en el caso de la Ciudad de México– acentúen al máximo sus grados de coordinación, para que todos las indicaciones, lineamientos y protocolos se cumplan con precisión.
El plan de regreso gradual a la nueva normalidad –que es habituarnos a vivir en las condiciones que ha provocado la pandemia del coronavirus– es un aliciente que levanta el ánimo frente a las visiones pesimistas o más aún las catastrofistas o dramáticas de los conservadores. El pueblo de México ha pasado por grandes adversidades en algunos momentos y etapas de su historia, entre ellas la invasión del ejército de Estados Unidos o el de Francia en el siglo XIX, pero siempre ha tenido la convicción, la entereza, la fuerza y la firmeza para salir adelante, y ahora no será la excepción. Ni el coronavirus, ni los conservadores, podrán detener el camino de la Cuarta Transformación de México.

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