EL-SUR

Martes 23 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Renunció Micheli al CIDE

Humberto Musacchio

Septiembre 19, 2022

Renunció Micheli al CIDE

Jordy Micheli Thirion renunció a la Secretaría Académica del CIDE por divergencias “irresolubles” y por “desconfianzas” de quien era su superior jerárquico, quien no es otro que José Antonio Romero Tellaeche. Micheli formó parte de la comisión de ética que el 6 de septiembre dictaminó que Romero Tellaeche incurrió en plagio en tres de sus artículos, por lo cual esa comisión demandó su remoción por faltar a la ética académica. El ahora renunciante rechaza “el encono y mediatización de asuntos que son propios de la vida interna del CIDE y crean un clima contrario a los intereses” de la institución, donde la directora del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla Roces, se ha empeñado en imponer al actual director contra la opinión de la comunidad cideíta y pasando por encima de toda consideración ética. En el mundo universitario hay una evidente insatisfacción con lo que ocurre en las escuelas y en la sociedad. Bien haría el gobierno en tenerlo presente.

Beatriz Aldaco responde

La directora de Cultura de Sonora, Beatriz Aldaco, respondió a lo publicado en este espacio sobre su gestión como funcionaria pública. Se trata de un texto que tiene casi el doble de caracteres que esta columna, por lo cual trataré de citar lo central e iré respondiendo: “En su columna del 23 de mayo de este año no sólo da por sentado los infundios sobre mi persona, violando una elemental premisa del periodismo que consiste en confrontar las diferentes versiones sobre un mismo hecho, sino que le agrega, con total falta de respeto en el caso de un periodista con experiencia de 50 años en el quehacer, que soy ‘una joyita’ (consultar las funciones del lenguaje de Roman Jakobson). ¡Pero usted no me conoce como para utilizar esa metáfora sobre mi persona, nunca me ha entrevistado!” Como puede leerse, doña Beatriz se erige en catedrática y me da clases de periodismo que mucho agradezco, pero me permito disentir, pues me basé en lo aparecido en diversos medios de Hermosillo y en las propias declaraciones de la señora Aldaco. Me acusa de tomar en cuenta “lo que diga un grupo de personas”, y he de confesarle que sí, porque el trabajo de prensa nos obliga a hacerlo, sobre todo si se trata de artistas e intelectuales que saben de lo que hablan. Sobre el señalamiento de que Rubén Matiella es el líder de quienes señalan sus errores y arbitrariedades, sugiero a doña Beatriz que lo discuta con él. Pero continuaremos la semana próxima…

El arte de encuadernar

Sin la necesaria divulgación, se realizó la Feria Ars ligatoria. El arte de Encuadernar, convocada y organizada por la Bibilioteca Nacional de México. Participaron 60 expositores y se efectuaron cinco talleres de la especialidad, un conversario y la proyección de la miniserie El misterio de un libro. Por supuesto, hay que felicitar al director de la institución, Felipe Martínez Arellano, y al personal de ese repositorio bibliográfico, pero hubiera sido provechoso llamar a bibliófilos reconocidos, que tienen mucho qué decir, y tratar de la desmesura de los precios en el ámbito de la encuadernación, pues resuluta ilógico pagar más por la encuadernación que por el libro mismo.

¿Y Poesía en Voz Alta?

Una tarea interesante y de indudable beneficio social sería que la UNAM reviviera Poesía en Voz Alta, que tuvo sus mejores tiempos en la Casa del Lago. Escribió Raquel Tibol (Proceso, 13/II/2011) que aquel programa “surgió por una propuesta de la empresaria Marilú Elízaga, propietaria del teatro El Caballito, a Henrique González Casanova”, entonces director de Difusión Cultural. Juan José Arreola se puso al frente de esa actividad y “la introducción del programa la escribió León Felipe, lo cual fue criticado acremente por Octavio Paz por tratarse de un activo izquierdista. Como se trataba de teatro clásico español, Arreola invitó a la familia Alatorre (Margit soprano, Yolanda Iris contralto, Enrique bajo, María Cristina arpista y Antonio tenor, controlador de los arreglos escenográficos y director de ese grupo de aficionados que tomaba la música muy en serio. Acordaron que interpretarían en el curso de las funciones cantares españoles de la época del Renacimiento, cuyo nivel musical y poético conquistó al público, éxito del que no sin malevolencia se quiso apropiar Octavio Paz; pero están las crónicas de 1956 de Salvador Novo para dar los créditos a quienes realmente lo merecían”.

Breviario…

Tomás y Rosario Inés, hermanos de Luis Fernando Granados, decidieron donar la biblioteca del finado historiador a la Universidad Veracruzana, de la que fue un destacado académico. Son más de cuatro mil ejemplares que ahora servirán para apoyar el trabajo de estudiantes e investigadores. @@@ El árbol que besaba se llama el poemario de la regiomontana Anna Kullick Lackner, libro publicado por la Universidad Autónoma de Nuevo León con prólogo de Mario Torres Dujisin, quien dice que la autora, con “su maravillosa sensualidad recorre misteriosos parajes que se repiten con la perseverancia de las primaveras y su pluma fascinante navega por la vida cuando todavía es una gran esperanza enmarañada en un erotismo culposo y ardiente”.