Se ha cumplido un mes de que las nuevas administraciones municipales asumieran su tarea y quince días de que lo hiciera el gobierno del estado. Refrendamos nuestro voto de confianza a las autoridades de los tres órdenes de gobierno. Sabemos que la tarea no es sencilla, pues gobernar Guerrero en cualquiera de sus niveles y poderes es una tarea compleja y demandante. Pero advertimos que la luna de miel, el llamado bono democrático, tiene fecha de caducidad y ésta es cada vez más pequeña. Hoy los ciudadanos exigen resultados a la brevedad, los medios señalarán con objetividad o por consigna cada una de las acciones y de las omisiones. Los ciclos se han adelantado y la curva de aprendizaje debe de ser cada vez más breve. Guerrero no tiene tiempo para la improvisación ni la experimentación. Para eso tuvimos los largos periodos de transición. Los servidores públicos electos o designados, deben de tener clara su hoja de ruta y comenzar a dar resultados aunque sea de forma simbólica o los electores lo reclamarán más pronto que tarde.
Los ciudadanos demandan acciones y obras. Símbolos y anuncios relevantes. Sobre todo cuando se votó por un cambio de fondo. No podemos salir con que vamos a hacer lo mismo pero con distintas personas.
Las y los secretarios y los directores de Organismos Pú-blicos Descentralizados, deben de tener listo a la brevedad el diagnóstico del estado en que reciben las dependencias que les fueron asignadas y al mismo tiempo preparar y aplicar su propio plan estratégico.
No hay tiempo que perder. El periodo de gracia corre aún pero no por mucho más tiempo. Los poderes fácticos retan a las nuevas autoridades y éstas deben de responder con contundencia pero con serenidad. No hay que perder los estribos. “Vísteme despacio que tengo prisa”, ordenaba Napoleón a su ayudante. Desmantelar un régimen requiere que a la par que se construye el nuevo, se siga operando con el vigente: solamente hasta que se tiene listo el nuevo puente por el que se habrá de cruzar, se puede desmontar el viejo.
El presidente López Obrador estuvo tres días en Guerrero donde hizo anuncios importantes y refrendó su apoyo y el de todo el gabinete federal a la gobernadora Evelyn Salgado. Es difícil que una oportunidad histórica cómo esta se vuelva a dar. No podemos perderla para transitar coordinados con el apoyo pleno y público de la Federación.
Es la hora de dejar a un lado las campañas y asumir el reto de gobernar los espacios que asignó el pueblo en las urnas. Basta de discursos y que lleguen los recursos. La luna de miel llega a su término y comienza el tiempo de entregar resultados.