Humberto Musacchio
Agosto 14, 2017
Para la generación que participó en los movimientos estudiantiles de los años 60, Rius con sus cartones en Siempre! y en Política, con sus historietas o con su actuación personal –militó en el Partido Comunista y luego vivió años de combate junto a Heberto Castillo– resultó siempre una compañía estimulante que más de una vez sufrió las tarascadas del despotismo priista. Respondón, ingenioso y valiente, Rius, para decepción de muchos, fue exhibido años después por Carlos Monsiváis y otros intelectuales, quienes mostraron que en el monero genial habitaban también un antisemitismo y una homofobia que querían ser chistosos (para él, todo judío era un explotador mezquino y en cada intelectual habitaba un afeminado). Una y otra vez el caricaturista insistía en esos prejuicios inadmisibles que contradecían la imagen del hombre inteligente y sensible que también fue Eduardo del Río. Ahora que murió, como en la canción de Chava Flores, se repite aquello de “¡Qué bueno era!”, pero todos los seres humanos, incluso los grandes personajes, tienen su lado oscuro. Él no era la excepción.
Adiós a Jaime Avilés
No siempre se ajustaba a la idea que se tiene de un reportero, pero Jaime Avilés (Distrito Federal, 1955-2017) dejó huella por su talento para dar la información con una heterodoxia ingeniosa y eficaz. Comenzó su carrera periodística en Crucero, el vespertino de El Día y fue fundador de Uno Más Uno, donde solía ser el último de los redactores en entregar su nota y frecuentemente obligaba a realizar cambios, pues el director, Manuel Becerra Acosta, ordenaba que se insertara en primera plana ese texto entregado casi a medianoche. Y no era para menos, pues sus enfoques eran insólitos y su toque literario imprimía una fuerza extraordinaria a sus descripciones. Su indisciplina era poco grata a los jefes de información que le encargaban los casos más rutinarios o más ingratos, pero él sabía sacar agua de las piedras y vaciaba en sus cuartillas el resultado de una peculiar capacidad de observación, la que combinaba con una imaginación puesta al servicio del lector. Blanche Petrich dice que fue el mejor de su generación. Difícil saberlo. Lo seguro, sin embargo, es que fue distinto a todos. Y eso no es poca cosa.
Víctor Manuel Cárdenas
Nefasta fue la semana pasada. Otro lamentable deceso, este ocurrido en Guadalajara, fue el del poeta colimense Víctor Manuel Cárdenas, historiador por la UNAM y fruto espléndido del taller literario que coordinó Juan Bañuelos. Se desempeñó como coordinador del Instituto Chiapa-neco de Cultura, director de la revista Tierra Adentro (2000-2008), de la Biblioteca Central de Colima y de la colección poética Parota de Sal. Deja 18 libros, A la hora del fuego (1980), Zona de tolerancia (1989), Ahora llegan aviones (1994), Poemas para no dejar el cigarro (1999), Grandeza de los destellos (2003), Micaela (2008), Noticias de la sal (2012) y Bertha mira el infinito (2015), entre otros. Su poesía ha sido traducida a media docena de lenguas y en su trayectoria destacan premios como el de Poesía Joven de México (1980), el Ramón López Velarde (2007), el Intera-mericano de Literatura Carlos Montemayor (2014) y el Premio Colima al Mérito en Artes (2016).
Falleció Poli Délano
Hijo de Luis Enrique Délano, el escritor chileno Enrique Délano Falcón fue más conocido por el apelativo que le impuso Pablo Neruda, Poli, que se convirtió en su nombre de pluma. Vivió con nosotros entre 1940 y 1946, cuando su padre fue cónsul en México, y de 1974 a 1984, tiempo en que la dictadura de Pinochet lo obligó a estar ausente de Chile. Aquí escribió en Excélsior y en la revista Plural, dirigida entonces por Jaime Labastida, y durante su estancia, en la que obtuvo varios premios literarios, publicó algunos de sus libros, como Sin morir del todo, Dos lagartos en una botella, En este lugar sagrado, La misma esquina del mundo, El hombre de la máscara de cuero, Piano-bar de solitarios y El verano del murciélago. Poli Délano murió el pasado viernes en Santiago a los 81 años.
Breviario…
Después de mucho tiempo de no exponer en la Ciudad de México, la pintora Cecilia Vázquez expondrá trabajos recientes pasado mañana miércoles, a las 19 horas, en la Celda Contemporánea del Claustro de Sor Juana. Allá nos vemos. @@@ En Querétaro, donde nació en 1976, falleció el poeta Luis Alberto Arellano, fundador de la revista litera-ria Crótalo, coeditor de la colección Sangremal e integrante del consejo de Mantis Editores, así como becario del Fonca (2008-2009). Textos suyos aparecieron en Alforja, La Siega, de la Universidad de Barcelona; Los Amigos de los Ajeno, de Costa Rica, y Serie Alfa, de Valencia. Autor de los poemarios Nómina de huesos (2001), La doctrina del fuego (2002) y Plexo (2008), entre otras obras.@@@ Los domingos 20 y 27 de agosto, a las 13 horas, el cuento Mazel y Shlimazel. La leche de la leona, de Isaac Bashevis Singer, será interpretado actoralmente con apoyo de juegos sonoros y proyección de imágenes. La cita es en la primera sinagoga, en Justo Sierra 71, frente al hermoso y cochino jardín de Loreto.