Héctor Manuel Popoca Boone
Mayo 07, 2022
¿Alguien ha visto a Vicente Suástegui Muñoz?
Fue en el 2000, primer año de gobierno presidencial de Vicente Fox, cuando en una famosa librería de Coyoacán me topé con un antiguo amigo de estudios, que no lo veía desde que salimos como profesionistas de la UNAM. Prestos nos fuimos a la cafetería y de nuestras trayectorias laborales nos actualizamos rápidamente.
Me comentó que cuando era gobernador de Guerrero José Francisco Ruiz Massieu, lo comisionaron a estas tierras del sur, para realizar durante una semana un trabajo sui generis estando trabajando él en las oficinas centrales de la Cdmx del otrora Instituto Federal Electoral (IFE); dependiente de la Secretaría de Gobernación.
En ese entonces, me platicó, lo habían enviado con una brigada integrada por 60 analistas, compañeros de trabajo, dos días después de las elecciones federales presidenciales del 6 de julio de 1988. Se trasladaron en dos autobuses, fletados ex profeso y salieron de las calles de Bucareli de la Ciudad de México para arribar directamente y con el mayor sigilo posible a “Los Eucaliptos”, residencia oficial del gobernador en Chilpancingo.
Una vez alojados en “bungalows” y otros espacios habilitados dentro de la re-sidencia oficial de inmediato fueron reunidos por su jefe, junto con un funcionario de la Secretaria General de Go-bierno de Guerrero, para explicarles en qué consistiría su misión; a saber: dedicarse a tachar con crayón electoral, en miles de boletas electorales nuevas, el cuadro a favor del PRI/Carlos Salinas de Gortari. Boletas que ya estaban disponibles en cajas puestas a su disposición sobre las mesas en el área de trabajo destinada, que era una de las grandes salas de juntas que tenía la casa de gobierno.
Les advirtieron que iba a ser una faena ardua y monótona, durante siete días, trabajando nueve horas diarias, sin poder salir de las murallas de la residencia oficial, ya que se requería suma secrecía y lealtad al PRI, a su candidato presidencial y al secretario de Gobernación federal.
Para eso y solamente para eso, los habían llevado desde la Cdmx; el grupo tenía en común que todos eran hombres y ninguno era originario o tenía pa-rentela en Guerrero. Cualquier requerimiento para cubrir sus necesidades individuales, lo atenderían, sin costo para ellos, empleados seleccionados del gobierno del estado, adscritos a la propia residencia oficial que permaneció cerrada a toda clase de visitantes durante ese tiempo.
Al término de la semana de labor, entregaron las cajas con el máximo de boletas ya marcadas; recogieron sus bártulos individuales y abordaron los autobuses para regresarse a la Cdmx, sin haber gastado los viáticos que les fueron pagados, más un generoso bono económico de tipo laboral. Tuti contenti.
Concluyó su relato mi amigo diciéndome: fue así como contribuí, junto con mis compañeros de trabajo, a reducir el enorme diferencial de votos que le llevaba de ventaja el candidato presidencial, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, al candidato del PRI siendo este último partido el hegemónico, detentador del poder pre-sidencial y estando el IFE subordinado al gobierno federal, ya que aún no era un organismo autónomo.
Segunda remembranza. El año pasado (2021), dos días antes de la jornada para elegir gobernante de Guerrero, el INE-fe-deral daba cuenta, con pleno uso de su autonomía, de haber detectado fallas en el funcionamiento del sistema computacional denominado, Programa de Resul-tados Preliminares (PREP), del IEPC-Guerrero por el cual pagó 38 millones de pesos.
El INE le recomendó al IEPC-Guerrero no utilizarlo el día de la jornada electoral por la vulnerabilidad que mostraba. Los consejeros del instituto local no hicieron caso de esa advertencia precautoria; resultando que el día de la votación, el flujo de información que alimentaba al PREP “se detuvo” ante$ del tiempo programado; causando gran conmoción política e incertidumbre electoral en todo el estado.
Gracias a que el INE federal estaba utilizando, en paralelo, su propio Programa de Conteo Rápido, fue como dio a conocer sus datos que eran más certeros, basados en un porcentaje mayor de votos contabilizados devolviéndole legitimidad y cer-teza a la tendencia puntera que llevaba a su favor la hoy gobernadora constitucional de Guerrero.
En mi artículo de opinión de El Sur (11/junio/2021) exigía que, una vez terminado todo el proceso electoral, se le practicara una auditoría externa al IEPC de tipo administrativa, funcional, financiera y de calidad de resultados. A la fecha, no se ha llevado a cabo tal auditoría, porque llevamos ¡nueve meses! sin titular de la Auditoría Superior del Estado, debido a la negligencia de nuestros productivos diputados locales. ¡Uf!
PD. El Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa La Parota (Cecop) y “Por el rescate de Guerrero A.C.” hemos convenido impulsar una serie de acciones inmediatas de desarrollo social y económico en los pueblos de los Bienes Comunales de Cacahuatepec y áreas circunvecinas.